Capitulo 9: Hardstone

5 3 3
                                    

Armand O'Hirn nunca fue alguien muy agraciado o popular, desde pequeño se metían con el, ya sea por su apariencia, su personalidad o su condición social, muchos creían que tenia una discapacidad mental, nadie se lo tomaba en serio, solo su madre, ella fue la única que vio su potencial, trabajando sin descanso para pagar la mejor educación a su hijo, lamentablemente ese estilo de vida la llevó a enfermar y fallecer muy prontamente. 

Tras esto Armand quedó solo en el mundo, aislado de todo, con sus estudios y se gran interés en la mecánica logro formular ideas para creaciones más que impresionantes, el problema era que no tenía el dinero necesario para llevarlas a cabo, por lo que intento unirse a diferentes empresas, Oscorp fue su primera opción pero debido a la naturaleza de su idea lo rechazaron, Oscorp estaba pasado por una mala racha que comprometia su imagen y no estaba interesado en financiar un proyecto de armamentística.

Cuando daba todo por perdido alguien contacto con él, su nombre era Mason Banks, decía ser el dueño de una nueva compañía aún desconocida, pero que crecería hasta codearse con las más grandes del país, incluso las superaría. Había oído de su idea de nuevos trajes avanzados con capacidad de ataque aumentada, por primera vez cercano a superar lo desarrollado hace años por Stark Industries, lo felicito por ello y lo invito a formar parte de su equipo.

Por primera vez Armand sintió que otra persona además de su madre era capaz de ver lo que realmente valía, pero no tardó mucho en entender que no era así, Mason vio potencial en su proyecto, pero no en el, solo lo utilizaba.

Tal como este había predicho, la empresa Alchemax comenzó a obtener renombre y estatus en Nueva York, pero nada de eso estaba relacionado con sus inventos, todo lo contrario, ni siquiera estaba trabajando en el edificio principal de la compañía, esto no era para nada como el se lo esperaba, pero ¿que más podía hacer, estaba totalmente solo en el mundo, si dejaba ese lugar seria un desempleado solitario y amargado.

No había nada que Armand pudiera hacer, excepto esto. Mason lo había mencionado hace tiempo, una de las primeras veces que el se quejo de su condición de trabajo, este le dijo que había un objetivo por el cual necesitaban de su colaboración, una sujeto con habilidades extraordinarias, con una gran similitud a un antiguo héroe del pasado, si lograba atraparlo demostraría su valía, nadie volvería a despreciarlo ni subestimarlo, nunca más. Ya tenía todo preparado, solo debía empezar.

.

.

.

.

.

.

Había pasado una semana desde el incidente del banco, entre una cosa y otra no había tenido la oportunidad de hablar de nuevo con Emily, aún tenía miedo de que se hubiera ofendido por dejarla de la nada, pero esta vez lo iba a arreglar.

—Hola Richard—la voz de su amigo lo tomó por sorpresa,  calmandose un poco devolvió el saludo—Oye, ¿que te pasa?—le preguntó al verlo tan distraido a lo que el castaño suspiro.

—Nada, solo......creo que metí la pata con Emily.

—Cierto, olvidé que tenías un trabajo con ella—comentó Edward exaltado—¿arruinaste la primera oportunidad que se te presento en años? Dime que no hiciste el ridículo......al menos no tanto.

—No.....bueno, creo que no—respondió el castaño—es solo que.....fui a su casa para hacer el trabajo pero.....tuve que irme antes de empezarlo.

—¿Me estas diciendo que la chica a la que no dejaste de mirar por 2 años te invita a su casa y tu te vas—cuestionó el rubio intentando procesarlo.

—Era una emergencia —se defendió Richard.

—Muy bien, ¿como reaccionó ella?—ante la pregunta el joven se mantuvo pensativo.

Un spiderman diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora