Ay amor

182 24 1
                                    

¡Hija!- exclamo mi mamá al encontrarme en la sala de espera

-¿Qué pasó?- pregunto mi mamá al abrazarme.

-Alguien atacó a Ana.

-¿Alguien?- dijo mi hermano algo escéptico.

-Hasta no estar segura no puedo culparlo- puso los ojos en blanco

-¿Tú estas bien?- pregunto mi mamá al ver mi ropa llena de sangre.

-Si- dije tranquilamente

-¿Qué has sabido de Ana? Me preguntó.

-Nada- se me hizo un nudo en la garganta y me abrace a mi mamá -tengo mucho miedo.

-Tranquila hija, a partir de ahora tendrán vigilancia las 24 horas.

De eso no- la interrumpí -tengo miedo de perderla- me abrazo aún más fuerte y acariciaba mi cabello para intentar tranquilizarme.

-Todo va a estar bien mi niña- sentía como mi mamá acariciaba mi espalda -porque no vas a casa a darte un baño.

-¡No!- me exalte -no me voy a mover de aquí hasta ver que ella está bien- mi familia se miraban entre ellos y no hicieron nada por intentar cambiar mi opinión, nos sentamos de nuevo en los sillones y yo solo me limite a recargarme en el hombro de mi mamá.

-Creo que iré por unos cafés- comento mi hermano, casi al momento que él salió de ahí mi hermana llego corriendo y visiblemente preocupada, sin decir nada me abrazo como nunca y al igual que todos les impacto ver el desastre que era mi ropa.

¿Y la familia de Ana?- me preguntó.

-Están consiguiendo vuelos para llegar lo más pronto- se sentó a mi lado y pasó su brazo sobre mis hombros, mientras mi mamá sostenía mi mano.

-Fueron muy valientes hermanita- sonreí ligeramente.

-Tal vez fue demasiado tarde- comente y comencé a llorar.

-No digas eso- me abrazaba más fuerte -ella va a estar bien.

-Tiene horas allá adentro- reproche.

-Mi vida así es esto, es un lugar delicado donde la hirieron.

-¿Qué voy a ser si la pierdo?.

-No estés pensando así, ella va a estar bien- intentaban animarme.

Mas tarde mi hermano llega con café, en momentos me perdía en mis pensamientos, todo ese día había sido una ola de emociones y ni siquiera podía procesarlo, la sangre de mi ropa se había secado por completo, en algún momento de la tarde había ido a lavarme la cara para intentar no dormirme, pero parecía que nada funcionaba.

-Siento que me voy a volver loca- comente de la nada.

-Te entendemos- comento mi mamá ella  es muy fuerte, casi puedo asegurarte que está luchando por quedarse aquí contigo, así que tú también debes ser fuerte, en algún momento abrirá los ojos y debe encontrarte ahí, tan radiante como sueles serlo- la abrace, al final necesitaba mucho de todos ellos para poder seguir adelante.

-¿Verónica Castro?- voltee y un médico que apenas es estaba quitando el cubre bocas me buscaba con la mirada.

¡Soy yo!- dije rápidamente, mientras más me acercaba a él podía observar que su semblante no era el mejor, en mi cabeza me intentaba hacer a la idea de que solo es porque se encontraba cansado.

-¿Usted que parentesco tiene con la paciente?- me miro un poco extraño.

-soy su Pareja- hice una pausa -su familia no vive en la ciudad.

Rueda De Prensa (VerAna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora