A mitad de la noche

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-Si tardamos en meterla a cirugía fue para estabilizarla lo más que se podía y disminuir un poco el riesgo al momento de intentar quitar la bala- comenzó a decir -definitivamente fue la mejor opción- tomo aire -tuvimos una complicación- al decir eso sentí que un frío comenzaba a recorrer mi cuerpo -cuando estamos frente a una herida de cualquier tipo de primera instancia es complicado ver todo el daño, en este caso sabíamos que la bala estaba alojada muy cerca de la arteria, pero hasta que abrimos nos dimos cuenta de que estaba rozándola, así que al intentar extraerla teníamos que tener demasiado cuidado- lo escuchábamos con atención pero al mismo tiempo yo solo quería saber cómo estaba ella -lamentablemente si lesionamos la arteria al remover la bala- comencé a llorar.

-¿Está bien?- pregunte con miedo a la respuesta, él me miro detenidamente, se veía cansado.

Perdió mucha sangre- suspiró -le hicimos las transfusiones necesarias y por ahora está en la sala de recuperación- al escuchar eso último respire con alivio -estas primeras horas después de la cirugía son críticas y necesitamos que esté en completo reposo por un par de días más para que no tenga una hemorragia.

-¿Cuando podremos verla?- pregunto su padre.

-La verdad por ahora no podrán, una vez que la bajemos a piso la seguiremos monitoreando hasta estar seguros de que está estable podrán entrar a verla- nos miraba a todos -yo les recomiendo que al menos esta noche váyanse a descansar y calculó que para mañana al amanecer ella estará mejor para recibir visitas- revisó su reloj -si no tienen alguna otra duda yo paso a retirarme- mi hermana vino a abrazarme.

Ya escuchaste al médico, lo mejor será que nos vayamos a casa para que puedas quitarte esta ropa y mañana a primera hora regresamos- comentó mi mamá, no me opuse ante eso, no tenía caso quedarnos aquí si no podría verla.

El viaje a casa fue tranquilo, apenas llegue lo primero que hice fue meterme a bañar, intentaba buscar un poco de paz en el agua que caía sobre mi rostro, pero con el pasar de las horas mi mente se llenaba de más preguntas, si Adolfo era culpable de esto tenía que pagar, pero al mismo tiempo lo único que me interesaba era que Ana despertara.

Al salir del baño una taza de té me esperaba en compañía de mi hermana.

-¿Cómo estás?- me preguntó al sentarme a su lado.

-No se como explicarlo- suspire -es como si una parte de mí siguiera contenta de haber hablado, pero otra está rezando porque Ana esté bien.

Entiendo- dio un sorbo a su taza -¿crees que Ana es la indicada?- me sorprendió su pregunta.

-Por supuesto que sí- conteste sin dudar

-¿Como es que lo puedes saber?- si algo caracteriza a mi hermana es que pregunta por todo.

-No lo sabes- pensé un poco más en mi respuesta - simplemente pasa- sonreí ligeramente, comienzas a pasar tiempo con alguien y sin darte cuenta un día sientes la necesidad de seguir hablando aunque lleven horas haciéndolo, extrañas a esa persona incluso minutos antes de que se vaya y te puedo asegurar que buscaras pretextos para volverle a ver- suspire -se vuelve alguien indispensable, te das cuenta que en tu vida ya hay un antes y un después de esa persona, incluso te hace pensar en cosas que ni imaginarias hacer.

-¿Todo eso te pasa con ella?.

-Cada cosa- sonreí con nostalgia.

-¿Por qué si todo es tan lindo, hasta ahora lo hablaron?

No es tan fácil- le di un sorbo a mi taza -tu más que nadie sabes como se maneja el mundo de la televisión- ella solo asintió con la cabeza -después del programa la tocada a ambas nos llegaron demasiados contratos y proyectos, las empresas ya tienen una imagen, siguen viéndonos de una manera, yo se que suena estupido pero solo quería proteger nuestros intereses, dejar que el mundo siguiera evolucionando hasta el punto donde hablarlo no fuera primera plana al siguiente día.

Rueda De Prensa (VerAna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora