Rueda De Prensa (VerAna)

¿Qué sigue?

DIAS DESPUÉS

Odio esto- decía Ana mientras apretaba lo más fuerte que podía mi mano.

-Tranquila, solo te van a quitar el suero.

Cerró los ojos y la enfermera dio un pequeño jalón que provocó algunas lagrimas en el rostro de Ana, la abrace y acaricie su cabello.

-Ya pasó- me causaba ternura ver como podía tenerle tanto miedo a todo lo relacionado con médicos, bese su frente y ella sonrió ligeramente -por fin hoy nos vamos a casa- comente sin separarme de ella.

-¿Has hablado con los papás de Adolfo?-

-Si- comente dudosa

-¿Cómo están?

-Están tranquilos- tome aire -la verdad no quería verlos, tenía miedo de que me culparan por todo lo malo que le pasó- ella me miraba con atención -pero además de que no lo hicieron me estremeció lo que me dijeron.

-¿Qué?- preguntó.

-Que sentían demasiado el que lo hubiera conocido- me miro sorprendida.

-Son palabras muy fuertes para que ellos como sus padres lo digan.

-Lo mismo pensé- suspire -su vuelo salió ayer- comenté.

-Nunca pensé que se desataría tanto caos, bueno que él  provocó porque ya nos había separado durante tanto tiempo.

-Supongo que aunque las cosas fueran diferentes, todo iba a terminar de la misma forma- volví a suspirar.

Al poco tiempo llegaron los papás de Ana con todos los papeles del alta, ella con algo de ayuda ya se había cambiado, arregle un poco su cabello y sonreí ligeramente. Caminábamos entre los pasillos, pocos metros antes de llegar a la puerta principal pudimos notar que había algunos reporteros esperándonos.

-Si quieren podemos sacarlas por la parte de atrás- comento su papá.

-No- dijo Ana rápidamente -después de todo lo que ha pasado no nos dejarán  en paz, lo mejor es dar la cara.

-¿Estas segura?- pregunté.

-Si- me sonrió ligeramente, tomo mi mano y seguimos caminando, con ayuda de sus papás se abrieron las puertas y como era de esperarse todos se acercaron rápidamente, solo se les dijo que mantuvieran distancia para no lastimarla.

-¿Cómo se encuentran?- fue lo primero que preguntaron.

-Ahora que vamos a casa, mejor- comenté.

Sabemos que todo esto es muy reciente, pero ¿podrían contarnos qué pasó con Adolfo?- nos miramos por un momento.

-Es un tema demasiado complicado, fuimos una pareja con muchos problemas, más de los que me gustaría admitir- comencé a hablar -soy consiente de que no fue la manera de sacar todo a la luz y él quedó como el villano de la historia.

-Pero lo fue- me interrumpió un reportero.

-Todo es tan extraño- respondí -tengo claro que si él se hubiera comportado de otra manera, yo nunca hubiera volteado a ver a Ana, pero tampoco justifica el haberlo engañado.

-todos tuvimos parte de culpa- comento Ana -fueron situaciones que se nos salieron de las manos y de diferentes maneras pagamos las consecuencias.

-Nunca quisimos que esto terminara así- hable una vez más -no queríamos hacer una rueda de prensa, mucho menos exponernos los tres, pero el había mandado esas fotos amenzando con sacarlas solo queríamos que nos dejaran vivir en paz, yo no busqué enamorarme de Ana, solo pasó.

-¿Se arrepienten de algo?.

-La verdad no- comenzaron a murmurar -creo que lo qué pasó en esa habitación es algo que se quedará entre nosotros, pero lo que les puedo decir es que dentro de todo el odio que tenía Adolfo al final entendió que su felicidad estaba en otro lado- voltee a ver a Ana.

-Si eso es verdad, entonces ¿por qué se mató?- nunca falta el periodista que no tiene tacto.

-Será la única vez que hablaré sobre esto- suspire -después de años de conocernos en algún punto creí que sabía todo de él, hasta ese día donde lo vi apuntarme con un arma comprendí que no conocía ni la cuarta parte, desde niño tuvo problemas familiares y eso terminó arrastrándolo toda su vida, esa noche pude ver el odio en sus ojos, pero también ahí mismo pude ver al ser humano solitario y lleno de miedos.

-¿Todo esto les afectará como pareja?-

-Es algo muy complicado- comento Ana -la verdad han sido días muy extraños y no voy a negar que en momentos nuestros pensamientos nos traicionan, pero lo hemos estado platicando, cada idea por muy insignificante que parezca la decimos y eso nos ha ayudado, al final cada persona tendrá su propia opinión, pero solo nosotras dos sabemos que ocurrió antes, durante y después de la muerte de Adolfo.

-¿Crees que esto pudo haber terminado diferente?.

-No lo creo, de alguna manera él ya sabía cual sería el final, dejó una carta, por motivos personales no dire que contenía, pero creo que en ella me habló por primera vez ese Adolfo que ni él sabía que existía- suspiré -no porque haya muerto dire que era la mejor persona del mundo, estaría mintiendo, pero se que al menos en esos últimos minutos me dejó ver que por fin encontraría paz- muchas voces se escucharon al mismo tiempo, intentábamos enfocarnos en alguna, pero era imposible, los papás de Ana nos ayudaron a poner un poco de orden.

-¿Como sigues de tu hombro?- por fin comprendimos una pregunta.

-Mejor- sonrió ligeramente -gracias por preguntar.

-¿Ahora que sigue?- esa pregunta retumbó en mi cabeza y por el gesto de Ana en ella también.

-la verdad no lo hemos pensado- comento ella y volteo a verme.

-Tenemos que empezar de nuevo- hable yo -es verdad que la amo con toda mi alma- pase mi brazo al rededor de sus hombros -y también es verdad que hicimos todo mal, pero no hay un libro donde te explique cómo debes amar a la otra persona y qué cosas son correctas y cuales no lo son, nadie te dice qué tal ves en el proceso lastimes a un tercero o que tener una pareja va más allá de decirle te amo diariamente- voltee a verla y sonreí ligeramente -la vida nos está dando una segunda oportunidad y lo haremos bien, al menos quiero tener un noviazgo normal, poder tener citas, compartir nuestros pasatiempos, apoyarnos en los proyectos y sobre todo ya no escondernos del mundo.

-Verónica no lo pudo haber dicho mejor, necesitamos tiempo para nosotras, para procesar todo esto y tener un nuevo inicio.

Los reporteros se volvían locos intentando preguntar, pero los papás de Ana ya nos estaban guiando hacia la camioneta, en varias ocasiones dimos las gracias y nos metimos al auto.

-¿Estas bien?- le pregunte al ver que hizo un gesto de dolor.

-Si- sonrío ligeramente -a partir de hoy todo está bien.

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Se acercan los capítulos finales