Rueda De Prensa (VerAna)

10:00 pm

Pasaban de las 10 de la noche, entre al hospital con algo de miedo y caminé entre los pasillos hasta llegar a la habitación de Ana, había decidido no dejarme ver en el día para intentar mantener engañado a Adolfo. Toque ligeramente y no escuche respuesta, volví a tocar y esta vez coloqué mi oído cerca de la puerta para saber si era prudente entrar, un par de risas me confundieron un poco, no sonaban a su hermano o su papá, dude por un momento pero después de respirar profundo abrí lentamente la puerta, primero vi un poco de su cama y frente a ella se encontraba Hugo riéndose, aclare un poco la garganta al ver que no se percataban de mi presencia.

-¡Vero!- Exclamó Ana y estiró un poco su mano en señal de que me acercara a ella.

-Hola- conteste sería.

-Hola- respondió él.

-Me estaba platicando Hugo que los reporteros lo acosaron en el aeropuerto- levante las cejas en señal de desinterés y me cruce de brazos.

-Yo sólo venía a ver cómo estás- comente -pero veo que tienes visitas, así que regreso mañana.

-No- tomo mi mano -quiero que te quedes, no estuviste en todo el día y te extrañe.

-En realidad el que tiene que irse soy yo- volvió a hablar -llegue directo del aeropuerto y necesito una ducha urgentemente- para ese momento yo estaba viendo mi celular -vengo mañana- sin decir más y despidiéndose a lo lejos de Ana salió de la habitación.

-¿Podrías disimular un poco tu molestia?- preguntó.

-No tengo porque hacerlo- me cruce de brazos.

-Sólo estaba preocupado.

-Pudo haberte llamado.

-Él es así- intentaba no darle importancia.

-Qué considerado- me hundí aún más en el sillón.

-No te pongas así- ella se incorporó un poco más -entiendo que es mi ex, pero para mi ya pasó.

-Tal vez tengas razón, hoy no fue un buen día y creo que no estoy de humor- comente intentando tranquilizarme.

-¿Qué pasó?- se hizo hacia un lado y señaló un espacio en su cama para mi, suspire y me acomode a su lado, al principio me rehusaba a acercarme a ella, pero al final no solo lo hice, ademas dejé que se recostara en mí y yo la abrace.

-Vi a Adolfo dije de golpe -me amenazó, me debo alejar de ti para que no te lastime aun más.

Un silencio inundó la habitación, esperaba que ella reaccionara de alguna manera pero no hacía nada, solo me abrazaba.

-Adolfo le hablo a Hugo para que viniera- intente procesar lo que me acababa de decir -él me lo confesó, aprovechándose de que él no ve mucha televisión y que las noticias aún no son claras.

-¿Qué le dijo?- pregunte sin dejar de acariciar su cabello.

-Que había sido un error, que esa rueda de prensa no debió haber pasado he invento que yo estando en estado crítico pedí verlo- ahora entendía lo que estaba tratando de hacer.

-¿Por qué la vida no nos da un momento de paz?- pregunte a la nada -nuestra relación siempre ha estado llena de conflictos- la abrace un poco más -tal vez es un castigo por hacer las cosas mal- dije en voz baja, ella con algo de cuidado se incorporó y volteo a verme.

-No digas eso, en esta vida todos cometemos errores, unos más que otros- aclaró con una ligera sonrisa -pero nadie, incluso ni nosotras mismas somos quien para juzgar- se acercó y me beso -Adolfo siempre ha tenido problemas y al parecer le duele mas aun despues de tanto tiempo que lo hayas engañado con una mujer que el mismo engaño como tal.

-Tienes razón- suspire -¿Pero que haremos? El está dispuesto a matarte si es necesario, pero tampoco quiero alejarme de ti. Ya no Ana.

-No yo tampoco quiero separarme- se aferro más a mi -y tampoco quiero esconderme.

-No estuve contigo en todo el día porque mi familia estaban intentando ayudarnos, tienen algunos amigos que nos pueden ayudar.

Nos volvimos a quedar en silencio por un momento, contemplaba un poco como me abrazaba, extrañaba estar así con ella y de verdad lo necesitaba.

-¿Cómo está tu hombro?- le pregunté con un tono más tranquilo.

-Hoy me estuvo doliendo un poco, pero me dijeron que es normal.

-¿Te puedo preguntar algo?- dije dudosa.

-Ya lo has estado haciendo- sonreí ligeramente, no necesitaba estar viendo su rostro para saber que ella hacía lo mismo.

-¿Qué sientes por Hugo?- pregunté, ella se volvió a incorporar un poco y con algunos gestos de dolor se acomodo a mi lado.

-Si tú pregunta realmente es si aún lo quiero, la respuesta es no- sonrió ligeramente -se volvió un buen amigo, tiene otro tipo de mentalidad y a él no le molesta ser el ex, al contrario esta muy feliz de que esté contigo y además eso paso hace mucho tiempo.

-¿De verdad?- me sorprendió.

-Si- dijo rápidamente -la última vez que lo vi fue cuando corte con el, tú sabes que no le oculté nada, esa tarde él me confesó que de alguna manera ya sabía que alguien estaba en mi vida, por mi manera de actuar, nunca olvidaré lo que me dijo- sonrió ligeramente -que en todo el tiempo que teníamos de conocernos mis ojos no habían brillado tanto como al estar contigo- tomo mi mano -es verdad que Adolfo lo hizo creer cosas que no, pero en cuanto llego lo pudimos aclarar, es un buen amigo y estará dispuesto a ayudarnos de ser necesario, solo quiere verme feliz- hizo una pausa -debes confiar en mi, en la vida nos toparemos con muchas personas que tengan intenciones de conquistarnos, pero mientras estemos seguras de lo que sentimos la una de la otra no tenemos porque tener problemas de este estilo- suspire resignada -yo te amo solo a ti y por ti recibiría mil balas más.

-Lo siento- comenté -tienes razón- la bese.

-¿Te quedarás conmigo?- pregunto en voz baja.

-Claro- volví a besarla, después de eso se recostó sobre mi pecho y con cuidado la abrace, la televisión estaba prendida pero no le habíamos puesto atención, ella subió el volumen, a los pocos minutos me di cuenta de que se había quedado dormida, sonreí y procure no moverme mucho para que no despertara. Después yo hice lo mismo, me quede dormida hasta que el sonido de la puerta cerrándose nos despertó de golpe.

-Lo primero que te dije y lo primero qué haces- tomo una silla y se sentó frente a nosotras.

-¿Cómo entraste?- pregunté.

-Que parte no entendiste que venía a visitar a mi amiga- Ana se incorporó con algo de dificultar y volteo a verme sin entender mucho de lo que estaba pasando.

-No nos hagas daño- comento ella, Adolfo volteo a verla y sonrió con una mezcla de maldad en su rostro.