- Capítulo 4 -

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Era lunes por la mañana y en nuestro muy querido y pequeño pueblito Gravesfield podía sentirse un aire bastante especial.
¿Y es que como no sentirlo?

Hoy era el gran día, y ya todos lo sabían.

Luego de unas muy merecidas vacaciones todos volverían a su vida cotidiana.
Los adultos que tuvieron la posibilidad de tomarse unas vacaciones volverían a sus trabajos.
Y los más jóvenes retomarían sus estudios en la escuela tal como ya lo tenían preestablecido en años anteriores.

Y aunque no lo crean habían muchos jóvenes entusiasmados por este gran día, esto porque después de muchos días de vacaciones algunos se volverían a encontrar con viejos amigos en persona.

Por otro lado, hay varios jovenes en los que en este momento sienten todo lo contrario, no les emociona para nada la idea de volver a las clases, y mucho menos les emociona volver a ver a sus viejos compañeros de clases.

A otros simplemente este día les da igual, tan sólo les da mucha pereza volver a tener que dejar la comodidad de su cama para levantarse e ir a la escuela.

Y al resto de los chicos que quedaban se sentían extremamente nerviosos por este día gran día.

Y si, entre una de estas últimas personas se encontraba nuestra azabache preferida.
Quien ahora mismo se hallaba descansando en su cálida cama tras varios intentos por conciliar el sueño.

Pues debido a su nerviosismo recién había logrado dormir en un horario bastante tarde, las 3 de la madrugada para ser exactos.
Y por consecuente a esto solamente le habían quedado tan sólo unas pocas horas antes de levantarse y alistarse para ir a su nueva escuela.

Al llegar las 06:00 am los despertadores de ambos padres ya habían comenzado a sonar.
El matrimonio Park se despertó al mismo tiempo y rápidamente habían comenzado a alistarse.

Una vez que ambos estaban preparados bajaron hacia la cocina a hacer el desayuno para toda la familia.
En ese momento ya eran las 06:37 am, por lo que les parecía todavía muy temprano para ir a levantar a su bebé, recién la despertarían a las 07:15 am para prepararse e ir a la escuela.

Y llegada las 07:00 am el despertador de la más pequeña había comenzado a sonar una y otra vez sin parar.
Sip, ya era turno de la pequeña azabache en despertarse.

O bueno, al menos de intentarlo.

Pues el despertador estaba repitiéndose  varias veces y Willow aún seguía en cama, lo único que hizo al escuchar la alarma de su teléfono fué taparse la cara con la manta.

Se sentía bastante cansada, pero tras unos molestos minutos en los que se escuchaba esa estruendosa alarma por fin se había decidido en apagarlo, aunque de una manera muy desinteresada.

Tras esto procedió a sentarse en su cama muy somnolienta, quería levantarse pero en momentos sentía como cerraba sus ojos muy lentamente por el cansancio.
Aunque tenía toda intención de levantarse simplemente no podía, su sueño y cansancio le ganaban de sobremanera.

Por suerte antes de haberse quedado dormida sentada comenzó a tallarse los ojos y estirar los brazos.
Esto le ayudo un poco a estar más despierta pero aún seguía algo disociada, tenía la mirada perdida y la mente en blanco.
Literal en este momento sólo se encontraba mirando sus zapatos que tenía por el suelo.

Duró de esta manera unos cuantos minutos hasta que finalmente había decidido por levantarse, apenas lo hizo tomó su toalla entre sus manos y se dirigió hacia el baño.
Se tomó una rápida ducha y al salir se cepilló los dientes.

Una vez terminada su momento de higiene volvió hacia su habitación, se vistió, y otra vez se acostó sobre su cama.

A pesar de ya estar prácticamente lista aún tenía algo de pereza, por lo que se quedó algunos minutos mirando hacia el techo de la habitación.

~Ignotus Timor~ [TOH - AU Humano]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora