CAP 18 CHARLAS

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Nuuk, Groenlandia, base secreta de la KGB

Steve no había parado de dar vueltas en su habitación desde que Natasha había caído desmayada por el gran cansancio que su cuerpo sentía al haber sido sometida y torturada por quien sabe cuánto tiempo.

Si, ella se había rendido apenas sintió la suavidad y calor de su cama bajo su piel magullada y él no dudó en cubrirla con una enorme manta para que pudiese recuperarse. Lo necesitaba, más aún si estaban a poco de que el infierno se desatara dentro de la mansión, la quería fuerte, lo más fuerte que pudiese.

El ex rubio miró la hora en el buró de su habitación, aún era de madrugada, para después fijar sus ojos en la mujer que dormía algo intranquila frente a él. De un segundo a otro su respiración comenzó a alterarse, su ceño se frunció y sus párpados comenzaron moverse rápidamente, tal y como si estuviese luchando por abrir sus ojos.

Estaba teniendo una pesadilla.

-Nat...

Steve susurró angustiado y se acercó de inmediato al intuir lo que sucedía y no se equivocaba ya que ella comenzó a murmurar entre dientes mientras sus lágrimas comenzaban a escurrir sin control por sus mejillas.

-Hey, tranquila cariño... Vamos, despierta, solo es una pesadilla...

El castaño se sentó a su lado y comenzó a dejar suaves caricias en su rostro para tratar de confortarla y a la vez secar sus lágrimas con sus pulgares, pero su llanto simplemente no cesaba.

-No... No... Déjalos ir, no los lastimes... Por favor...

Neshka susurró en tono de súplica aún entre sueños mientras negaba desesperada con la cabeza. Así que Rogers llevó su mano hasta su hombro para intentar despertarla nuevamente, pero antes de que siquiera pudiese tocarla, ella pegó un enorme salto acompañado de un grito ahogado de terror para después despertar terriblemente afectada.

-No, no, no me toques... Aléjate...

Ella reaccionó mal a su cercanía y se arrastró torpemente sobre el colchón para huir de él, chocando abruptamente contra el respaldo de la cama. Trató de cubrirse un poco con la manta y elevó su mano libre para interponerla entre ella y su acompañante mientras miraba asustada todo a su alrededor.

El no encontrarse en su habitación activó todas sus alarmas de golpe.

-Tranquila, estás a salvo. No te haré ningún daño.

Steve elevó su dos manos en señal de paz, consiguiendo que ella regresara su mirada desorientada hasta él. La pelirroja tomó una gran bocanada de aire y lo miró realmente confundida para después de un par de segundos parpadear para aclarar su vista. Neshka cerró sus ojos momentáneamente antes de apretarlos y sacudir su cabeza con torpeza.

-Yakov... Eres tú...

Ella susurró con alivio antes de soltar un poco de aire contenido y bajar la mano que se interponía entre ambos. Comenzaba a recordar de a poco lo que había sucedido hace pocas horas.

-Steve... Mi nombre es Steve... -Él le recordó con suavidad y ella finalmente abrió sus ojos para encararlo.

-¿Todo fue real? ¿Anoche tu y yo? ¿Follamos?

Sin pudor alguno, ella preguntó aún perdida entre tantos pensamientos borrosos para después notar que seguía usando la misma ropa con la que la habían obligado a ir hasta esa habitación. Eso significaba confirmaba que... Él y ella...

-Me temo que si, Nat, fue muy real aunque a tu segunda pregunta, no... No pasó nada de lo que te puedas estar imaginando. Estuvimos a punto de intimar, pero nos detuvimos. Además, jamás haría nada que no quisieras, jamás me aprovecharía de ti. Y por si fuese poco, ambos fuimos drogados. -Él fue terriblemente honesto y ella asintió.

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