Volver a Beacon Hills era emocionante y espeluznante a partes iguales. No había vuelto desde que mis padres murieron y de eso hace ya ocho años.
Recordaba muy pocas cosas de este pueblo, pero aún así cuando llegué fue como si nunca me hubiera marchado.
No me sentía del todo recibida ya que era un simple experimento social. Cada vez que me llevaban con una familia de acogida me las arreglaba para que me odiaran y me devolvieran a los servicios sociales. No quería una familia postiza, ni su compasión. Solo quería que todos dejaran de crear un mundo pensando en mi paradero, por eso estaba de vuelta en Beacon Hills. Pensaban que volver al lugar donde nací y viví los primeros siete años de mi vida me cambiaria y para asegurarse de que no lo echaba a perder, en lugar de una familia de acogida me unieron a un grupo de chicos y chicas como yo.
Era como cuando estaba en el centro de acogida, pero en versión reducida porque aquí éramos cinco huérfanos compartiendo una casa con asistentes sociales.
Realmente tenía ganas de ver a las personas que tanto había querido y que de verdad habían sido como una familia para mí hasta que me marché, por eso en cuanto me instalé en la habitación que compartía con una chica llamada Violet, que parecía muy simpática y demasiado ocupada con su novio, fui hacia mi primera parada. La casa de los McCall.
Había ido tantas veces a aquella casa que aunque pasaran veinte años no olvidaría como se llegaba.
Por la cara de Melissa supe que no tenía ni idea de quién era, pero le di unos segundos más y su expresión al darse cuenta de que era yo mereció totalmente la pena.
"¿Alex? ¿E-eres tú?" seguía boquiabierta y bloqueada hasta que asentí con la cabeza y me envolvió entre sus brazos.
Me llevó hasta el salón y enseguida comenzó a ofrecerme cosas, pero ya tenía todo lo que quería en ese preciso instante. Aunque echaba a dos personas en falta y como si Melissa pudiera leer mi mente me resolvió las dudas.
"Scott y Stiles están en una acampada, no se lo van a creer cuando te vean, ahora tienes que contarme todo, ¿Dónde está Dylan?" cuando pronunció en voz alta el nombre de mi hermano fue como recibir una patada en el estomago.
"Bueno... Dylan..." no sabía de qué manera contestar a esa pregunta sin ser demasiado brusca "Dylan murió" dije aclarándome la garganta, era un momento incómodo.
"N-No puede... que... no sé..." creo que era lo último que esperaba escuchar y evidentemente no era algo fácil de asimilar, seguramente ahora mismo estaría haciéndose mil preguntas. "¿Cómo...? ¿Y tu...?" era incapaz de formar una frase completa.
"Estoy en una casa de acogida con un par de asistentes sociales y cuatro chicos en mi misma situación. Han pensado que volviendo aquí la cosa iría a mejor"
"¿Y cuanto tiempo hace de...?"
"Un año"
"No puedo creerme que todo esto haya pasado y no supiera nada..." se puso en pie tapándose la boca con una de sus manos.
Se veía la culpabilidad en su cara, pero no tenia porque sentirse así, ella tenía sus propios problemas como para estar preocupándose por un par de chicos que no son ni sus hijos ni tienen nada que ver con ella.
Así que me puse en pie y fui a abrazarla, ambas lo necesitábamos.
Estuve bastante rato con Melissa, poniéndonos al día con todo y recordando viejos tiempos, pero ella tenía que irse a trabajar y yo prepárame para el primer día de clase.
"Supongo que tú debes ser Alexa Pierce" asentí mientras el entrenador y también mi profesor de economía revisaba mi ficha "Puedes sentarte donde quieras"
ESTÁS LEYENDO
Ready Or Not (Teen Wolf)
FanfictionUna persona totalmente distinta volviendo a un mismo lugar. Volver a Beacon Hills nunca entró en los planes de Alexa, pero tras la muerte de su hermano (la única familia que le quedaba) el destino la lleva de vuelta allí. Volver a ver a Scott y Stil...