Ready Or Not (Teen Wolf)

7. Un amor como la guerra

Volver a clase al día siguiente fue una de las sensaciones más extrañas que podría haber imaginado. Era como si a pesar de estar aquí sintiera que ya me había marchado.

También me sentía mal, las dudas me hacían sentir mal porque me dedicaba a darle vueltas constantemente a los temas que no tenia claros, como en este caso era si decirle a mis amigos que me iba o por otro lado avisarles cuando ya me hubiera marchado y evitar dramas.

"Creo que tu eres la única que queda por darme explicaciones" dijo Mason sacándome de mis pensamientos.

"¿Qué?" estaba tan perdida que no tenía ni idea de lo que estaba hablando.

"Bueno, ayer estuve a punto de morir junto a Lydia a manos de un bicharraco gigante y el resto ya me han explicado cómo está el tema. Ahora entiendo porque Liam estaba tan raro"

"Ah, eso... ¿Qué quieres que te explique exactamente?"

"Oye, ¿estás bien? Suenas un poco... sin vida"

"Estoy... bien" una parte de mi estaba deseando gritar que no lo estaba, que ahora mismo quería un lavado de cerebro y empezar de cero, pero había sepultado a esa parte de mi bajo una lápida.

"¿Esto es por lo de Liam? Me contó que fuiste a su casa la otra noche, si quieres hablar de ello sabes que puedes hacerlo"

"¿Hablar de qué? ¿De qué es un capullo? ¿De que yo soy una idiota? ¿De qué hablamos exactamente Mason? Porque hay muchas maneras de enfocarlo" dije pasando de estar apagada a estar completamente furiosa, había pensado tanto en otras cosas que había olvidado lo enfadada que estaba con Liam.

Me giré tan bruscamente para marcharme que choqué contra una chica que llevaba un puñado de carteles para el baile de invierno.

La ayudé rápidamente a recogerlos mientras todos miraban el espectáculo y me largué de allí, no necesitaba seguir yendo a clase si me iba a marchar.

Ese fue el ultimo día que aparecí por el instituto y el ultimo día que mantuve una conversación con alguien porque después de aquello evité a todos y cada uno de ellos, sus llamadas, sus mensajes, sus visitas, quería crear una barrera a mi alrededor, una que fuera infranqueable y la mejor opción que se me ocurría era implantarme el recuerdo de no haberlos conocido nunca, pero aun estaba planteándome la posibilidad.

En uno de los muchos mensajes que recubrí de Mason leí como intentaba convencerme para ir al baile de invierno, quería que fuéramos juntos y pasarlo bien sin pensar en los problemas amorosos, si entendiera que no eran problemas amorosos los que me atormentaban quizás no habría mandado ese mensaje, sin embargo decidí ir, sin avisar, simplemente presentarme allí.

Me arreglé como jamás lo había hecho, quizá podía aprovechar mis últimas horas aquí y liarme con algún chico guapo, debería estar preparada.

Desde fuera podía escuchar la música y ver las luces. El aparcamiento estaba repleto de coches y aun llegaban más.

Dentro la pista estaba llena, la mayoría me resultaban conocidos, pero ningún amigo a la vista, la cosa no podía ir a peor, o eso pensaba, porque justo entonces por la puerta vi como entraba Liam con una enorme sonrisa en sus labios y cuando vi a la chica que iba con él comprendí que ella era la razón de su felicidad.

Apreté los labios y miré hacia otra parte, seria de ser una estúpida quedarme mirando esa escena y fue entonces cuando mi mirada se cruzó con la de Mason, que estaba boquiabierto.

"Estas... wooooow, si fuera hetero crearía un altar con tu cara" dijo cuando estaba a unos pocos metros de mi, siempre me había hecho gracia las expresiones de Mason, así que se me escapó una risa "¡Vamos a bailar!" añadió agarrándome del brazo y sacándome a la pista.