Ready Or Not (Teen Wolf)

9. Como empieza la historia

"¿Puedo preguntarte algo?" ya estábamos de camino a Los Ángeles cuando Malia formuló esa pregunta en un tono un poco... personal diría yo. Simplemente asentí y deje que procediera "¿Cómo era Dylan?" noté que me miró de reojo para asegurarse de si me había sentado mal la pregunta, pero nada de eso.

"Era el mejor hermano que te puedas imaginar. Seguramente cuando hubiera descubierto todo esto solo le habría visto el lado bueno a todo y con un par de bromas nos habrían invitado a tomar algo y a conocernos como si en lugar de ser yo tu hermana lo fuera él" dije con una amplia sonrisa al recordarle.

Malia también sonrió, pero no me preguntó nada más, seguramente prefería ir poco a poco. El resto del camino fuimos hablando de cosas sin importancia y de que íbamos a hacer si al llegar nos encontrábamos con ya sabíamos quién. Era algo que aunque intentáramos imaginarnos no conseguíamos visualizar.

Durante las dos horas de viaje me dio tiempo a conocer mejor a Malia y confirmar lo que ya sabía, que nos parecíamos un montón y no teníamos ni idea, fue un viaje realmente divertido, pero en cuanto vimos el cartel que decía que estábamos entrando en Los Ángeles las risas se acabaron y nos pusimos las pilas para llegar a nuestro destino.

Al ver la hora que era me imaginé que Liam ya se habría dado cuenta de que no estaba en el partido para animarle como de costumbre, pero ahí entraba en acción Mason que nos dejaría una hora de margen hasta que todos se dieran cuenta de que no había ninguna fiesta y que ni Malia ni yo estábamos por ninguna parte.

"Es ahí" dijo Malia sacándome de mis pensamientos y haciendo que me fijara en una gran casa con jardín incluido.

Había luz en el interior por lo que suponíamos que habría gente.

Notaba como estaba empezando a ponerme nerviosa y Malia que era capaz de detectar esas cosas me dio la mano, dejándome notar que ella también necesitaba aquello.

Nos acercamos hasta el timbre y antes de llamar miramos el buzón en el que ponía claramente Blackman, era aquí sin ninguna duda.

Tocamos y al segundo de sonar mi corazón se aceleró.

"¿Si?" una voz femenina contestó

"Ho-hola, ¿Katherine Blackman?" pregunté un poco trabada, pensaba que Malia hablaría, pero se había quedado muda.

"Si, pasad que voy a avisarla"

La puerta se abrió y apreté con más fuerza la mano de Malia, estaba arrepintiéndome de esto al momento de cruzar la verja y dirigirnos a la puerta principal entreabierta.

Abrimos con cuidado viendo una enorme entrada reluciente, con una gran lámpara de araña colgando sobre unas escaleras que eran dignas de un palacio.

"Hola, yo soy Maddie. Mamá dice que paséis a la cocina que ya baja" cuando dijo mamá noté como mi corazón aumentaba aun mas sus pulsaciones. ¿Esa niña seria nuestra hermana?

La seguimos hasta la cocina, alucinando con todo lo que encontramos a nuestro paso. Paredes llenas de cuadros enormes, fotos familiares que no quise mirar para no alterarme más y todo con pinta de ser realmente caro.

Una vez allí nos ofreció algo para beber, pero las dos nos negamos, tendríamos el estómago igual de cerrado.

"Buenas noches, ¿en que pue-" al escuchar la voz ambas nos giramos y cuando nos vio se le cortó el habla completamente.

Tendría sobre los cuarenta años, soy mala para calcular edades pero diría que todavía no los había cumplido. El pelo ondulado, de un rubio natural y no demasiado largo ni demasiado corto. Sus ojos eran marrones y terroríficamente iguales a los de Malia.