Ready Or Not (Teen Wolf)

24. Esa es la belleza del secreto, se supone que lo tienes que guardar

LEED ESTO QUE ES IMPORTANTE!!

Bueno pues este es el último capitulo de esta novela, pero por supuesto hay segunda parte, así que tranquilidad que esto no para. Solo recordaros que si de verdad no os queréis perder cuando empiece con la segunda parte os aseguréis que tenéis esta novela agregada a vuestra biblioteca para que cuando suba el aviso aquí os llegue la notificación y nos os perdáis nada.

DISFRUTADLO! :)

Las horas continuaban pasando y yo esperaba que las personas que consideraba mi verdadera familia aparecieran y me dieran razones para no querer morir y acabar con la agonía.

¿Así se sentiría estar muerta? ¿La más agradable y cálida siesta sin fin? Porque si es así no me importaría. Pensé mientras dejaba que el sueño se apoderara de mi sentada en el suelo junto a la cama en la que yacía mi cuerpo.

En la oscuridad comencé a ver como la luz abría camino a algo. Escuchaba risas y música, niños gritando y una especie de cascabeles.

Cuando al fin vi la imagen completa descubrí que era otro recuerdo.

"¡No puedes pillarme!" le gritaba a un muy joven Stiles, que se tomaba muy enserio su trabajo de llevarla en el pilla-pilla.

Miré en otra dirección y vi a Scott, Dylan, Theo y su hermana jugando al futbol en mitad del salón. Me fije mejor y vi que la que hacia el ruido de cascabeles era la hermana de Theo.

Seguí el ruido de voces adultas a lo largo de la casa hasta que llegué a la cocina y allí estaban nuestras madres, totalmente ingenuas sobre lo que les esperaba a sus hijos años después, ajenas a lo que a ellas mismas les iba a pasar, todas menos mi madre.

¿Cómo se podía fingir una vida de esa manera?

De repente todas las miradas se posaron sobre mí y me quedé congelada pensando que eran capaces de verme.

"Mamá... Stiles me ha tirado del pelo" me giré a mi derecha y vi que a quien miraban era a mi yo pequeña, automáticamente me relajé.

"Depende de lo que entiendas por tirar del pelo" típico de Stiles.

La oscuridad volvió a apoderarse de la imagen y me devolvió al hospital.

¿Por qué debería querer permanecer con vida? ¿Para intentar vengarme de unos padres psicóticos? ¿Para ver como mis amigos se vienen abajo cada vez más? No creo que merezca la pena continuar con este sufrimiento.

Un pitido me sacó de mis pensamientos negativos y me di cuenta que el pitido provenía de una de las maquinas que estaban manteniéndome en el mundo de los vivos.

En seguida todo se rodeó de médicos que seguían hablando un idioma inentendible para mí, pero que sonaba como si ya estuvieran cavando mi tumba.

Salieron corriendo conmigo por los pasillos, escuché algo de la sala de operaciones y no quise seguirles para pasarme otro puñado de horas sentada en la puerta de un quirófano escuchando como me daban por muerta.

Era ya de noche para cuando eso sucedió y aun no había aparecido nadie. Si habían dicho que las siguientes horas eran las definitivas y ahora ocurría esto es que no había demasiada esperanza para mí y nadie había venido a estar conmigo mientras me alejaba de la vida. Definitivamente no quería seguir perdiendo el tiempo en ese mundo.

Como si hubiera escuchado mis pensamientos apareció Theo, con la respiración agitada y la frente brillante por el sudor.

"¿Dónde está?" preguntó desesperado cuando vio que mi camilla no estaba.