El coche paró enfrente de la casa de los padres de Valentina y al rato salieron escoltados. Se metieron dentro del coche asustados.
-Valentina? Valentina, cariño, estás bien? -le preguntó su madre cogiéndole la cara entre sus manos.
-Mamá, cálmate, estoy bien -dijo ella tranquilizandola.- Los he mandado yo a buscaros, si?
-Valentina, que está pasando? -preguntó su padre serio.
-Papis... hoy vais a saber la verdad, pero tenéis que prometerme que no le diréis ni una palabra a nadie.
-La verdad de que, hija?
Respiró hondo y dio rienda suelta.
-Siempre me habéis preguntado que de dónde salía todo el dinero y las casas... -hizo una pequeña pausa para mirarlos, estaba a punto de decepcionarlos.- Soy... la otra mujer de Pablo Escobar.
Su madre reprimió un grito y en la cara de su padre se podía leer la decepción y la preocupación.
-Yo no quería meteros en esto, pero el ha insistido en conoceros y presentarse...
Su madre empezó a llorar desconsoladamente. Valentina tomó las manos de su madre entre las suyas.
-Mamá te prometo que no os va a pasar nada, lleva cuidándonos mucho tiempo -la miró sin recibir otra mirada a cambio. Dejó ir un pequeño suspiro de derrota y miró a su padre, que apartó su mirada y la dirigió hacia la ventana.
Pasaron todo el camino a la finca en silencio. Valentina deseaba poder explicarles que ahora estaba compinchada con Peña para meterlo en la cárcel, pero no podía.
Llegaron a la finca y el chofer les abrió la puerta del coche. Valentina tomó la mano que le ofreció para ayudarla a bajar y salió del coche. Escobar los estaba esperando, de pie justo al salir del coche. Respiró hondo, se metió en el papel y se dirigió hacia el.
-Buenos días -dijo Valentina dándole un pico.
-Como se lo tomaron tus papás? -dijo mirando detrás de Valentina. Ella se encogió de hombros.
-Se tienen que hacer a la idea -respondió nerviosa. Escobar le puso una mano en el hombro.
-No se preocupe, mi princesa, que yo les convenceré -le dijo antes de dejarla atrás y dirigirse hacia los padres de la joven.-Pablo Emilio Gabilia Escobar a su servicio -se presentó estrechándole la mano a su padre y después a su madre, quien apartó la mano con asco.
-Yo no me junto con narcos asquerosos como tú -soltó la madre de Valentina, Eva, con asco.A Pablo se le tensó la mandíbula, y a Valentina se le encogió el corazón.
-Bueno, señora, pues este "narco asqueroso" la mantiene a usted y a su hija, así que se verá obligada a juntarse -dejó ir. Eva negó con la cabeza.
-Prefiero vivir en la calle, por mi te quedas la puta mierda de casa esa, no quiero dinero manchado de sangre.Antes de que Pablo soltase algo más, Valentina le cogió la mano.
-Porque no dejamos este tema y hacemos ver que no ha pasado nunca? -propuso incómoda.- Y mamá, no estás en posición de rechazar.
Escobar se acercó a Eva.
-Le voy a dejar pasar esta falta de respeto, porque es la madre de la mujer que amo -le dijo.- Pero a la próxima, tendrá consecuencias.
Un hombre se acercó a Pablo y le susurró algo.
-Si me disculpan -dijo para marcharse.- Valentina, vayan al jardín, ahora vengo.
Que un hombre viniese así como así e hiciera que Pablo se fuera, solo podia significar una cosa, problemas. O bien la policia habia hecho algún movimiento o bien era un fallo interno. Tenia que ir a investigar para poder decirselo a Peña, pero antes, tenia que avisar a su madre.
-Mamá estás jugando con fuego -la avisó.
-Podriamos haber vivido humildemente sin el dinero de él! -le dijo al borde del llanto.- Por qué te has tenido que meter en toda esta mierda? Yo no te he criado así!
-Que esperabas que hiciera, mamá! -le respondió subiendo el tono de voz.- Cuando un hombre como él se encapricha de ti, no lo puedes rechazar tan facilmente!
-Nos lo hubieras dicho! Podriamos haberte ayudado! -rompió su padre su silencio.
-No lo entendéis, verdad? -dijo riendose sarcásticamente.- El mundo, no es de color de rosa. Vosotros me condenásteis a esta vida desde el segundo que me hicistéis irme de España.
-Queriamos darte una mejor vida -dejó ir su padre con una voz seria y tajante. Valentina se acercó a él.
-No papá, uno no viene a Colombia en busca de una mejor vida, uno viene aquí escapando de algo -sentenció Valentina.
Lo cierto, era que Valentina sabia porque habian venido a Colombia. Las leyes de España, no servian en Colombia. Cuando sentenciaron a su padre a 52 años de cárcel por asesinato, se fueron del país para evitar la condena.
-No te atrevas a seguir -elevó el tono de voz su padre.
-Te jode oir la puta verdad?! -respondió ella.- Te jode oir que eres un asesino de mierda que nos ha arrastrado a mi madre y a mi en las consecuencias de tus actos?!
-Valentina, ya basta, por favor! -pidió su madre.
-No, mamá -negó ella con la cabeza.- Porque tienes tanto miedo a dejarlo?! No es nadie!
-No digas ni una puta palabra más -la amenazó su padre. De repente, un hombre cogió a su padre por detrás y Pablo se posicionó enfrente con una pistola.
-Va a seguir gritándo a mi mujer en mi propia casa? -le gritó Pablo. Su madre empezó a llorar desconsoladamente, y Valentina simplemente se quedó congelada. La verdad, era que le importaba una mierda su padre, aunque a veces deseara su aceptación. La unica que le importaba, era su madre.
-Te crees que voy a dejar que un puto mierdas como tu me diga como hablarle a mi hija? -soltó mi padre.- No me conoces ni sabes lo que soy capaz de hacer.
-Cierto, no le conozco. Pero usted a mi si, y sabe perfectamente de lo que soy capaz -lo amenazó.
-Adelante, matame, ya lo ha hecho ella siendo tu puta -soltó. No podia creer lo que acababa de decir... Pablo, lleno de ira, sacó el seguro de la pistola, y apretó el gatillo disparándole en el pie. Mi padre soltó un grito, y mi madre fue a abalanzarse sobre él, cuando un hombre la paró.
-Va a seguir faltandole el respeto?! Porque le juro que le mato! -le gritó. De alguna manera, pude volver en mi.
Le puse a Pablo una mano en el brazo.
-Está bien, tiene derecho a sentirse así -le dije.- Déjalo ir.
-No está bien, Valentina! -exclamó.- No voy a dejar que se te trate así!
-Pablo, dame la pistola y hablemos bien las cosas -dijo extendiendo la mano. Tras uno segundos, cedió y se la dio. Pensó en dispararlo en el pecho, pero sus hombres le dejarian como un colador antes de poder apretar el gatillo.
Cogió la pistola y la lanzó lejos.
-Vas a curarle eso a mi padre y vamos a llegar un acuerdo para que todos nos podeamos olvidar de esto -dijo Valentina intentando calmar a todos. Su padre gritaba en agonia. Pablo hizo una señal y rapidamente se llevaron a su padre.
-Valentina, vámonos de aquí -le imploró su madre llorando. Sabía que tenía una misión, pero el bienestar de su madre era más importante que todo. Miró a Pablo, quién asintió a modo de aceptación.
-Cuando el señor esté curado, pueden irse -dijo el.- Valentina, si gustas puedes quedarte.
-Si no te importa, voy a acompañarlos y a hablar todo esto -se excusó.Un hombre vino corriendo.
-Señor, debemos irnos inmediatamente, los de la DEA tienen la ubicación de la finca y se dirigen para acá -dijo. Inmediatamente su teléfono sonó. Se apartó y lo respondí.
-Si? -respondió nerviosa.
-Salgan ahora mismo de allá! En cinco minutos entramos a la finca -le dijo Javi.
-Pablo, traedme a mi padre, lo llevaré al hospital, no nos pueden pillar a nosotros aquí -le dijo Valentina. .Al poco rato, estaban los cuatro metidos en un coche.
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𝑨𝑻𝑹𝑨𝑷𝑨𝑫𝑨 𝑷𝑶𝑹 𝑳𝑨 𝑳𝑬𝒀 - 𝐉𝐀𝐕𝐈𝐄𝐑 𝐏𝐄Ñ𝐀
FanfictionValentina es una joven española que se mudó con su familia a Colombia. No tenian dinero, así que tuvo que buscar su manera de traerlo a casa. Narcos, poder, dinero... todo eso le acabará llevando a Javier Peña.