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Valentina siguió a Javier a la salida del hospital.

-Te apetece algún sitio en concreto para comer? -preguntó el medio nervioso.
-Si te soy sincera, sólo he ido a restaurantes de lujo -sonrió con pena.- Me gustaría sentirme normal ni que sea por una noche.
-Creo que tengo un plan que te va a gustar -dijo abriéndole la puerta del coche. Valentina se subió y Javier también. Condujo y paró enfrente de un supermercado.
-Que hacemos aquí? -le preguntó ella. El Se bajó del coche y le abrió la puerta. Le ofreció su mano y la ayudó a bajarse.
-Vamos a hacer la compra para cenar -le dijo como si fuera obvio, y después añadió una broma.- Como las personas normales.

A cualquiera este gesto le hubiera parecido una gilipollez, pero a Valentina le pareció bonito y considerado. Ella anhelaba tener una familia estructurada y sana, y aunque fuera un acto sin importancia, hacer !a compra y cocinar juntos ya era más de lo que ella había visto en su casa.

Entraron al supermercado y empezaron a divagar por los pasillos discutiendo sobre que cenar.

-Pues no sé, podríamos comprar para hacer una ensalada -propuso ella.
-No way! Una cena que se pueda disfrutar  -negó él.- Pizza? -ofreció el señalando el congelador. Valentina puso cara de asco.

Fueron intercambiando ideas durante diez largos minutos.

-Que tal si te hago mi sándwich especial? -preguntó el. Ella se cruzó de brazos.
-Depende, que lleva? -preguntó ella.
-Es sorpresa -le respondió. Se sacó las llaves del coche del bolsillo y se las dio.
-Enserio me vas a hacer esperar en el coche? -se rió.
-Enserio -le respondió.

Valentina se fue refunfuñando al coche. No mucho rato después, volvió con dos bolsas. Las dejó en el asiento de atrás y condujo rumbo a su casa.

Era un piso bastante cutre, comparado con la mansión de Valentina, pero parecía más hogar que aquella casa de tantas habitaciones vacías.

Javier cogió las bolsas y entraron al piso.

No habían casi muebles, pero no era feo. Fueron hasta la cocina y el dejó las bolsas sobre la encimera.

-No no no, el chef Peña cocina solo -la regañó. A lo que ella soltó una carcajada.
-Y que propone el chef Peña que haga mientras el cocina? -preguntó ella.
-Podrias ducharte y ponerte cómoda, te dejaré ropa mía.

Fueron hasta su habitación y sacó de una comoda una camiseta verde militar y unos pantalones cortos de chándal. Ella los cogió un poco avergonzada.

-Gracias -dijo ella.
-El baño es esa puerta de allá -dijo señalandola.- En el segundo cajón hay toallas.

Y sin más, se dirigió al baño.

Se tomó su tiempo en ducharse. Se aseguró de quitarse todo el maquillaje. Se secó bien el cuerpo y se vistió.

Todo le quedaba enorme. La camiseta le llegaba a la mitad del muslo, y los pantalones más bien se le caían.  Optó por no ponerselos. Los dobló y los dejó en su habitación de nuevo, al igual que su vestido y tacones. Volvió a la cocina y no había nadie. Escuchó un ruido que parecía de una televisión y lo siguió hasta dar con la sala de estar.

Javier había preparado dos sandwiches y los había dejado en la mesita de café y estaba absorto mirando un programa. Cuando se dio cuenta de su presencia, no pudo evitar quedarse embobado mirando cada centímetro de ella.

--Y los..? -intento preguntar sin poder articular palabra.
-Me venían muy grandes -dijo ella sentándose a su lado. Se recogió el pelo en un moño despeinado, del cual se le habían escapado dos mechones de delante.- Tiene buena pinta.
-Palta, lechuga, mayonesa, pollo y huevo -respondió orgulloso.

Los dos empezaron a comer en silencio. No era un silencio incómodo y tenso, sino que más bien reconfortante y tranquilo. Eso era lo que ambos necesitaban, tranquilidad y seguridad.

-Estan buenísimo -dijo ella al acabar su sandwich.
-Ya te dije que confiaras en el chef Peña -bromeó. Se acercó a ella y con su pulgar limpió la comisura de sus labios.
-Perdon, suelo ser muy bruta comiendo -se sonrojó.
-Perdon porque? Me gusta esta Valentina natural y real -dijo el. Ella sonrió aliviada.- Quieres que veamos una película?

Accedió y puso una película cualquiera. Peña abrió sus brazos y le hizo un gesto para que se acercara. Valentina lo hizo y el la rodeó en sus brazos.

Valentina se sentía segura y Peña no cambiaría por nada lo que esa chica le hacía sentir.

Iban riéndose a lo largo de la peli y se echaban alguna que otra mirada, con la esperanza de que uno de los dos diera el primer paso.

Al final, Javier se cansó de esperar y decidió tomar el las riendas. Aprovechó una de esas miradas, para cogerla suavemente de la barbilla, colocando sus caras a escasos centímetros y la besó.

Los dos habían besado a muchas personas, pero ningún beso había sido como ese. Eran como rusos artificiales y a la vez calma.

Se besaron sin prisa, y dejaron que sus bocas se descubrieran con calma.
Javier la cogió de la cintura y la sentó a horcajadas encima suyo. Parecían dos adolescentes. Ella enredaba sus dedos en su pelo, y el le apretaba el trasero con ganas de más. Ambos necesitaban más.

Peña deslizó su mano por el tanga negro de encaje de Valentina, que ya estaba empapado. Hacia movimientos justo en el punto de placer que hacia que a Valentina se le escapasen gemidos entre beso y beso. Introdujo un dedo y luego otro. Jugaba con ella haciéndola disfrutar como nadie lo había hecho. Iba mucho más allá del sexo.

La cogió con destreza y la llevó a la habitación.

-Estas segura? -le preguntó entre jadeos. Ella asintió. Sacó un preservativo de la mesilla y se desvistió. Valentina admiró cada centímetro de el. Se miraban como si de la obra de arte más bella se tratara.

Se colocó el preservativo y entró en ella lentamente, para después ir cogiendo un ritmo más y más acelerado. Ella clavó sus uñas en su espalda dejándole arañazos y el marcó su cuello.

Después de un rato, ambos llegaron al clímax. Se quitó el preservativo y se puso sus boxers y Valentina su tanga.

Javier abrió las sábanas de la cama y se metió.

-Ven -le dijo. Valentina se acurrucó en su pecho.
-Creo que ha sido la primera vez que un hombre me ha hecho terminar -dijo ella. Y ambos se rieron con complicidad. Javier la besó con dulcura.
-No será la última vez -le dijo con una sonrisita orgullosa.

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AAAAAAA QUE OS HA PARECIDO MI PRIMER SMUT?
Iré mejorando, lo prometo, es la primera vez que escribo algo así.

Apoyad la historia porfis, os amo 🤍🤍🤍

𝑨𝑻𝑹𝑨𝑷𝑨𝑫𝑨 𝑷𝑶𝑹 𝑳𝑨 𝑳𝑬𝒀 - 𝐉𝐀𝐕𝐈𝐄𝐑 𝐏𝐄Ñ𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora