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Valentina encendió la radio mientras Javier conducia hacia su libertad. De repente, un 4x4 les adelantó y se paró enfrente suyo, haciendo que Javier tuviera que dar un volantazo y frenar el coche.

-What the h..? -se quejó en voz alta Javier. Miró a Valentina y le preguntó que si estaba bien, a lo que respondió que si.

Ambos sabian lo que estaba ocurriendo, pero antes de que pudieran hablarlo, bajo el mismo Narco del coche.

Javier se quedó parado, lo tenia ahí, podía arrestarlo o matarlo, pero ambos sabian que no iba a pasar, su prioridad era poner a salvo a Valentina.

-Vamos mister agente, devuélvame a la chica, se está metiendo en algo muy gordo por una mujer -le gritó Escobar. Javier cargó el alma y se dispuso a bajar. Valentina lo paró cogiendolo del brazo.

-Javier, no vas a ganar, los dos sabiamos que esto acabaría -le dijo ella. Javier le apartó la mano, tecleó algo en su teléfono y abrió la puerta del coche.

-Y una mierda -respondió antes de bajarse. Apuntó al narco con la pistola y los escoltas de este lo apuntaron.

-Sea un poco sensato y baje el arma, le llevo ventaja -le dijo con superioridad.

Se empezaron a escuchar sirenas de coches por todas partes.

-Seguro? -dijo Javier con una sonrisa y sin bajar el arma. 

Al acabar la frase, estaban rodeados de coches patrulla y empezaron los tiros.

Valentina se pasó a la parte de atrás del coche y se agachó. Al rato, ella escuchó a Escobar maldiciendo, levantó un poco la cabeza y vio como lo estaban esposando con todos sus escoltas abatidos en el suelo. 

Javier entró en el coche repleto de sangre . Miró hacia atrás, apoyandose en el respaldo del asiento del copiloto.

-Estás bien? -le preguntó preocupado. Estaba tan en shock, que Valentina simplemente consiguió mover la cabeza para decirle que sí. Condujo y entre una eternidad y una milésima de segundo llegaron a casa del agente de la DEA.

Javier bajó del coche y se dio cuenta de que ella seguia dentro del coche, en la misma posición que antes. Abrió la puerta trasera y la miró con pena. 

-Vamos a dentro? -le preguntó con un tono dulce. Ella lo miró, como si la hubiera sacado de su mundo. Y es que, sí, la habia sacado de su mundo. Estaba disasociando y la había traído de vuelta a esta mierda de realidad. Se derrumbó y empezó a llorar.

"Mierda" murmuró Javier. La cogió en brazos, cerró la puerta del coche y la entró a casa. La dejó en el sofá y la tapó con una manta. Valentina no podía parar de llorar, y ni ella sabía porqué. Javier sabía que necesitaba sacarlo todo, así que fue a la cocina y le preparó un té. Se puso enfrente suyo y le levantó el rostro posando un dedo bajo su barbilla. Le secó con el pulgar las lágrimas.

-Toma esto e intentemos encontrar una manera de relajarte, si? -le preguntó el agachándose hasta su altura. Ella asintió y cogió la taza. Javier le dio un beso en la frente.- Bien.

Se levantó y se sentó a su lado, la rodeó con un brazo y la atrajo hacia el con suavidad. Ella posó su cabeza en su pecho y de alguna manera, gran parte de su tristeza, preocupaciones y ansiedad, se fue disipando. 

-Gracias -susurró Valentina.

-Porqué? -preguntó. Ella simplemente encogió los hombros.

-No lo sé, por hacerme sentir bien -le dijo mirándolo.- Me siento a salvo y completa contigo.

Javier sonrió. Por mucho que con ella fuera un blandito, seguía siendo él, y le costaba decirle todo lo que sentía. Pero tenía otras maneras de demostrarlo sin palabras. Así que le acarició la mejilla con dulzura y le dio un beso.

-Me equivoco en muchas cosas, pero contigo no voy a hacerlo -le dijo-, haré que esto sea para siempre.

Ella lo abrazó, un poco más calmada ya.

Escobar estaba en la cárcel y ella estaba ahora con el amor de su vida, que podía salir mal?

𝑨𝑻𝑹𝑨𝑷𝑨𝑫𝑨 𝑷𝑶𝑹 𝑳𝑨 𝑳𝑬𝒀 - 𝐉𝐀𝐕𝐈𝐄𝐑 𝐏𝐄Ñ𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora