El príncipe de corazón necio

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Juliette

—¿Qué es lo que quieres que haga? — le pregunto a Oliver cuando entro al comedor. Desde la cocina ya llegaba un olor tan agradable que hacia que el estómago me gruñera. Oliver me indica que cierre la puerta del comedor y luego señala la silla su lado.

—¿Recuerdas que querías inscribirte a un baile de debutantes con Thea? — me pregunta acomodándose su traje. El baile de debutantes era un baile para el cual diversas institutrices te preparaban para presentarte ante la sociedad junto a otro grupo de chicas. Algunos chicos también asistían normalmente los hermanas de las chicas y uno que otro se terminaba casando con alguna de las chicas. Básicamente era un sistema para encontrar esposo o esposa.

—El mismo que me dijiste que era mala idea, sí, claro que lo recuerdo. — solo había querido ir a ese baile porque Thea no quería ir sola, pero Oliver había sido muy insistente en que todavía no tenía edad suficiente para ir a uno, aunque la mayoría de las chicas en el baile de debutantes tenían entre 15 y 18 años.

—Bueno ese. — dice Oliver checando su reloj. — Te he inscrito a uno, claro solo si quieres ir.

—¿Por qué? — le pregunto sin saber porque había cambiado de opinión.

—Ayer desplegué un nuevo equipo de espías sleeterianos por toda la ciudad. — las palabras de Oliver eran tranquilas, pero su voz era profunda. Estaba cumpliendo su promesa, me estaba involucrando en los temas importantes. —  Incluso las personas que nos van a estar ayudando en la casa son de Sleet, llevan años en Fraser encubierto, así que puedes estar tranquila con ellos. El caso es que ayer uno de los espías me dijo que el rey debía de estar muy enfermo, me informaron que no ha salido del palacio en casi dos semanas y que el doctor ha entrado múltiples veces en el tiempo que no ha salido.

—¿Y qué tiene que ver eso con el baile de debutantes? — le pregunto a Oliver y quedándome sorprendida por todo lo que había investigado en un solo día de trabajo.

—¿Qué pasa si un rey muere, pequeña Juli? — me pregunta usando mi apodo de la niñez. 

—Alguien lo sucede. — respondo uniendo los puntos. — Pero si tiene a alguien con quien reinar, el cambio de rey a rey es menos conflictivo.

—Así es pequeña Juli, quiero que investigues todo lo que se escucha sobre el príncipe Kendrick buscando esposa en el baile de debutantes. — dice Oliver con esa sonrisa de satisfacción que cuando iba dirigida a mí me daban ganas de golpearlo en la cara.

—¿Y cómo sabes que la buscará en el baile de debutantes al que me inscribiste? — le pregunto mirando por la ventana. Era una mañana fría, lo que hacia que la niebla bloqueara casi toda la vista al bosque.

—De ahí salió la reina anterior, el rey se presento hace dos años al cierre del baile, supongo que le agrada bastante ese baile de debutantes en especifico. — me asegura, pero para este baile necesitaría de él yendo conmigo en algunas ocasiones, con lo ocupado que estaba Ollie a veces, no sabía si esto funcionaría. — ¿Qué dices?  — me pregunta poniendo toda su atención en mí. No era algo que me emocionará hacer, pero sin duda era una gran oportunidad para que Ollie me comenzará a incluir en los asuntos importantes y que cuando regresáramos a Sleet tal vez pudiera entrar a alguna de las cortes.

—Lo haré. — le aseguro

—Perfecto, hoy es la primer reunión. — dice poniéndose de pie y volviendo a abrir la puerta del comedor. — Por cierto, encontré esto. — dice poniendo el pañuelo, ya limpio que el extraño me había dado cuando me ayudo a limpiarme después de haber caído y llenarme de lodo. En el pañuelo se leía el nombre del extraño, Kenny.

La Forastera y el PríncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora