─ chapter ten

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— GIANNI, CORAZÓN, ¿DÓNDE ESTÁ EL BOLSO DE ALLEGRA? Así le preparamos una meme antes de ir a la visita.

— Está en la mesa de la cocina Cathy. —respondió Gianna dejando de mirar la valija que estaba abierta en el piso frente a ella para colocar su mirada en la puerta de la habitación que le había tocado con su hija— También está el bloqueador ahí adentro, hay que ponerle un poco porque pega bastante fuerte el sol acá.

— Perfecto, ahora mientras Ori le prepara la leche yo le pongo bloqueador.

— Gracias Cathy. —la mujer venezolana le dedicó una sonrisa afectuosa antes de alejarse hacia la cocina, dejando a la chica con su tarea nuevamente.

Unas horas atrás las dos mujeres Dybala habían llegado a Qatar, siendo recibidas por Oriana y su madre, Catherine Fulop, quien tan solo ver a Allegra se había acercado para llenarla de besos y abrazos. Desde que Allegra había nacido, Catherine la había tomado como su nieta, viendo también a Gianna como una hija más, la mujer tenía adoración por la chica desde que la había conocido gracias a la relación de Oriana y Paulo, y ni que hablar de la adoración que tenía por Allegra.

Era veinticinco de noviembre, al día siguiente se llevaría a cabo el partido de Argentina contra México, y siendo el día previo al partido les habían dado unas horas para visitar a los jugadores en el predio de la Universidad de Qatar donde se estaban quedando. Mientras Oriana y Catherine pasaban tiempo con Allegra, Gianna aprovechaba a ordenar sus valijas para ya dejar todo armado antes de irse con ellas para ver a Paulo y los demás.

Junto a Oriana se estaban quedando en un departamento que estaba cerca del centro de Doha, todo gracias a Osvaldo Sabatini que les había dado una mano en la búsqueda, encontrando una opción perfecta para las tres. Ni bien habían bajado del avión, la cordobesa había recibido un mensaje de Paulo preguntándole como estaban y como había estado el vuelo, aunque no había sido el único, porque Julián también le había escrito queriendo saber lo mismo, queriendo saber como se sentían, como estaba Allegra y si había sido un viaje complicado. Gianna no había podido evitar el revoloteo que sintió en su interior ante ese simple gesto por parte del portador de la camiseta número nueve, repitiéndose a sí misma que solo eran amigos, que no viera cosas donde no las había.

La de ojos claros soltó un quejido cuando se puso de pie, sintiendo como se le habían acalambrado las piernas por haber estado tanto en cuclillas, tomando su teléfono que estaba en la cama para ir hacia la parte de la cocina. Gianna sonrió al ver a Allegra sentada mientras Catherine terminaba de pasarle el bloqueador y Oriana guardada la mamadera con la leche caliente en una bolsita térmica para que se mantuviera la temperatura.

— ¿Ya estás Gia?

Ante la pregunta de su cuñada, la cordobesa asintió— Ya dejé todo acomodado, así después no me vuelvo loca buscando las cosas.

— Vamos yendo entonces, Caro y Agustina me dijeron que ellas ya estaban saliendo, así que estamos bien de tiempo.

— ¿Vamos mi amor? —Gianna se agachó frente a Allegra, colocándole un piluso de su tamaño que combinaba con el color de su ropa. La nena asintió, estirando sus brazos para que su madre pudiera alzarla a upa.

Así, las tres se dirigieron hacia donde estaba estacionado el auto que habían alquilado para poder movilizarse sin problema, Catherine ayudando a llevar el paragüitas de la nena mientras Oriana llevaba el bolso con todas sus cosas y un bolso con el equipo de mate. En el viaje hacia la Universidad, Catherine se había puesto a hablar con las chicas sobre como iban a ser las cosas en Por el Mundo Mundial, los lugares que iban a visitar, y de qué iba a ir la visita a la que Oriana había sido invitada. La modelo ya le había comentado un poco sobre eso a Gianna, y la cordobesa iba a acompañarla con Allegra, pero ellas dos iban a quedarse fuera de cámara mientras los demás hacían el programa.

DELICATE | julián álvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora