─ chapter twelve

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— ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?

— ¡BOLUDO NO ME ASUSTES ASÍ! —ante el grito de Julián, Enzo soltó una carcajada, adentrándose en la habitación que compartían para cerrar la puerta detrás suyo— ¿No era que te ibas a tomar mates con los demás?

— Sí, pero me olvidé el teléfono acá y en un ratito voy a llamar a Valu para hablar con ella y Oli. —explicó el más joven, acercándose a su mejor amigo con una sonrisa de lado— ¿Y eso?

— Nada. —murmuró Julián en un intento por esconder lo que tenía entre sus manos debajo de su almohada.

— Nada las bolas, deja de hacerte el pelotudo y mostrame que estás escondiendo.

Julián apretó sus labios en una delgada línea, soltando un suspiro derrotado para finalmente sacar sus manos y el objeto de debajo de la almohada, sabiendo que Enzo no iba a dejarlo tranquilo hasta que no lo hiciera— ¿Feliz? —cuestionó evitando la mirada del más joven.

— Es uno de los libros de Gianna, ¿estás leyendo sus libros? —Enzo lo observó con una sonrisa, sentándose a su lado, para ver que era similar al que Valentina había comprado semanas atrás— ¿Desde cuando lees vos? —volvió a preguntar soltando una risa.

El cordobés colocó sus ojos en blanco— Si soy de leer culiado, que vos no me veas hacerlo son dos mangos aparte, aunque este no es el estilo de libros que suelo leer.

— ¿Y qué haces leyéndolo entonces?

— Porque lo escribió Gianna, y es algo que le interesa, es parte de ella y se nota lo mucho que le apasiona todo el tema de la escritura y las historias. Quiero leerlos para poder entenderla un poco más, para conocerla más, y fuera de joda me está gustando mucho, aunque el otro me gustó más.

Enzo lo observó alzando una ceja— ¿Leíste el otro también?

— Sí, lo terminé antes de llegar a acá. —murmuró Julián sintiendo como su rostro se ponía todo rojo ante la risa de su mejor amigo— Gianna escribe muy bien, tiene muchísimo talento y se nota que deja todo de ella en lo que escribe, posta te hace sentir parte de la historia.

— Ah bueno, pero estás hasta las manos vos.

— Ni se te ocurra decirle a los demás sobre todo esto, ¿estamos? Lo que menos quiero es que me empiecen a joder con esto, se suponía que nadie iba a saber. —Enzo asintió, haciendo con su mano un gesto como si tuviera un cierre en su boca— A nadie, Enzo, ni siquiera a Valentina.

— No digo nada, te lo juro. —el jugador del Benfica ladeó su cabeza ligeramente— Ahora que los pibes no están y estamos solos, ¿qué onda con Gianna? La otra vez, cuando estábamos todos en Mar del Plata dijiste que te gustaba pero que no ibas a hacer nada, ¿seguís con esa idea?

Julián negó con su cabeza, dejando el libro a un lado, marcando la página en la que se había quedado leyendo— Ese mismo día, después de que todos se fueron, hablé con Leandro, viste que es re cercano a Paulo y Gianna, y a Alle. —Enzo asintió para que continuara hablando— Bueno, me habló un poco de ella, me dijo que Gianna quedó dolida por lo que pasó con el padre de Allegra y que esa relación la hizo perder la confianza, por eso ella dice que no quiere saber nada. Pero que por dentro a Gianna le encantan todas esas cosas y que es el miedo de ella el que habla, que debería intentarlo con ella, de a poco obvio, pero que no me rinda porque según él puedo ser la persona que Gianna y Allegra necesitan. —finalizó con una pequeña sonrisa.

— Apoyo totalmente a Leandro en eso. —declaró Enzo sonriendo— Fuera de joda, si no supiera todo lo que pasa y fuera la primera vez que los veo a los tres juntos pensarían que son una familia. ¿Viste la debilidad que tiene Allegra por vos?

DELICATE | julián álvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora