22. En el abismo

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Después de que Suki entrara en aquella crisis nerviosa y antes de ser sedada, pudo decir que Zero y Kumo eran las mismas personas. En cuanto esas palabras habían sido pronunciadas Sesshomaru salió de la habitación, debía de encontrar a su esposa e hijo.

El hombre no escuchaba razones ni a nadie, pero fue detenido abruptamente por Koga y compañía, estaba actuando precipitadamente y nada bueno saldría.

-¡Aparátense de mi camino o juro que los voy a matar!

-¡No seas imbécil Sesshomaru!- dijo está vez Inuyasha- no sabemos en realidad si Rin está en ese lugar en donde dijo esa mujer ¿Qué tal si es una trampa?

-¡Maldita sea! ¡¿Qué no entienden?! ¡Mi esposa y mi hijo están en grave peligro, esa maldita les hará daño!

-¡Tu esperarás y te calmarás!- gritó Irasue- algunos hombres ya están yendo a la cabaña en donde dijo Suki que podría estar Rin con esa enferma de Zero.

-¡No me puedo quedar con los brazos cruzados! ¡Quiétenme las Manos de encima, maldita sea!- gritaba el hombre histérico.

Fue en esos precisos momentos cuando Sesshomaru recibió una llamada del teléfono de Rin a su celular, el ambiente se volvió tenso y Sesshomaru respondió a la llamada.

-Rin- contestó.

-Me parece tan romántico y estúpido a la vez que creas que soy Rin, de verdad que esta putita te tiene colado ¿No es así?

-Eres una maldita infeliz Zero, te juro que si le hiciste algo a Rin…

-Te callas estúpido, tú a mi no me dices nada. Tu estúpida puta y tu bastardo aún siguen con vida, bueno más bien Rin porque ahorita se estaba quejando de un dolor en el vientre quizás ese engendro estalló en su vientre- rio.

-¡¿Dónde está Rin?!- gritó.

-A eso voy, supongo que la traidora de Suki les dijo en done podría estar ¿No? Hasta para eso es imbécil. Te concederé un sólo deseo, para que veas que soy buena persona- suspiró-  te mandaré las coordenadas, pero escúchame bien estúpido, no vengas con nadie más porque si no aceleras la muerte de tu puta y del feto ¿Y no quieres eso verdad?

-Haré lo que quieras, mándame las coordenadas.

-Así me gusta, que la basura sepa en donde está su lugar. Te tienes que apurar, porque si no estás en menos de dos horas aquí, pues te cumplo la promesa de mandarte al feto en una cajita de zapatos.

Zero colgó y de inmediato Sesshomaru se apresuró a su estudio para sacar un arma que tenía en la caja de seguridad.

Todos estaban atentos a los movimientos del joven Yanai, en específico su madre y hermano.
-¿No pensarás ir ahí solo verdad? Sesshomaru- Irasue fue ignorada- ¡Sesshomaru te estoy hablando!

-Sabes perfectamente la respuesta Irasue, para mí no hay nada más importante que Rin y mi hijo me importa un diablo que pase conmigo.

-¡Zero te va a matar y también a Rin y al niño!- gritó desesperada la mujer.

-Esa maldita no tocará a Rin y ni a mi hijo, te lo juro, si me he de ir al infierno ella vendrá conmigo.

-¡Sesshomaru escucha los disparates que estás diciendo!

El celular del hombre sonó con un mensaje de las coordenadas en dónde se encontraba Rin, así que debía de apresurarse.

-Dame tu teléfono celular Irasue.
Irasue sin pensarlo le dio lo que su hijo pidió, después de algunos movimientos y ajustes Sesshomaru le entregó su teléfono.

MonsoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora