Capítulo 2

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-No puedo irme contigo así por que así, mis amigos están por aquí- dice señalando a King y Diana bailando a pocos metros.

-No saldremos juntos, te espero afuera.

-Vine con alguien.

-Le dirás que te sentías mal y pediste un taxi, te veo afuera en 5 minutos, camioneta roja con las luces encendidas.

Antes de darle tiempo a seguir poniendo peros, Arthur deja un billete sobre la barra y se levanta de la silla, camina entre la multitud y pronto desaparece.

-¿Quién se cree este tipo?- dice Merlín mientras termina su bebida. Ve unos segundos en dirección a la salida, busca a sus amigos entre los cuerpos danzando. Lo cierto es que no quería seguir en ese lugar, pero sentía remordimiento por dejar sólo a Escanor. Piensa si volver a la mesa y decirle una mentira, pero él jamás la dejaría marchar sola.

¿En serio estaba pensando ir detrás de Arthur Pendragon?

-¿Has pensado en la posibilidad de que me gustes?

No podía hablar en serio, seguramente era alguna ridícula estrategia de conquista, no era el primer pretendiente que rechazaba, pero el hecho de que todos sus amigos parecían seguirle la corriente al pelinaranja, le da una pequeña espinita de dudas.

Toma su celular y camina en dirección a la salida, mientras textea a Escanor y a Elizabeth. No era una niña, no tenía ningún sueño bobo de encontrar un príncipe azul, pero por unos instantes le parece divertido seguir aquel juego.

En el estacionamiento no tarda mucho encontrar el auto que le describió, las luces parpadean y la puerta trasera se abre, ella se asoma y observa a Arthur acomodado en el asiento y a uno de sus acompañantes habituales, un pelinegro de cabello largo llamado Nanashi en el asiento del conductor.

-No te ofendas pero pensé que tendrías un auto más lujoso.

-Está camioneta es de un amigo- responde mientras le ayuda a acomodarse, y cierra la puerta para que el auto se ponga en movimiento, en tanto quita el antifaz que ha estado usando y lo arroja hacia la parte de atrás- Obviamente mi deportivo llamaría demasiado la atención- Merlín ve un poco nerviosa el interior de aquel auto y el rostro de su chófer por el retrovisor- Descuida Nanashi es de mi entera confianza y tampoco te estoy secuestrando.

-¿Entonces me seguiste toda la noche o alguien de la oficina te contó nuestro plan?

-Lo segundo- responde tranquilo.

-¿Y bien, a dónde vamos?

-No lo sé, sólo quería sacarte de allí y poder hablar contigo.

-Hablas conmigo todos los días.

-No de la forma que me gustaría, además se que es algo cliché, pero te traje un regalo esta noche- dice mientras saca una pequeña caja.

-¿Chocolates?

-Supe que te gustan, Meliodas lo mencionó una vez- Merlín mira la caja sorprendida.

-¿Son originales? Estos chocolates... cuestan una fortuna...

-Y siempre están agotados en todas las tiendas- le sonríe- No fue fácil conseguirlos en especial para San Valentín, pero con los contactos adecuados, fue posible.

-Te seré honesta, jamás he probado uno de estos.

-Siempre hay una primera vez para todo, adelante puedes abrirlos.

La pelinegra le toma la palabra, la caja contenía apenas 4 unidades y estaba segura que debieron costar su sueldo de un mes al menos. Sin darle mucha importancia a la mirada violeta que acompaña cada uno de sus movimientos, toma uno y lo lleva a su boca.

Chocolate (Historia de San Valentín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora