—¿Perdón?
Empezamos mal
—¿qué es lo que más te gusta?—insistió.
¿Como le digo que estoy obsesionado con las plantas?
—Bueno...—comí una galleta—no es la gran cosa ¿saben? no creo que les interese.
—No digas eso—rió Sam—por supuesto que nos interesa, ¿no es así chicos?
Como Erik le estaba traduciendo todo a Daniel, ambos asintieron.
—Es que...
Diablos, Diablos, Diablos.
—Yo, esto...
Daniel toco el hombro de Samantha y le dijo algo.
—Adler—dijo Sam—Dice Daniel, que si te gustaría que nos presentáramos nosotros primero, ¿que dices?
—SI—dí un salto. Los tres me vieron extrañados—quiero decir, si, si me gustaría.—mierda, dije eso muy fuerte.
—de acuerdo...—Sam junto sus manos y agarro aire—¡Bien! yo empiezo—se puse de pie frente a su silla—Las cosas que más me gustan son los días soleados y los peces
—Es verdad, tiene una pecera enorme en su habitación—comentó Eric mientras bostezaba.
—Lo que más me gusta, en cuanto a comida, son todo aquello que involucre fresas, en especial la leche sabor a fresa, es simplemente mi favorita—se agarró las mejillas y siguió—Mi cumpleaños es el 13 de Marzo y lo que más me gusta hacer es—miró al suelo algo avergonzada—dormir...me encanta dormir y no me gusta que me despierten.
Eso me sorprendió. De vista, yo deducía que Samantha era la típica chica popular extrovertida, aplicada y perfeccionista pero resultó ser lo contrario, es una chica tímida, que le gustan las fresas y su hobbie favorito es dormir.
—Eso es todo—Sam volvió a sentarse—Eric, es tu turno.
—Bueno—se enderezó un poco—Ehhhh entre las cosas que me gustan, ehhhh
—Pero ponte de pie—quejó Sam.
—Pero Sam—ella le lanzó una mirada mortal—bieeeeen.—se puso de pie y siguió—veamos.
Se cruzó de brazos y vio hacia el techo unos segundos, como si estuviera buscando que decir.
—Ya lo tengo—quitó la vista del techo—Las cosas que más me gustan son el dinero y la música
Y guardó silencio.
—¿Y que es lo que no te gusta?—cuestioné
—No tener dinero y no escuchar música
—Entiendo...
Después de eso hubo un silencio incomodo por unos instantes
—¡Ah si!—soltó Erik de la nada—En cuanto a comida, no tengo una favorita, cualquiera esta bien.
Vi como sam dejó salir un suspiro cansado.
—¿no se te olvida algo?—señaló Sam con rostro agotado.
—Ehhhhh—Erik se rascó la nuca—Mi cumpleaños es el 17 de Octubre, lo que más disfruto hacer es limpiar debido a eso, también me desagrada el desorden, supongo que eso es todo—después de haber dicho eso, se recostó en la paleta de su silla.
Yo me había hecho la idea de que Erik era un chico relajado y holgazán, y resultó que entre sus hobbies se encontraba la limpieza y el orden.
Me sentí mal conmigo mismo por haberme dejado llevar por sus apariencias y haberlos etiquetado con estereotipos injustos, obviamente ellos no lo sabían pero por dentro, me moría de vergüenza. Me disculpe mentalmente con ellos.
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Palabras que nunca salieron de tu boca
Teen FictionAdler, un chico de 16 años repentinamente se muda con su padre con la intención de volverse más cercanos antes de que cumpla sus 18 años y allí sucede algo completamente inesperado... ¡¡se enamora por primera vez!! Ahora el inocente Adler, junto con...