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Akemi tomó su mano y lo guío para evitar que el mayor tuviese una crisis por la oleada de personas que se presentaban hoy en el evento de su autora favorita y más reconocida escritora a nivel internacional.
"Quizás el ascensor no sea seguro... Debo tener cuidado." Pensó mientras miraba desconfiada el ascensor que llevaba al piso más alto del hotel. Estaba examinando con su mirada los posibles riesgos y no tenía la más mínima intención de arriesgarse. Sentía la necesidad de protegerlo, y parece que demasiado.
Maki la observó y de sus labios salió una sonrisa tierna, demasiado tierna. Sabía lo que trataba de hacer la menor, y si bien, él no era un niño al que debían cuidar, pero no sabía cómo comunicar eso con ella.
Antes no había tenido el impulso o la motivación para querer comunicarse verbalmente con alguien, pero ahora, Akemi le estaba dando unas cuantas razones para hacerlo.
Maki la toma de la mano y aprieta suavemente de ella para que lo mire. La menor capta la señal y gira en su dirección para saber que está mal, pero en cambio, el mayor saca su teléfono y busca las notas para comunicarse con ella.
— "Realmente no tienes que cuidarme tanto." — lee en voz alta mirándolo con tranquilidad. — Odiaria que algo te pasará por mi culpa, así que estoy siento atenta y cautelosa...
Maki vuelve a escribir.
— “Tomemos el ascensor, no te preocupes demasiado.” — Akemi miró el ascensor una vez más con duda. — Está bien...
Ambos suben al ascensor, uno al lado del otro, tomados de sus manos. Akemi al ver que las puertas se cierran comienza a sentirse nerviosa, el ascensor sube y la menor se aferra al mayor sin darse cuenta. Maki la mira y puede ver cómo aprieta los ojos y su mano tiembla casi vulnerable, entonces se acerca a ella algo dudoso y la abraza tomando su cabeza, a la que a su vez, colocaba en su pecho para cubrir el rostro de la menor.
Ella al sentir este tacto y la calidez de su cuerpo comienza a sentirse más tranquila y su cuerpo deja de temblar de miedo.
Cuando llegaron al último piso y las puertas del ascensor se abrieron automático, Akemi seguía aferrada a él, temiendo que ambos cayeran si alguno se movía. Maki la tomó de la mano y la guío hacia afuera ya que ella no se resistió.
— No le cuentes a nadie de mi pánico a los ascensores...
Maki asintió decidido.
Ambos sonrieron cómplices y siguieron su camino con toda normalidad. Akemi sacó de su bolsa un folleto al que entregaron especialmente a ella, dónde decían el número de la habitación en la que se encontraría con Hirota Ame. Claro que, ella no debía estar allá abajo como ustedes piensan. Aunque es algo sencillo de explicar.
Al Akemi haber pagado una entrada VIP para poder ver a Hirota Ame eso conllevaba a tener un encuentro con ella, a recibir libros firmados por ella y tener una charla de aproximadamente unos tres horas. Esto costaba un cantidad bastante exagerada de dinero, pero para Akemi esto era lo de menos, mientras sus padres pudieran ver a su adorable niña feliz, harían lo posible. Y aquí está.
Ambos llegaron al sitio estipulado, y era una suit privada. Lo más probable era que, Hirota Ame se quedará en ella.
— ¿Es aquí? — indaga la menor revisando el folleto. — Creo que sí. Ahora debemos esperar a Ame aquí...
— Buenas tardes.
Ambos giraron hacia atrás, una mujer alta vestida absolutamente de negro los miró pero su mirada quedó en uno de ellos en particular, frunció el ceño y dicha persona hizo una negación con su cabeza, por lo que la susodicha giro su mirada a la menor y le sonrió.
— Usted debe ser Hasuki Akemi, ¿No es así?
— Sí... Ahm, tengo una duda, ¿Por qué estamos en un penthouse? Creo que el número de habitación está mal...
— No es así, Señorita. Aquí es donde se hospeda la Señorita Hirota, pero ella decidió el lugar en el que se encontraría con usted. El lugar fue cambiado por ella.
Akemi no podía creer lo que estaba escuchando, estaba tan feliz que saltó y tomó la mano de Hirota mientras lo miraba.
— ¡¿Escuchaste eso?! ¡Conoceré a Hirota Ame!
Maki miró a la mujer y está le regaló una sonrisa acompañada de una reverencia.
Un día antes, al llegar a su casa, Maki había decidido llamar a su hermana mayor, ya que por lo general está trabaja y siempre esta solo en su casa mientras sus padres viven en Alemania, su hermana mayor es su tutora y rara vez se le ve en casa, pero como tenía un evento en la ciudad era claro que se le encontraría en la comodidad de su hogar. Maki la encontró sentada en el sofá con una taza de café amargo a un lado y un montón de libros con su clara firma al otro lado de ella, no dudo mucho en pensar que estaba trabajando.
Su hermana mayor lo vió llegar y lo llamó para que se sentará a su lado. Uno de sus métodos de comunicación eran que Ame le preguntaría a su hermano menor algunas cosas y él solo debía escribir en su teléfono la respuesta.
Claramente el menor tomó está oportunidad para decirle a su hermana que iría a su evento. Esto por supuesto la tomó por sorpresa.
— Pensé que no te gustaba ir a mis eventos, ¿Cuál es la razón ahora...? Oh, irás con alguien... ¿Quién es esta persona...?
El menor escribe en el teléfono y le muestra.
— "Kemi" ¿Quién es Kemi? ¿Es una de tus compañeras?
El menor asiente.
— Ella irá al evento y tú la vas a acompañar, ¿Estás bien con eso? Creo que habrá mucha gente allí. — la mayor acercó su rostro al teléfono y leyó en voz alta — “Mientras esté con ella no creo estar en malas manos.” Me alegra mucho que finalmente tengas un amigo, Riki, ¿Qué quieres que haga por ti?
Maki sonrió ampliamente y abrazó a su hermana antes de hacer su petición, Ame observó la acción de su hermano algo anonadada ya que Riki no era de contacto físico, pero sentía un poco de alegría ya que hace mucho que no había abrazado a su hermano así.
— “Kemi es una gran fan tuya y quisiera que pudiera tener una cena privada contigo.” Ya veo, quieres hacerle un regalo a esta chica. Eres mi hermanito así que haré lo que este en mi manos para ayudarte.
Maki sonrió felizmente, su objetivo había sido un éxito y podría tener una cena con Kemi y su hermana mayor.
