Kim finalmente pudo entrar a ver al omega.Éste estaba dormido y rodeado de máquinas y con muchos medicamentos que le eran administrados por vena.
En la panza tenía unas cintas conectadas a un aparato, el cual una enfermera omega le dijo que eso era lo que controlaba los latidos del bebé.
Esta se imaginó que Kim era su alfa y el padre del bebé, al ver la mordida de Porchay y porque también de ver al empresario allí, a su lado, tan afligido, entonces dio a un botón y le mostró el sonido de los latidos.
-Son algo débiles aún pero su bebé lucha por vivir.
El alfa sintió muchas cosas al escucharlos, sintió sorpresa, sintió pena, sintió miedo pero también sintió orgullo y algo que jamás creía que sentiría, quería que ese bebé se curase, que los dos lo hiciesen y que estuviesen de nuevo en la casa.
Otra enfermera apareció y le dijo que era mejor que fuese a tomar algo, que Porchay necesitaba descansar, así que salió y se fue con Joong a la cafetería.
-Estás muy callado, ¿Qué te ocurre?.
-Se veía tan frágil allí tumbado y con todos esos cables enganchados-dijo el alfa entristecido mientras removía su café por enésima vez.
-Pobrecillo, no quiero ni imaginar cuando se entere que su bebé está en peligro-dijo el abogado.
Kim lo miró y asintió muy apenado, no entendía como el omega quería tanto a ese bebé, era el fruto de una violación y además él nunca había querido cachorros pues no se veía como padre.
No quería desgraciarle la vida a otro ser como el suyo lo había hecho con él y con sus hermanos mayores, a los que hacía años que no veía.
Thakhum y Kinn, los dos habían resultado ser omegas y su padre los había repudiado en cuanto su madre se murió tras nacer Kim.
Sabía de ellos que habían estado internados en un colegio Suizo y luego habían hecho sus vidas pero cuando su padre se había muerto, les había estado siguiendo la pista.
...-Porchay solo hacía hablar de su bebé y acariciaba su barriga. Es muy importante para él y no quiero pensar si le pasa algo-dijo el alfa.
-¿Y tú amigo?, ¿A ti no te afectará si el bebé muere?, También es tu hijo-preguntó Joong.
Este lo fulminó con la mirada pero no podía gritar o lo echarían de hospital, así que respiró profundo e intentó hablar de otra cosa.
Hablaron de trabajo, este entonces llamó a su secretaria y canceló todos sus compromisos, diciéndole que le mandase todo por email a su móvil, pues intentaría solucionarlo, ya que no iría a la empresa de momento.
Una hora después, el abogado se fue a atender sus asuntos y Kim volvió a la habitación del omega para ver que tal estaba y entonces se encontró con que este ya había despertado.
El omega estaba comiendo con ayuda de la enfermera pues su mano temblaba y cuanto lo vio se estremeció al verlo.
-Mira cariño, tu guapo alfa ya regresó. Seguro que ahora comerás con más ganas...venga ánimo, yo iré a ayudar a mis compañeras- dijo la cariñosa enfermera, pasándole el plato al desconcertado alfa.
El omega temblaba de miedo y tapaba su barriga con la sábana enredada en sus manos.
-No tengas miedo, no voy a haceros nada-le aseguró Kim acercando una cucharada de sopa a la boca de este.
El omega lo miraba indeciso y aunque tenía hambre, aún no se fiaba del alfa, a pesar de que la enfermera le hubiese dicho que Kim lo había traído muy preocupado y que se notaba que le importaba.
-Anda, come... Piensa en tu bebé, no te haré nada, te lo prometo-dijo el alfa mirándolo.
El omega entonces asintió y miró con lágrimas en los ojos su pancita, mientras la acariciaba tiernamente.
-Tu crees que mi bebé vivirá ¿verdad?, soy un padre horrible y por mi culpa está así de malito.
-¿Por qué dices que es tu culpa?-preguntó el alfa confuso.
-Yo me escapé y tenía que haberme quedado en tu sótano y aguantar. Él es pequeñito y débil porque yo no estuve a tu lado. Sabía que necesitaba tu semen pero aún así no regresé contigo. Soy un omega horrible y me merezco lo que me pasa pero él no tiene la culpa ¿verdad que no?- Porchay comenzó a llorar.
Kim entonces chasqueó la lengua y dejó el plato en la mesilla.
-T-Tú no tienes la culpa de nada, pequeño
El omega le agarró fuertemente la mano y lo miró fijamente.
-Prometemelo...prometeme que si mi bebé se muere, t-tú me ayudarás, prometemelo.
-le habló el omega con desesperación.-¿Ayudarte?
Porchay asintió entre lágrimas mientras se incorporaba con dificultad.
-Sin mi bebé yo ya no querré vivir, Kim. Por eso quiero que tú acabes con mi vida.
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9. KimPorchay: El gruñido del alfa - Omegaverse Terminada
FanfictionAdvertencia: Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...