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Kim estaba al borde del colapso.

...-¿Has averiguado algo?, ¿Dónde vive el omega?, ¿ya lo sabes eh?-preguntó ansioso al ver llegar de su abogado y amigo a su despacho esa mañana.

-Buenos días a ti también, amigo-Bromeó este-...Si, ya se donde vive... y donde puedes encontrarlo... toma-dijo dándole un papel, el cual el pura sangre leyó rápidamente.

-¿Vas a ir a buscarlo no?...Ten mucho cuidado o te descubrirán...ah y otra cosa. Por favor no lastimes su pancita, ya se nota y al parecer está muy ilusionado con su bebé.

El empresario sonrió y tras asentir, salió de su despacho a la carrera.

El abogado no se quedó muy tranquilo pues sabía que su amigo era bastante brusco y abusivo y perdía fácilmente el control.

(...)

Un hora después de que llegase a las puertas de la escuela, Kim lo vio salir del edificio, comprobando que Joong tenía razón pues era verdad que al omega se le veía más gordito y también mucho más hermoso.

Este notó también que el pelo le había crecido, que sus mejillas estaban más sonrojadas y sus ojos más brillantes.

Todo eso lo estaba apreciando desde su coche, dejando salir sin darse cuenta una gran sonrisa, según lo veía acercarse.

Porchay pasó de largo, aunque sintió algo extraño al hacerlo, entonces el alfa salió de su automóvil.

-Hola, precioso, ¿Cómo has estado?

El omega se giró temblando al escuchar la voz de este y al reconocerlo se quedó paralizado.

-Y-Yo no he dicho na-nada... por fa-favor no me l-lastimes-suplicó comenzando a llorar mientras acariciaba su barriga.

-Lo sé pero sabes lo que ocurre...- susurró el alfa acercándose hasta estar tan cerca que le olisqueó el cuello haciéndolo estremecerse-... pues ocurre que te extraño y al parecer tú a mi también.

El omega embriagado por el aroma del alfa, cerró los ojos y cuando Kim le lamió el cuello, mientras lo apretaba fuertemente contra su cuerpo, soltó pequeños gemidos.

-Subete a mi coche-le ordenó el alfa abriendo la puerta trasera.

El omega no pudo resistirse pues estaba en su naturaleza omega el obedecer sin rechistar las órdenes de sus alfas y además estaba embarazado, por lo que también temía por su bebé.

Mientras conducía por la carretera, varias veces el alfa controló Porchay por el retrovisor y en el último vistazo lo notó muy rojo e incómodo.

-¿Te ocurre algo?-preguntó este con preocupación.

-Ha-Hace mucho c-calor, me asfixio, ¿puedes a-abrir la ventanilla por fa-favor?- balbuceó el omega medio mareado.

Kim la abrió desde su control del volante y el omega entonces respiró agradecido, hasta que minutos después el coche aparcó nuevamente frente a la casona del pura sangre.

-¿Me volverás a meter en ese frío s-sótano?, p-por favor te pido que no lo hagas... haré lo que q-quieras pero no me fuerces a perder a mi bebé- suplicó Porchay lloroso.

A pesar de estar pletórico de felicidad por tener de nuevo al omega, el soberbio empresario lo miró serio y a continuación lo sujetó del brazo hasta el interior de su casa.

Allí, estos subieron la gran escalera y llegaron a una habitación muy lujosa, entonces lo sentó en la cama, desde donde Porchay pudo ver otra puerta entreabierta, en la que se veía una gran bañera.

Kim abrió un cajón y cogió una toalla y un albornoz y se los puso a su lado.

-Si quieres bañarte puedes hacerlo, ponte esto. Mientras tanto iré a buscar algo de comida.

-¿Estoy de nuevo secuestrado verdad?-preguntó el omega de repente.

El alfa lo miró fijamente pero no dijo nada, aunque eso bastó para que el omega supiese la respuesta.

Tras ver irse a Kim, Porchay soltó un suspiro de resignación.

-Bueno bebé...de nuevo estamos aquí pero al menos esta vez, tu padre ha tenido corazón y no nos ha encerrado en el sótano-dijo acariciando su pancita, a la par que volvía a echar un vistazo a la hermosa habitación, en la que el alfa lo había metido.

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9. KimPorchay: El gruñido del alfa - Omegaverse Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora