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El solar hervía de actividad cuando llegó Zayn. Habían empezado las excavaciones porque querían iniciar el proyecto en serio antes de fin de año, pues ya llevaban tres meses de retraso. Y tenía que agradecer que el proyecto le consumiera tanto tiempo, porque evitaba que pensara demasiado en Liam.

Se apoyó en la puerta del coche y miró la grúa que colgaba sobre el solar. Hacía
más de un mes que el castaño se había ido y aún no había conseguido aceptar lo
ocurrido, pero sabía que no lo quería y que no podía hacer nada para cambiar eso. La atracción de lo inalcanzable era para Liam más fuerte que la posibilidad de un futuro con un hombre que tenía al lado.

—Pensé que te encontraría aquí. —Zayn se volvió hacia su padre, que se acercaba con un casco en la mano. Se lo tendió a su hijo. —La seguridad ante todo —bromeó.

—Te dije que vendría yo, que no hacía falta que vinieras tú.

—Quería hablarte fuera del despacho.

—¿Qué pasa ahora? Porque te advierto que no estoy de humor para otra pelea.

—Pues me parece que vas a necesitar tapones además del casco, porque no te va a gustar lo que voy a decir —Jim Malik hizo una pausa—. No creo que sea buena
idea que te cases con ese chico. Su padre es amable, pero no podría pasar otra
festividad con su madre. Y esto de la Navidad... Si se casan, su madre no puede
decidir dónde tiene que pasarla. Liam y tú no estarán juntos en Nochebuena.

Zayn soltó una risita. —No tienes de qué preocuparte, papá. Liam me dejó el día después de Acción de Gracias y no he vuelto a verlo.

—¿Te dejó hace más de un mes y no has dicho nada?

—Sí. Supongo que no quería oír el sermón de siempre sobre que arruino mi vida.

Jim frunció el ceño. —Lo siento. Pero puede que sea para bien. Dicen que una persona acaba pareciéndose a sus padres —se estremeció—. Y dentro de veinte años, Liam podría actuar igual que su madre.

Zayn lo miró con rabia. —¿Por qué hablas así de él si no lo conoces? Es bueno y sensible. Y es lo mejor que me ha pasado en la vida.

—Puede que lo creas así, pero...

—Me da igual lo que tú pienses, así que déjame en paz.

Jim movió la cabeza. —Estaba equivocado. No debo presionarte en un tema tan importante como el matrimonio. Esta mañana he hablado con Ronald y le he dicho que te nombraré presidente ejecutivo en abril. Lo ha entendido y me ha asegurado que cuentas con todo su apoyo.

Zayn miró a su padre con la boca abierta.
—¿Así sin más? ¿Sin ataduras ni exigencias?

—Así sin más. Mañana empezaremos a planear la transición. El proyecto de Denver es tuyo.

Zayn levantó la mano. —Espera, no sé si quiero el puesto.

—¿Qué?

—He estado pensando en montar algo por mi cuenta.

—¿Y por qué? Yo te doy todo lo que he pasado mi vida construyendo —le dio una
palmada en el hombro—. Acéptalo antes de que cambie de idea y luego sigue adelante con tu vida. El pasado es el pasado.

Zayn pensó que su padre tenía razón. No podía pasarse la vida lamentando lo que
no podía tener. Era preciso seguir adelante.

[...]

—¿Seguro que deberíamos estar aquí? —susurró Lisa.

—Tengo que recoger el resto de mis cosas—Liam metió la llave en la cerradura—.
¿Quieres que lo haga con Zayn aquí?

Legalmente suyo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora