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Luego de tres semanas largas y torturantes en el hospital. Él médico está mañana le dió el alta a Taehyung luego de revisarle la cicatriz de su abdomen, fue una cirugía complicada y su brazo fracturado, que si tiene cuidado podrá sanar por completo en dos meses.

Se vistió con la ropa que el hospital le facilito, ya que lo había perdido todo dentro de ese automóvil. Taehyung salió del cuarto de hospital con las manos y el pecho vacío, arrastrando sus pies por el pasillo así como sus sueños. Aquellos que ya jamás podrá cumplir porque la razón, su amado Seun, aquel joven hermoso que conquisto su corazón ya no existía más.
Ya no podrían remodelar la casa de su abuela ni tampoco vivir en ella como tanto quería, y todo lo que alguna vez quiso hacer a lado de Seun ya no sería jamás porque la vida se lo había arrebatado cruelmente de su lado.

Mareado muy exhausto y con el corazón roto se dirigió a la recepción con intención de informarse sobre la cuenta del hospital que seguramente sería muy costosa luego de estás 3 semanas internado.
No obstante, del grupo de gente que salió del ascensor justo a dos pasos de la recepción, Taehyung pudo reconocer de inmediato a la persona que no creyó volver a ver otra vez en su vida.

Era SeokJin. Lo reconoció enseguida. Alto y delgado, de hombros anchos y cabellos ondulados de color café claro, ojos grandes y expresivos, si era él, su expareja. Taehyung sintió que el estómago se le encogía cuando vio que él castaño se acercó a la recepción y a la secretaria le entrego en la mano una hoja.

¿Que es lo que estaría haciendo su expareja en el hospital, estaría enfermo? Se pregunto curioso y sin dudarlo, se acercó atraído por esa extraña sensación que le provocó ver al castaño de nuevo. Pero una enfermera alzo la mano delante suyo, obligándolo a detenerse.

—Sr Taehyung —le saludo con una cálida sonrisa en los labios— se ve mucho mejor.

Él rubio no desvío la mirada de su expareja. SeokJin llevaba ese morral cruzado al hombro que tanto le gustaba usar, unos pantalones negros ceñidos y una camisa azul cielo con rayas blancas. No se veía que estuviera enfermo y diviso que firmaba algo en unas hojas.

Tenía que acercase, quizás su expareja pudiera ayudarle.

—Debe de estar ansioso por irse —le dijo, pero el rubio seguía sin mirarle— y me alegro por usted, así podrá descansar mejor...

Taehyung frunció su ceño alzando su cuello para seguir los movimientos del castaño, parece que estaba apunto de irse. Tenía que apurarse.

—Solo espere a que su...

—¡SeokJin! —le interrumpió en seco haciéndose aún lado para llegar con él castaño. Ya no tenía interés ni tiempo de seguirla escuchando.

Jin al escuchar la voz del rubio a su espalda se tensó.

—Taehyung —se dió la vuelta y elevo las cejas al verlo aunque no había sorpresa en su voz, Jin sabía que tendría que verlo si o si.

Taehyung si se sorprendió todavía más. No pasó tanto tiempo entre ambos como para que no se reconocieran y aún así noto un aspecto diferente en él castaño en su voz, en su mirada.
Del SeokJin que estuvo casado con él en esos cuatro años parecía no quedar ya nada, solo el recuerdo en su memoria.

De repente vio que se cruzaba de brazos y tragaba saliva. Taehyung carraspeó.

—Cuan... cuánto tiempo —tartamudeo sintiendose estúpido— ¿Que... que estás haciendo aquí?

Él castaño exhaló incomodidad.

—Estoy aquí para ayudarte con lo de tu seguro Taehyung —queria decir que estaba ahí solo por su estúpida culpa, pero eso sonaría como un reproche y que seguía dolido por su traición y él ya había superado el dolor—. Por lo de tu accidente —enarco una ceja, el rubio lucía perplejo— tenía que arreglarlo o si no ahora mismo estarías pagando mucho dinero.

Mejor que Conmigo (Taejin Kookjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora