Me convertí en un sustituto[Bl] FINALIZADO

Capítulo 22: No puedes dejarme

Qin Wenyuan estaba preocupado por Tao Heng en casa, así que rechazó la invitación de Shen Yifeng.

No tenía ninguna queja contra Shen Yifeng, pero el acoso de Shen Qiran lo ponía muy molesto.

Justo esta tarde, Shen Qiran le llamó de improviso. En ese momento estaba reunido con Shen Yifeng y no quería responder a la llamada, pero el teléfono no dejaba de sonar una y otra vez, así que sólo podía optar por contestar.

Cuando Shen Qiran le dijo que quería ir a la empresa a buscarle, se negó, ni siquiera se molestó en poner una excusa, sólo dijo que no quería verle, Shen Qiran dijo con voz muda: "Sólo te miraré, te prometo que no te molestaré".

Qin Wenyuan sintió que su tono no era del todo correcto, pero no le dio mucha importancia.

No estaría de acuerdo con que Shen Qiran se acercara, por no hablar de que su padre, Shen Yifeng, todavía estaba por aquí, y aunque no lo estuviera, no estaría de acuerdo.

No era de los que alargaban las cosas, y como no tenía intención de volver a tratar con el otro, no le daría ninguna oportunidad a la otra parte.

"No, no estamos llegando a ninguna parte, eso es todo" Cortó la llamada y volvió a la oficina para continuar la reunión. Aquella tarde Shen Qiran no acudió a la oficina, y al terminar Shen Yifeng dijo que quería invitarlo a cenar juntos. También lo dejó de lado, diciendo que tenía algo en casa y que quedaran para una siguiente cena. De camino a casa, recibió una llamada de Shen Qiran.

Shen Qiran, que no sabía dónde estaba, dijo con el sonido del viento silbando en su auricular, con voz sollozante, "Hermano Wenyuan, ¿realmente no me vas a querer más?"

Qin Wenyuan se apretó las sienes con dolor de cabeza, "Qi Ran, he dejado muy claras mis palabras, tú tampoco eres un niño, ¿no lo entiendes?"

"No quiero entender, sólo te quiero hermano Wenyuan, te quiero, no puedes dejarme".

Shen Qiran lloraba tanto que no sabía dónde estaba, parecía que el sonido de los coches silbaba a su alrededor, y su voz se dispersaba por el viento, pero aún así llegó claramente a los oídos de Qin Wenyuan.

"Hermano Wenyuan, seré obediente, haré lo que me digan, ¿de acuerdo?"

Shen Qiran gritó, con su voz acompañada por el gemido del viento desde el receptor hasta los oídos de Qin Wenyuan, que se pellizcó la frente y le preguntó: "¿Dónde estás? Haré que alguien te recoja".

Quería enviar a alguien a recogerlo y enviarlo de vuelta a la familia Shen, pero inesperadamente el conductor que tenía delante dijo de repente, "Maestro Qin, ¿es el joven maestro Shen el que está delante?"

Qin Wenyuan levantó la vista y vio que a menos de cincuenta metros, en el lado del camino de la montaña contra el acantilado, una figura esbelta caminaba por la montaña mientras hablaba por teléfono, sus pasos eran pequeños y parecía que estaba a punto de quedarse sin energía, ¿no era Shen Qiran?

"Para el coche". Qin Wenyuan colgó el teléfono y dio instrucciones al conductor.

El conductor se detuvo firmemente junto a Shen Qiran, que giró la cabeza y en el momento en que vio a Qin Wenyuan en el coche, sus ojos estallaron en lágrimas.

Shen Qiran se había escapado de casa.

Desde que Qin Wenyuan lo devolvió la última vez, Shen Yifeng lo encerró y confiscó su teléfono móvil y todos los dispositivos de comunicación, algo que Qin Wenyuan no sabía.

Hoy, Shen Qiran estaba en huelga de hambre en su casa, la madre de Shen no podía quedarse mirando eso y lo liberó, Shen Qiran sacó el teléfono móvil que le había dado su madre y cogió un taxi hasta el pie de la montaña, donde fue detenido por un puesto de guardia, lo que le llevó a subir la montaña.