Me convertí en un sustituto[Bl] FINALIZADO

Capítulo 4: No estoy de acuerdo

Tal vez no oyendo claramente, Qin Wenyuan dijo: "¿Qué has dicho?"

Tao Heng respiró profundamente y dijo: "Divorciémonos, no quiero nada, divorciémonos y me iré".

"No", dijo Qin Wenyuan, "no estoy de acuerdo".

"¿Por qué?"

"No hay por qué, no estoy de acuerdo".

Por un momento, Tao Heng vio un destello de melancolía en los ojos de Qin Wenyuan, pero cuando lo miró de cerca, descubrió que sólo fruncía el ceño con suavidad, su voz siempre calmada incluso cuando pronunciaba palabras de rechazo:

"No me divorciaré de ti, no puedes ir a ninguna parte".

"Qin Wenyuan, yo ......"

"Primero sople las velas", lo interrumpió Qin Wenyuan, "las velas están casi quemadas, dejaré que sirvan los platos después de soplarlos".

Tao Heng abrió la boca. Sintió que algunas cosas deben decirse hoy y algunas decisiones deben tomarse hoy, pero frente a Qin Wenyuan, no podía ser cruel.

Después de un largo rato, se rindió y asintió con la cabeza: "Está bien".

Sólo había una vela, después de que los dos la apagaran juntos, Qin Wenyuan le acarició el pelo y volvió a poner el reloj en su muñeca: "Este reloj es el único en el mundo. Lo hice diseñar especialmente para ti, así que llévalo bien y no te lo quites más que para ducharte".

Un reloj que ató su muñeca y ató su vida.

Tao Heng estaba comiendo distraídamente esta comida, aunque le gustaron todos los platos, no comió mucho y solo comió un pequeño trozo de pastel después de la comida.

En el camino de vuelta, Tao Heng guardó silencio y Qin Wenyuan le apretó la mano y dijo: "¿No te sientes bien? ¿Porque me he dejado algo dentro esta tarde? Lo siento, hoy estoy un poco excitado, me acordaré de ponerme un condón la próxima vez".

A Tao Heng no le importaba si se ponía un condón o no, aunque lo prometiera, de todas formas no se pondría uno la próxima vez, parecía entusiasmado por mantener su semen dentro de él, tal vez una vez estuviera entusiasmado por hacer lo mismo con Tao Zhuo.

Vamos a ir a la fiesta de cumpleaños de mi madre este fin de semana", dijo de repente Qin Wenyuan cuando ya estaba casi en casa. "Prepararé el vestido por adelantado".

"¿Puedo no ir?" dijo Tao Heng con desgana.

"No", dijo Qin Wenyuan, "Además, sin mi permiso durante este período, se quedará en casa y no se le permitirá ir a ningún lado".

Tao Heng hizo una pausa, luego levantó la cabeza abruptamente: "¿Qué?"

"Dije que no puedes salir sin mi permiso".

Qin Wenyuan tomó su cabeza, frotó suavemente su oreja, su gesto era íntimo, pero lo que dijo hizo que la espalda de Tao Heng se enfriara.

"No puedes hacer esto, tú ..."

"Te ayudaré con el canal de televisión, y cuando puedas ir a trabajar, enviaré a alguien para protegerte y no dejaré que nadie te vuelva a intimidar".

Esto significaba un arresto domiciliario más vigilancia, y Tao Heng sintió inmediatamente que había sido muy humillado, y las emociones que había retenido toda la noche finalmente explotaron en este momento:

"¡No puedes hacerme esto! Qin Wenyuan, ¡yo quiero el divorcio!"

El conductor no pudo evitar mirar hacia atrás por el espejo retrovisor. Qin Wenyuan levantó el vidrio central y los atrapó a los dos en el pequeño espacio del asiento trasero, y dijo con voz profunda: