Ruptura

Encontrarte a ti misma

Capas de maquillaje y ropa que llama la atención, antes solo les hubiera dicho que era buen gusto y obsesión con la moda, ahora les puedo decir que fue perderme a mí misma en una imagen que no sé porque en esos momentos me gustaba tanto.

"Eres muy linda", corazones en tus redes sociales, no solo lo veían los chicos, todo el mundo te lo decía. Tú subías historias a Instagram, subían tus seguidores, muchos comentarios, no te diste cuenta como llegaste a no querer salir de tu casa si no es con maquillaje, como tu seguridad desaparecía si no lo tenías en la cara. No te diste cuenta como una simple noche con el chico que querías no podías ser simple. Era gracioso entonces, pensabas que era parte de tu identidad, y solo ahora ves el problema.

No me malentiendan, no digo que maquillarse o arreglarse este mal, aquí hablo únicamente de mí y de cómo a mí me hizo perderme.

Yo antes era bastante simple. Me gustaba cambiar mi ropa claro, pero solo lo necesario, me maquillaba si, a veces, es que igual era bien perezosa. Disfrutaba de la comida y era amable con las personas, cercana.

Ya no recuerdo como empecé a cambiar tanto.

Con la pandemia recuerdo de pronto comenzar a usar más mi Instagram. Tenía una cuenta de antes claro pero tendría de seguidores unas 100 personas, nada, nunca lo usaba o la nada misma. No me importaban tanto esas cosas. Pero bueno como les decía, comencé a cambiar.

De golpe ya comencé a subir más fotos mías, de mi cara. Comencé a subir poco a poco los seguidores, y comencé a cada vez más a hacer más fotos. De pronto solo sentía que cada foto debía ser mejor que la otra. Comencé a admirar a influencers, inspirarme en ellas, y hacer fotos y más fotos.

Comencé a maquillarme cada vez más, cada vez mejor, y en pandemia como habían gastos que ya no tenía al estudiar de casa, comencé a comprar cada vez más ropa. Junto con ello, también baje de peso.

En su momento solo lo vi como algo bueno, que había tenido un "glow up" e ilusamente pensé, a raíz de una vieja historia, que no habría un chico más que me hiciera sentir mal o inferior a él.

Por un tiempo aunque me arreglara a veces continúe siendo yo misma, amable y cercana, pero luego comencé a hablar mucho con un chico, por Instagram. Él era muy bonito y lo que más me llamaba de él quizás era eso. Claro que conociéndolo era una persona muy interesante, pero creo que si me cegué con la idea del chico perfecto, él que todos dirían que guapo, que cool, estudiante de derecho, buen chico.

Nada con él funcionó claro, pero esto me dio paso a querer volverme cada vez más inalcanzable para los chicos.

Cada vez más distante, cada vez más dependiente al Instagram.

Ya para cuando termino la pandemia, volví a la ciudad donde estudiaba como una persona que no podía salir a la calle sin maquillaje, y que sabía perfectamente que las demás personas la encontraban linda. Quería que se queden con esa imagen, que importaba lo demás si eras linda, te vestías bien y eras delgada.

Comencé a beber como antes no lo hacía y a disfrutar de cosas muy superficiales. A veces hacía las cosas por la historia en Instagram y nada más. Vivía por mi imagen falsa que daba, pero esto desencadenará pronto algo que ahora me daño más que nunca.

Conocí al chico de mi primera historia, él que hoy me mantiene en insomnio a las 5 de la mañana. Nos conocimos en un cumpleaños y yo sabía de antemano que él me seguía en Instagram y recordaba perfectamente como una vez me había comentado por esta red social que me encontraba linda y simpática. También se lo había dicho a mi mejor amigo, que era linda y que ya me había visto por la calle también.

Sabía que iba a querer conocerme mejor, y después cuando lo hizo, cuando salimos solos al cine o caminar, sabía que le gustaría mi forma de ser, graciosa, simpática y aparentemente simple. Así fue.

Sabía que yo le gustaba pero no daba ninguna señal de que él a mí sí. Todo el tiempo jugué a tener poder, a decidir yo si salía o no, porque él siempre me invitaba, a responder tarde, a cambiar los planes, de verdad creía que solo por tener la apariencia que tenía podía hacer lo que quiera. Podía importarme nada, ni el tiempo ni los sentimientos de la otra persona.

Al principio solo salía con él porque me caía bien y no tenía mucho más que hacer. Sin embargo de pronto comencé a verlo distinto y comencé a esperar mensajes de él. Dios como actúe de arrogante y solo ahora puedo recordarlo.

Quizás para mí todo fue distinto porque solo me dejé llevar sin pensar mucho en que sentía o que quería.

La primera vez que nos besamos me sentí feliz, solo quería estar en sus brazos o cerca de él. Pero a ratos ya quería seguir teniendo poder y seguía teniendo un muro que cuidar.

Él siempre me decía lo linda que me veía, y yo fingía que no sabía, pero obviamente sabía que era linda, con maquillaje y arreglada y con la personalidad segura que tenía. Pero no era así, yo no era segura para nada.

Cuando me quedaba a dormir con él me levantaba antes para ir al baño a verme al espejo y arreglarme. Yo sabía que era linda y pensé que eso valía más que los comportamientos de mierda que tenía.

¿Cómo podría dejarme? Imposible en mi cabeza. ¿Cómo podría dejar de gustarle?

La última vez que fui a verlo, cuando ya todo estaba mal entre nosotros, no saben lo linda que me veía, un precioso outfit y un lindo maquillaje, pelo alisado intacto.

Si ahora estoy así escribiendo para Ustedes les pregunto, ¿valió la pena?

Ni por más bonita que me viera, él ya no me veía igual...