Relatar una historia puede llegar a ser complicada, más si son yo. Pero bueno, no estamos aquí para hablar de mi, sino de nuestros personajes.
La historia que les quiero relatar a continuación es ya de hace tiempo.
Nuestra historia comienza un 22 de mayo ¡Así es! Como el día que la estoy escribiendo.
En el país de México, las lluvias empiezan casi desde mediados de
Mayo hasta finales de Agosto.
Bueno el jueves 21 de mayo había caído una fuerte granizada por el centro de este país.
Vamos a centrar nuestra atención en el estado de Puebla, por la sierra casi con Veracruz. Aquellos lugares son paradisiacos, hay plantas en todas partes y el clima va de templado a húmedo por tanta vegetación. Las casas, algunas son muy humildes, pero la historia que les quiero contar, nuestra protagonista, viene de una familia adinerada. Fueron a vivir por esos rumbos por cuestiones de salud de su madre, quien falleció tiempo después, ahora solo esta en casa ella, su padre y la servidumbre.
Su padre es un gran empresario de madera, importa y exporta la madera dentro y fuera del país.
Nuestra chica no esta contenta con su vida, siempre le han persuadido y obligado a obedecer las ordenes de los demás. Que carrera tomar, a que hora desayunar, que ropa ponerse, con que amigos estar, que música escuchar, que ritmos bailar, cuantos hijos debe tener, cuantas mujeres y cuantos varones, que nombre debe ponerle, a que escuela deben de ir ¡Quien va a ser su novio! ¡Ho si! Esta es la peor parte, su padre le ha escogido (y ordenado) quien debe de ser su novio, dentro de dos semanas lo conocerá. Tal vez ahora entiendan la frustración de la joven.
Su padre escogió a un colega de una compañía petrolera para prometido de su hija, claro, el hombre es rico para acomodarla en un buen lugar. ¡No entiendo como la servidumbre logran soportarlo!
Así que ese día, 21 de mayo, bajo plena tormenta a rayos y centellas, ella decide huir de casa. Sin rumbo fijo aún. El cielo estaba negro, los rayos y truenos se escuchaban cerca, cada rayo era una fuerte luz.
Salió por la ventana de su habitación, hizo una cuerda de sabanas (las limpias y algunas que tenían de reservas). Su cuarto daba al jardín trasero, allí había una sola oportunidad de salir, estaba un hueco de 70 cm entre la pares y un árbol.
Corrió rápido, las cámaras de vigilancia estaban encendidas, si su padre o el guardia la lograban captar el plan de "Fuga y nueva vida" se verían frustrados, tal como el que hizo hace unos cuantos meses atrás.
Ella llevaba unos jean's negros, con sudadera del mismo color y con gorro. Escapo sin nada en la mano, sin dinero, sin comida, sin lámparas, medicina o alguna cosa que le pudiera servir.
Bajo la enorme tempestad ella huyo de casa. Llegando justo debajo de una enorme cascada
Esa cascada tenia una leyenda por los pobladores del lugar:
Contaban que hace mucho tiempo, en una noche de tormenta, en esa misma cascada había caído del cielo una inmensa roca, causando un gran hoyo en la caída del agua de la misma. Decían que quien se metiera y fuera jalado por los remolinos, moría ahogado y nunca más se sabría de esa persona. Muchos buzos y científicos trataban de saber la profundidad de esa cascada, pero nadie que entraba salía vivo de allí.
Aquella noche el lugar se veía aun mas terrorífico que de lo acostumbrado, el agua golpeaba con un sonido ensordecedor, los truenos y relámpagos hacían aquel lugar peligroso. La lluvia no había cedido, y no lo haría.
Nuestra protagonista trata en balde de refugiarse de aquel tormenton, se posa bajo una inmensa piedra justo a pies de la cascada, es el único lugar donde no se moja tanto. Tiene miedo, el lugar esta lleno de lodo, y además puede caerse y morir ahogada.
Pero lo que ella quiere lograr es huir de la vida que esta llevando. Esa vida de presión, que pensándolo bien no es vida sino sobrevivencia de esa obligación que le hacen cargar.
En otro país.
Venezuela
Aquella noche estaba cayendo un tormenton,21 de Mayo.
Ese día Carlos no había tenido mucho éxito en la pesca, los mares estaban agitados por el huracán y se les recomendó a las embarcaciones pequeñas no ir a la deriva ni salir del puerto. Tratar de pescar justo antes de un huracán no es buena idea, y el mar se lo recordó esa tarde a Carlos.
Por más que había tratado de ir contra la corriente, el mar lo regresaba a el muelle.
Un día como estos perdió a su esposa, un día lluvioso de julio fue que ella se fue de su vida para siempre. Carlos trataba de llevar la barca al mar... pero no pudo. Regreso a casa sin nada de pesca, Gabriel le esperaba en la entrada todo empapado con su paraguas en mano.
Cuando vio la camioneta azul venir desde lejos, se levanto del porche y espero que Carlos bajara de esta.
-¡Que bueno que volviste!- le dijo abrasándolo apenas bajo del vehículo.
-Siempre lo hare- le respondió cargándolo.
Para un padre siempre es difícil la situación si no tiene trabajo y a Carlos, la cosa se le complicaba aun más.
Tenia que mantener a 8 hijos, el mayor tenia apenas 8 años. Irónico: 8 hijos, 8 años el mayor, 28 años él y 8 meses sin su mujer. Ocho era su número.
Estaba ahora mismo recostado en su cama, leyendo un libro, eran las 10:30 de la noche. Los niños se habían dormido a las 9. Y las mas pequeñas, Ángela y Amelia , se habían ido a dormir a las 8 ya que las tormentas les asustaban.
De momento un trueno se oyó cerca, causando que la luz se debilitara un poco, pero a continuación volvió a la normalidad, del piso de abajo se escucho un fuerte azote de una puerta, la principal. El mosquitero mal puesto que estaba afuera delataban a todos aquellos que quisieran salir o entrar a la casa. Carlos no podía dudarlo, en días de lluvia los ladrones se podían camuflajear y sorprender más fácilmente.
Tomo su bate de béisbol, se quito los zapatos y camino despacio hacia el piso de abajo, paso cerca de las habitaciones de los niños. Todos estaban dormidos.
Bajo cautelosamente la escalera, un rayo ilumino la sala de la casa. Estuvo a punto de caerse con un pato de hule que Gabriel había dejado en el camino.
Examino todo, la única forma de poder hacerle daño a los niños, o a él, era subir las escaleras.
Se quedo inmóvil unos minutos, en la casa el tejado resentía la tormenta, se oían las gotas golpeando contra el tejado. Pero solo era eso.
Pudo ser un aterrador ruido en una noche de lluvia.
Estaba Carlos resignado, ya había dejado el bate a un lado, pero de momento otro ruido se escuchó en la cocina.
Volvió a tomar el bate entre manos, había practicado y los cráneos humanos son mas grandes que una pelota de beis bol.
Se acerco a la cocina, otro rayo ilumino la habitación. Y entonces de reojo estaba allí alguien encapuchado, con el gorro de la chaqueta cubriéndole la cabeza justo frente al refri, traía una chaqueta café que le llegaba hasta los chamorros, toda empapada.
El intruso tenia la cara dentro del refri, buscando algo que comer.
Carlos dejo el bate a un lado y encendió la luz, causando sobresalto del intruso.
-¿Que estas haciendo aquí?- le pregunto enojado. El intruso saco la cara del refri, tenia un pedazo de pastel de chocolate en su boca, se la trago de una sola.
-Hola tío- saludo el joven asustado.
Bueno aquí les dejo lo que será el adelanto de una novela en Agosto. Es de la que les conté que se llamaba: Aventura en Venezuela. Pero ahora quise ponerle Amor de Verano. Espero que les guste.
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Amor de verano (Carlos Baute) ACTUALIZACIONES LENTAS
RomanceMarisa Torres: Mexicana. Estudia para diseñadora grafica, tiene 25 años a dos años de terminar la universidad. Pero en si lo que ella quiere hacer a nadie le importa, ella ama dibujar y fotografear, su padre se niegan a que ella estudie su pasion...