Capítulo 5

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Es sorprentende como una sola persona puede elevar tu mundo y tirarlo en un instante, haciendo caerte en un gran abismo hasta que te terminas golpenado en la cabeza. Quedandote tirado allí, con un gran bloqueo mental, sin saber si viviras o no, pero alguien te da la mano y te ayuda a levantarte y ser fuerte de nuevo. Esa persona que te enseña a vivir nuevamente y a disfrutar de lo que haces.
Esta era una situacion que le pasaba a Carlos seguido. Había amado tanto a Ana que se le dificultaba olvidarla, la manera de perderla había sido dolorosa, ganó dos criaturas... pero la perdio a ella.

Escuela pública. 11:30 am
Gabriel había llegado a su salón de clase, traía la mochila cargando en la espalda. Gabriel no era el niño que tenía los mil amigos (a pesar de tener un carismatico caracter) ya que sus demás compañeros lo marginaban un poco y lo consideraban el raro. Estaba acostumbrado a comer solo, ya que sus demás hermanos y hermanas todavia no iban a la escuela con él.
Se sentó en el jardin debajo del árbol grande, el calor estaba a su potencial y casi no había sombras disponibles. Sacó el almuerzo que se había traido de su casa, una manzana con su botella de agua.
-¡Oye tú niño!- escuchó un gritito en la parte derecha. Gabriel volteo a ver- Sí tú- lo señalo un niño medio gordito mas alto que él, venía con otros niños detrás suyo- ¿Sabes que ese es mi àrbol?- señalò el árbol llegando a la sombra
-Bueno pues, lo podemos compartir- respondió sin malicia
-Bueno pues- lo arremedo- que te parece si te vas y nos dejas con lo nuestro- le señalo con el puño cerrado como si lo fuera a golpear.
-No necesitas esto- se levantó pacificamente con la cara bien alzada- Y yo tampoco. No quiero problemas por lo que me voy- recojió su desayuno emprendiendo camino. Uno de los niños que estaba allí lo empujó haciendo que casi se cayera. Gabriel se volteo un poco enojado, respiro un poco- Les dije que no quiero problemas- volviò a caminar alejandose de allí.
-Pero nosotros sí- le desafió uno de sus compañeros. Gabriel se paro en seco cerrando fuertemente su puño- ¿Ho qué?- le siguió desafiando el otro- ¿Vas a ir con tu mami a llora?
Gabriel había sentido un balde de agua fría caerle en todo el cuerpo, nadie nunca le habìa insultado así y menos recordandole a su madre.
-Chamo- le llamó con discreción otro de los niños de la bolita al compañero que estaba probocando a Gabriel- Caya mejor, no busquemos problemas
-¡Y ahora tú lo defiendes!- se hizo el ofendido- SE NOTA QUE NO ES MÁS QUE UN NIÑITO DE MAMI-Gritó lo bastante alto para que Gabriel le oyera. Gabriel volvió a apretar los puños punto de dar media vuelta, una pequeña lágrima le escurrió por el ojo, se la limpió rápidamante tratando de calmarse.
-¡Caya tonto!- le silencio otro niño- ¿No sabes que su madre esta muerta?
Gabriel no pensaba seguir escuchando esa conversación, camino nuevanente buscando otra sombra donde terminar su almuerzo (aunque aquellos comentarios le habían robado el apetito completamente)

Arismendi.
Kety regresó al final de cuentas a la casa de Carlos con las dos gemelas en brazos, Alberto habí decidido quedarse allí para "ver" si Kety cuidaba bien a las pequeñas.
Kety no se sentía para nada a gusto en compañia de él, peep aun así siguió con sus quehaceres diarios hasta las doce de la tarde, cuando paro para empezar a estudiar.
Se fue a la mesa del comedor sentandose en una silla de allí, puso en la mesa sus libros y sus lapices empezando a estudiar. Las gemelas se habían quedado dormidas en menos de lo que ella esperaba y en la casa se podía sentir una gran paz... esto duro por mucho quince minutos antes de que Alberto interumpiera en la cocina a Kety.
-Bueno ¿Qué hay aquí?- abrió el refrigerador sacando otro yogurt. Se sentó enfrente de Kety abriendo el yogurt- ¿Qué estudias?- preguntó.
-Ciencias- se limitó a responder
-Claro que ciencias ¿Pero cuales?- insistio queriendo sacar platica.
-¿Acaso tu no estudias?- levantó la vista viendolo fijamente.
-Por supuesto- se acomodó en la silla- Soy el número uno de mi clase- presumio
-¿Enserio?- Kety finjió interesarse- Si es eso ¿Por qué faltaste a clase hoy?
-Me dieron unos días libres
-Claro... a un estudiante con bajo rendimiento le dan ¿cómo se le llama? ¡A sí! Lo suspenden- finalizó ella la platica volviendo con su tarea.
-No me conoces- trato de defenderse
-Yo no juzgo cuando no conozco. Tu tío me ha hablado perfectamente de ti, solo que creo que exagero- volvió a verlo seria.
-¿Lo crees?- preguntó con un tono de galanteria.
-Claro... eres peor.
La discución no llego a más por que Cheslito entró en la casa ladrando. Kety se dio cuenta que era ya tarde y debía ir por los niños a la escuela. Guardo sus cosas y se subio a la bicicleta.
-No quemes la casa en lo que vuelvo- advirtió a Alberto.
-No tengas cuidado.

Arismendi. Playa 9:30 am
Poco a poco la pequeña ciudad fue quedandose atràs dando lugar a un basto mar que se extendia a los ojos de Carlos. El olor a sal podía hacerse presente, era un día excelente para la pesca, aunque ya era tarde para comenzar. De seguro que los compañeros de Carlos ya estarian esperandolo en el muelle desde hace mucho. Poco a poco el color azul invadio el panorama, Carlos estacionó la camioneta donde las demás, sus colegas ya estaban en el muelle con todas las redes expandidas allí.
Rivera, uno de sus mejores amigos le llegó ver, sonrió y siguio desenredando las redes
Baute bajó las redes de la batea de la camioneta encontrando algo enredado entre las redes, no quiso quitar en ese momento el objeto deduciendo que sería mejor en el muelle. Cargó con las redes en el hombro diriguiendose a sus amigos con una enorme sonrisa.
-Baute- saludó Mario, el pescador de más años y experiencia- ¿Cómo estas hijo?- le dio una palmadita en el hombro.
-Muy bien Mario, me da gusto verles hoy- Carlos siguió avanzando para saludar a los demás- Esteban que gusto verte.
-El gusto es mío- saludó Esteban a lo lejos desenredado aún las redes.
Fue saludando a cada uno de sus compañeros hasta llegar con Carlos.
-Carlos, amigo- saludó Rivera con esa sonrisa tan caracteristica de él- ¿Cómo estas?
-Bien Carlos, gracias por venir.
-Nunca faltaria a una pesca después de un huracan. Nunca sabes lo que podra traer el mar- le pegó con el codo en su brazo para seguir desenredando las redes.
-Buenos días a todos- empezó Baute llamando la atención de todos- Gracias por venir, creo que se me paso un poco la hora.
-¿Un poco?- rió Mario sarcástico- ¿No la hora de llegada era a las 6?- bromeo haciendo que todos rieran.
-Esta bien, esta bien, se me hizo bastante tarde pero creo que hoy sera un día bueno para la.pesca- tiro la red que tenía en el brazo- ayer no pudimos pescar mucho pero...
-¿Veniste ayer?- preguntó sorprendido Mario- Sabes que en huracan nunca se debe de salir.
Rivera sonrió dandole unas palmaditas a Baute en el hombro, sabía que la peor cosa que un pescador podía hacer era salir a mar abierto en huracan y que Mario lo regañaria por esto. Aunque nunca se atreveria a decir que él también lo acompaño.
-Pero hoy- continuó- tendremos mucho más que lo esperado. Ya saben "Después de la tormenta viene la calma"
Todos asintieron sonriendo, Carlos empezó a acomodar para la pesca, tres hombres en cada barca.
Al final solo quedaron Rivera y él.
Carlos tomó su red entre el brazo subiendo a la barca, Rivera le detuvo antes de subir
-¿No la desenredaras?
-No, sube, ya en la barca lo haremos. Sin más reprochez ambos subieron y empezaron a adentrarse en el mar donde estaban los peces normalmente
-¿Qué tal Gabriel?- quiso hacer platica Rivera.
-Bien, esta tomando todo muy bien- suspiro de momento.
-Tiene ocho años Carlos- le recordó- ningun niño esta preparado para un golpe así en su vida. Nunca subestimes que esta bien por que puede venirse abajo en un segundo.
-Lo se, lo se-Carlos se rascó el cuero cabelludo y acomodó su pelo- Es solo que, es difícil- se límito a decir- Muchas cosas me recuerdan a ella y me es más dificil olvidarla
Carlos seguia desenredando la red, hasta que en la barca cayó un pequeño objeto. Uno brillante con un colgante verde al final.
-¿Lo ves?- señalo Carlos- Ella esta hasta donde no lo pienso.
Rivera recojió el collar entre sus manos devolviendoselo.
-Nadie puede salir del corazón rápido, no es ningun objeto que se reemplaza. Pero puedes volver a hacer tu vida normal.

Hola lindura de personitas, pues aquí otro capitulo más, espero que lo disfruten
P.D: River es Carlos Rivera, solo que no quería hacerles bolas entre Carlos Baute y Carlos Rivera, por eso me referire a Carlos Rivera como Rivera.

Amor de verano (Carlos Baute) ACTUALIZACIONES LENTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora