Convivencia y desempacar.

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Baekhyun y Sehun estuvieron juntos en la sala de estar el mismo día que Sehun llegó a casa, sentados cómodamente en el sofá mientras compartían unas botellas de cerveza para poder entrar en más confianza. ¿Idea de Baekhyun? Obviamente, pues debía saber con quién iba a convivir por tanto tiempo.

Charlar con Sehun había sido mejor de lo que esperaba; le había parecido un chico agradable, divertido y sencillo. También había conectado perfectamente con Yoon y Yoon con él, así que nada que decir hasta ahora. En simples palabras, parecía ser el roomie perfecto y lo agradecía demasiado. Nada mal para un canadiense que venía en busca de sus orígenes y cultura.

— Oh Sehun... dame el secreto. —Dijo Baekhyun, ya esas horas de la noche en las cuales el alcohol comienza a hacer efecto.

— ¿Cuál secreto?

— El secreto para ponerte tan bueno en dos años. No es que ahora mismo me vaya mal con las mujeres, al contrario, pero ya sabes... siempre se puede estar mejor, ¿no?

Entonces oyó a Sehun cagarse de la risa ante su respuesta, y no pudo evitar comenzar a reír él también.

Las siguientes horas hasta la madrugada de igual forma se basaron en ello, donde uno comentaba algo y el otro estallaba en risa. Sin duda sería un buen inicio de amistad, pensó Baekhyun cuando finalmente se fue a rastras a su habitación a eso de las seis de la mañana.


Las semanas habían transcurrido en un abrir y  cerrar de ojos, formando así cinco meses y medio desde que habían compartido aquellas cervezas juntos y se habían emborrachado hasta que el trasero no les dio para llegar de pie a sus habitaciones.

— No puedo creer que estas cajas de mudanza estén llegando recién. Yo digo que hay que demandar a la aerolínea para que te den una indemnización.

— Ya está, suficiente tuvimos oyendo sus excusas durante estos meses. Mejor ayúdame a desempacar o no prepararé tu comida favorita.

Escuchó a Sehun responder detrás de él, dejando la última caja sobre su cama con agotamiento. A decir verdad eran algo pesadas y habían un montón de ellas.

— ¿Desde cuándo tan mandón? Ya hasta te pareces a mí.

Baekhyun chasqueó la lengua y se puso en marcha, no pensaba quedarse sin la comida deliciosa que su roomie preparaba. Menos ahora que había probado la comida canadiense, y así mismo había descubierto su menú favorito.

Comenzó a sacar principalmente los abrigos, colgándolos uno por uno en el ropero al ser temporada de invierno. Luego al acabar, fue por una de las cajas más pequeñas que estaban encima del cubrecama, asumiendo que aquellos eran los zapatos o botines por lo que los abrió con total confianza.

— Sehun... —Habló por lo bajo, entre sorprendido y nervioso por el contenido de la caja que había abierto. No eran más ni menos que una variedad de juguetes sexuales y una revista de hombres desnudos, y dios sabrá por qué (ni siquiera es que era religioso ni mucho menos) pero había tomado uno de los consoladores.— ¿Qué? Lo siento, yo no quería abrir esto... zapatos. Estaba buscando zapatos...

Lo único que pudo ver fue un Sehun abriendo y cerrando la boca como un pez, tampoco sabiendo que decir ante tal embarazosa escena.

— Baekhyun... yo...

— Tranquilo... —Como si la situación no pudiese empeorar mucho más, al intentar formular aquellas palabras sacudía el juguete de dudosa apariencia.— Es mi culpa...

— Pero...

Antes de que Sehun pudiera decir algo más, Baekhyun dijo rápidamente que iba a chequear si había para cocinar y salió casi corriendo de la habitación. Además de que le estaba haciendo competencia a los mismísimos tomates de lo rojo que estaba, sólo quería ir en busca de su cojín de desgracias y chillar avergonzado por no saber actuar casual.


Después del incidente de la caja con juguetes sexuales, Baekhyun se quedó en su habitación un par de horas. Aún preguntándose cómo se había puesto nervioso hasta el nivel que llegó a salir con el mismo consolador que antes agitó en la mano... Y sin duda devolvérselo a Sehun sería aún más incómodo y terrible, pero algo debía hacer.

Por más que pensó y pensó, no encontró respuesta a su nuevo problema. Sólo vio una oportunidad cuando oyó el sonido de la ducha, porque tendría tiempo de devolver el juguete a la caja mientras el pelinegro se bañaba.

Era simple, dejar el consolador rápido en su lugar y salir huyendo de nuevo.

Pero por supuesto, que las cosas le salieran bien sería muy bueno para ser cierto. Definitivamente su peor día del año.

— Mierda... qué hice para merecer esto... —Susurró para sí mismo y volteó, ya que Sehun le había descubierto. Había tosido a propósito detrás suyo para llamar su atención, así como diciendo "te pillé", y en serio él no podía estar más avergonzado.

— ¿Qué haces con eso aún en la mano, Baekhyun? ¿Acaso me lo quieres pedir prestado?

Podía ver la sonrisa divertida de Sehun y las ganas que tenía de golpearlo eran reales. Sin embargo, la distracción de notar que estaba con la toalla arremangada a la cadera y el torso desnudo hicieron que su cerebro hiciera un pequeño cortocircuito que no logró entender. ¿Envidia? ¿Admiración por su perfecto físico? No lo sabía, por un momento no pudo despegarle los ojos de encima...

— Yo sólo vine a devolverlo, antes me lo llevé sin querer. Y pienso también que pudiste haberme dicho que te gustan los chicos...

Baekhyun habló con firmeza, colocando la expresión más seria que pudo. No quería flaquear ante el más alto.

— Intenté explicarte antes pero saliste corriendo de acá. Si no te lo dije es porque corea es un país muy cerrado mentalmente... además que, por otro lado no quería que te sintieras incómodo viviendo conmigo.

— Te equivocas, eso no pasaría. Ya llevamos casi seis meses conviviendo, y créeme que si te gustan las pollas y usar estos juguetes está bien para mí. Algo nuevo a mi lista de conociendo "Conociendo a Oh Sehun".

Sehun al oír aquello último soltó una carcajada y dio un paso hacia adelante, quedando en frente de Baekhyun, logrando de un momento a otro que las diferencias de tamaños se hicieran ver notablemente.

— Entonces... ¿en serio estamos bien, Baek?

Pese a que Sehun siempre se le acercaba de aquella manera, su corazón latió más de lo normal y sintió que la boca se le secaba. ¿Qué le estaba pasando? ¿Acaso se había vuelto loco?

— Por supuesto, estamos perfecto.

my dear roomie ♡ sebaek/hunbaek Donde viven las historias. Descúbrelo ahora