Creada para no tener voz, vida ni amor.
Y cuando la tuve, ya no me querían.
Fui odiada, humillada y nunca amada.
Aun así, los amé una vez mas.
Me callé, pero no aguanté, grité, grité con todas mis fuerzas, pero nadie escucho. Mi grito no bastaba, así que cambie, perdí piel, lágrimas y ojeras me acompañaban y aun asi no veían que moría, que me quemaba una vez más, que sonreía con lagrimas y aún así, me aplaudieron por tan hermoso acto......sí, moría, y no lo notaron. Hasta hoy, ya, ya yo no estaba.