La mente es mala compañía.
Te hace viajar desde tu niñez, hasta tu peor bajón de Ansiedad, hacerte caer de clavado en tu mejor momento y hacerte llorar por algo que tuviste, perdiste, amaste y sangraste.
No es buena amiga, no la tengas de inquilina, te juega sucio y nunca te paga. Solo tenla aveces, pero no siempre.