Monstruo - | - Capitulo 2

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Siento como mi cuerpo se mueve de un lado al otro y de forma algo desesperada, abro lentamente los ojos con algo de fatiga y era mi padre, quito su agarre y le pregunto

— Papá ¿Que sucede? -le digo algo molesta por la forma en que me mueve-

— ___ son ya casi las 7:30 -abro los ojos como dos platos al ver que el reloj marcaba esa hora-

— ¡¡TENGO QUE APURARME!! -Pego un grito y salgo disparada de mi cama al baño-

Me lavo rápidamente los dientes, lavo mi cara y me meto a la ducha, anoche no me había bañado así que ya tocaba una bañadita. Bajo a la cocina que en el proceso casi ruedo por las escaleras y agarro unos mochis del refrigerador, se que no es el mejor desayuno pero esta era la excepción. Voy saliendo de la casa con mi padre, a todo esto ya eran las 8:03 y el a esa hora tenía que irse.

— Adiós papá, ten un buen día -levanto la mano y la muevo de un lado a otro con rapidez y a continuación salgo corriendo a la estación la cual llegue en menos de 5 minutos por la velocidad a la que corría, realmente era muy rápida-

Subo rápido las escaleras de la estación para llegar al tren que ya casi se iba, corro y esquivo a todas las personas con rapidez que por suerte no las golpee con mi mochila, justo cuando todo mi cuerpo entra en el tren este se cierra detrás mío, suspire aliviada aun que no lo estaba tanto porque no encontraba ningún asiento, me dirijo a una de las puertas de tren para agarrar los tubos metálicos que se ubican en la parte superior del vagón, una vez ya sosteniéndome de uno siento como una calidez se posa en mi mano a lo cual pego un pequeño salto. Me doy media vuelta y veo a un chico más alto que yo, miro hacia arriba para ver de quien se trataba y era

— ¿¡ITADORI!? -digo en voz alta lo cual llama la atención de algunos pasajeros, a lo cual Itadori me pone una mano en la boca para que no siguiera gritando- perdon.. -trató de hablar lo mejor posible ya que tenía su mano en mi labios-

-quita su mano de mi boca- Hola! Jeje, perdón por asustarte, calculé mal donde iba a poner mi mano y al parecer se trataba de ti, ¿Que haces a esta hora aún en el tren? -Me regala una de sus cálidas sonrisas-

— Yo soy la que debería preguntar eso, emmm... me quedé dormida -bajo un poco la cabeza y rio algo apenada-

— Digo lo mismo, ayer me quede mirando una serie y bueno ya sabes -ríe con dientes después de aquella confesión-

— Ohhh ¿que serie mirabas? -Lo miro con algo de curiosidad para ver de cuál serie se trataba-

— Spider-man, en realidad no era una serie, sino que me vi todas las películas ¿eso cuenta, no? -Sonrie y se coloca a un costado mío ya que antes estábamos frente a frente-

— ¿¡EN SERIO!? ME ENCANTA SPIDER-MAN -vuelve a taparme la boca tras ver el alboroto que estaba armando- perdon otra vez... -trato de hablar para que suene entendible y el saca su mano de mi boca-

— En serio que te gusta gritar eh -rie entre dientes- Que bueno que compartamos otro gusto ¿cual es tu película favorita de spider-man?

— Mmm, yo diría que No way home -Se sorprende un poco por tal confesión, giro mi cabeza para mirar las ventanas del tren y oh por Dios, ya había llego a mi estación-

— Me encanta esa película, ya es la quinta vez que la miro -imita mi gesto y nota de que esta es mi estación por lo que se despide de mi gentilmente-

— Adiós~ Itadori -sonrió cálidamente antes de salir del tren, esta sería la tercera vez que me cruzo con este chico, la verdad que me agrada-

Se abren las puertas del tren con un sonido agudo y Itadori me saluda con la mano.

— Nos vemos, maeda-Chan -esas últimas palabras las dice en un susurro pero las escucho perfectamente- ¡¡No llegues tan tarde!!

Es cierto, había olvidado de que voy una hora atrasada, miro mi reloj y marca las 8:26, sinceramente me quería matar, es la primera vez la cual llego tarde a la escuela, siempre fui una chica muy aplicada y que en innumerables de veces tuve reconocimiento por mis altas notas. No puedo creer que esto me esté pasando.

Llego a la escuela y respiro una bocanada de aire por lo agitada que estaba de tanto correr, camino hacia la entrada y tocó el timbre ya que las puertas a esta hora cierran, viene airiko la conserje de la escuela y me abre la inmensa puerta que allí había.

— Que raro que usted llegue a estas horas señorita maeda -dice con una suave sonrisa, es una mujer hecha por los mismos ángeles, es tan buena, no tiene una pizca de maldad- adelante señorita.

— Buenos días airiko-sama -sonrío dulcemente al ya ingresar al colegio- es que me quede dormida pero juro que no me vuelve a pasar.

— Anda anda -dice con una sonrisa amable mientras me da pequeñas palmaditas en el hombro para irme a mi salón-

Camino por los pasillos hasta encontrar la escalera la cual me llevará a mi salón. Mientras subía las escaleras vi un pequeño monstruo como yo siempre lo llamaba, era pequeño y de color azul con unas pequeñas alas, me daba algo de miedo pero no podía hacer nada ya que siempre que he dicho que veo estos monstrous me trataron de mentirosa, bruja o loca.

[27 de junio del 2009]

— Mira eso yuko-Chan -señaló con el dedo esos pequeños monstruos que veía, a lo cual yuko se da media vuelta-

— No veo nada ___-san -entrecierra los ojos para probar si con eso ya podía ver lo que le estaba señalando, al ver que no lo veía agarre su cabeza y la gire algo brusco hacia donde quería que vea-
No hay nada allí.

-tapo mi cara con la palma de mi mano con algo de fastidio aun que no era la única razón, también me daban algo de terror aun que prácticamente estaba acostumbrada- Déjalo yuko-Chan -miro hacia donde estaban los columpios y señaló con la mano-

— ¿Como? ¿Que hay allí ? -Mira con una ceja levantada-

— Los columpios te digo... -me da algo de risa su expresión ya que sigue pensando que le quiero mostrar algo que ella no puede ver- ¡¡Vamos!!

Subimos a los columpios y ahí pasamos toda la tarde, dando vueltas, tirándonos del tobogán, corriendo y atrapándonos, fue el mejor día de mi vida , la pase genial, hasta que llegue a casa... mi día perfecto se volvió en el peor día de mi vida, fue el día donde le arrebataron la vida a mi madre por razones inexplicables, solo llegue a sentir una gran presión al entrar a mi casa que sentía que en cualquier momento explotaría mi cabeza, vi uno de esos monstruos pero esta vez era enorme y no era solo uno , si no que eran al rededor de 20 corriendo por mi casa, nunca sentí tanto terror junto en mi vida.

Mañana era mi cumpleaños, iba a ser el primer cumpleaños que pasaba sin mi madre.



Abro la puerta de mi salón mientras suelto un suspiro, todos se quedan mirando ya que como dije antes nunca había llegado tarde, camino hacia el escritorio del profesor y me disculpo por el incidente, el con una sonrisa gentil asiente y señala a mi asiento haciéndome entender que vaya a sentarme. Cuando ya estoy en mi haciendo yuko me pregunta

— ¿Cómo estás?¿Que paso? -dice en un murmuro para que el profesor no nos escuche-

— No se como pero me quede dormida -sonrió y saco la lengua haciendo gestos-

El profesor continúa la clase y así estoy 10 horas más, literalmente estoy en la escuela desde las 8:00Am hasta las 18:00Pm todos los lunes, miércoles y viernes, realmente es muy agotador.

La siguiente estación... [Yuuji Itadori x T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora