La siguiente estación... [Yuuji Itadori x T/N]

Sentimientos - | - Capitulo 18

Se encontraban en el campo de entrenamiento junto con los estudiantes del segundo año, realizando diferentes actividades como la resistencia de caídas, lucha con armas, pequeñas peleas cuerpo a cuerpo, entre otras hacía unas horas. Después de realizar varias actividades, sentiste que tu cuerpo estaba bastante cansado y sediento, por lo que decidiste tomar un descanso para hidratarte y sentarte en las bancas a descansar por un momento. Pasados unos 5 minutos, Panda se acercó para tomar tu mano y llevarte al campo a entrenar lucha cuerpo a cuerpo. Tenías cierto temor, ya que habías visto que era muy habilidoso en esta disciplina y temías no estar a su nivel.

—Recuerda mantener la vista en tu oponente -explica-

— Bien...

— ¡Salmón! -grita su compañero toge dando como iniciada la pelea-

Te dispones en una posición de combate mientras tu adversario se acerca a ti con una ostentosa sonrisa de victoria. Observas con minuciosidad cada uno de sus movimientos: la disposición de sus piernas para correr, la manera en que aproxima sus puños y tratas de discernir cuál será su estrategia. Él intenta golpearte en el rostro, pero tu astucia te permite esquivar el ataque agachándote. Pero esa solo era una distracción, pues en una rápida maniobra retrocede para apresar tus piernas. En un fugaz instante, escapas a su acometida con una hábil pirueta.

También habías maquinado una estrategia bajo la manga. Empiezas a correr en círculos en torno a él, creando una distracción para que en breves instantes, desconcertarlo con saltos sobre él y deslizándote por debajo de su cuerpo. Así, le asestas un golpe en su nuca. No obstante, esto no le impide a tu oponente, el Jugai, que antes de sentir el impacto, tomar tu frágil brazo y derribarte en el suelo, provocando un suave gemido de tu parte.

Tanto Toge como Panda se preparan para declarar a Panda como el vencedor, sin advertir que ello solo era una artimaña que te llevaría al triunfo. En una rápida maniobra, entrelazas tus piernas en torno al cuello del hechicero, propinándole un contundente golpe en el suelo. El peliblanco reconoce tu victoria sobre él. Te incorporas de encima de Panda para decirle "Buen trabajo" con una afable sonrisa y le ofreces tu mano para ayudarlo a ponerse en pie, aun cuando se te hace un tanto difícil. Maki se acerca a ti para chocar tus manos en señal de felicitación por tu victoria.

— Practica con esto -te tira una arma larga-

— ¿Y esto? -comienzas a juguetear con el artefacto- Me resulta cómodo.

— Entonces Perfecto -sonrie de oreja a oreja- Lucha conmigo.

-Tu cara quedó blanca como la nieve, la habías visto pelear hace unos instantes y era una completa experta, sabías que no tenías oportunidad con ella- ¿Y-yo? Mhm, esta bien.

Las dos se incorporan para comenzar con el combate, Maki te dice que vayas con calma, ya que será solo una práctica y ella te ayudará en el proceso.

— Recuerda mantener la vista en tu oponente -te acuerdas como panda hacia un par de minutos te dijo lo mismo, te lo tatuaste en la frente ya que aprecia ser algo importante-

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Luego de culminar con la pelea con una bella derrota de tu parte, se encaminaron con nobara hacia sus habitaciones a ducharse luego del arduo entrenamiento de la tarde para luego de la cena verse en la habitación de la castaña para un "Spa nocturno".

Cuando ya habías terminado de ducharte y ponerte alguna ropa cómoda para dormir, vez desde tu habitación una silueta que al cabo de unos segundos se dispersa por el bosque detrás de el, rápidamente sales de tu habitación a perseguir dicha silueta pensando que es una maldición para exorcizarla.
Al llegar al bosque que rodeaba el colegio, tu cabeza viaja por cada rincón de tu alrededor, tus odios se agudizaron para escuchar cualquier movimiento de la supuesta "maldición", sin venirlo venir sientes un peso ligero posando sobre tu hombro, a lo que rápidamente saltas para atacar, pero en cambio a lo que golpeaste fue a un hombre grande con un pequeño moño atado a su cabello. Rápidamente sacas tus puños de sus mejillas y te inclinas hacia adelante en modo de disculpa, ya que pensabas que se trataba de un funcionario de la escuela.