Necesitas ayuda

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El pato estaba con el pequeño Tubbo abrazados mientras se escondían de Jschlatt.

El híbrido trataba de calmar a su hijo ya que no paraba de llorar.

Q: T-tranquilo aquí está mamá Q —estaba todo golpeado, sangraba de la cabeza y sus alas estaban todas maltratadas— T-te prometo que esto terminará pronto...

El pelinegro le cubrió la boca a su hijo al escuchar que la cabra pasaba cerca del lugar donde ellos estaban.

J: Vamos cariño~ Saal~ no te lastimare...sabes que no me gusta que te escondas —Se quedó quieto a ver si escuchaba cualquier ruido— ¡Quackity sal ya! ¿O acaso quieres que te mate?

Al no escuchar nada se alejó caminando y en ese preciso momento les dio tiempo para que el pato y su hijo salieran de esa horrible casa, pero para su desgracia al pequeño lo jaló su padre apuntándole con un arma.

J: ¡VETE! pero aquí me dejas a Tubbo y si se te ocurre volver ¡Los asesino a los dos!

El pato miro por unos cortos segundos a su hijo y con tan solo la mirada le dijo que iba a volver por el y sin más se fue.

El híbrido era constantemente vigilado por secuaces de la cabra ¿Y para que? Pues simple, para que no planeara o hiciera algo para recuperar a su hijo o en contra de el.

Pero el pelinegro era más listo que el y logro escaparse de esas personas y denunciar a la cabra metiéndolo a la cárcel de por vida, y su hijo...pues al parecer también se había escapado y no lo volvió a ver.

El pato se la paso buscándolo pero al parecer a su hijo se lo había tragado la tierra, al menos lo tranquilizaba que la cabra no lo tuviera y que si algún secuaz de el lo tuviese ya lo hubieran obligado a sacarlo de la cárcel.

...¿O no?...

Tu lo mataste cariño~

¡TU LO MATASTE!

Mamá...¿Porque me mataste?...

¡Debiste ser tu!-

La híbrida se despertó con su respiración muy agitada y sudando frío, el Alfa al sentir movimiento se despierta observando a su pareja agitada.

L: ¿Linda? —Le tocó el brazo observando como lo quitaba con miedo— Ey ey, soy yo

La patita comenzó a llorar abrazando sus piernas, el castaño se acerca abrazándola.

L: Solo fue otra pesadilla —Sentía como el cuerpo de su amada temblaba, era la sexta vez que tenía pesadillas como esas, ya no sabía que hacer—

Otra...el castaño no quería que se sintiera así... sabía que le estaba haciendo mucho daño y que necesitaba ayuda profesional, ya se lo había comentado a ella pero se puso muy nerviosa y solo negaba con desesperación.

No tenía de otra, la tendría que llevar a la fuerza por su bien.

♡𝑌𝑜𝑢 𝑎𝑟𝑒 𝑚𝑦 𝑝𝑢𝑝𝑝𝑦♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora