Katrina Mendosa, la hija del dueño de uno de los internados más despiadados que hay donde sólo hay jóvenes que nadie quiere o que están allí para no ir a la cárcel, Katrina junto a Inés su hermana melliza son las más odiadas por el internado ya que...
El internado las cumbres, un lugar que no todos conocen y créeme jamás querrías hacerlo.
En este internado hay miles de injusticias a diario y castigos horribles, mi hermana y yo siempre salimos libradas de esto ya que nuestro padre es el dueño, y por esa misma razón la mayoría aquí nos odian.
Salíamos de clase cuando el idiota de Paul comienza a golpear a Manuel. Manuel, desde que entró aquí me ha gustado muchísimo y el lo sabe el único inconveniente es Amaia su novia, en realidad no se qué le ve pero en fin, es ella con quién está.
—¿Pero que les pasa?
—No lo se pero lo mejor es que no intervengamos, venga vámonos.
—Pero Inés…
—Vámonos he dicho.— Inés siempre fue más correcta que yo y siempre quería mantenerse al margen de todo.
Mara la directora comenzó a gritarles a los 2 que se detuvieran pero no fue hasta después que ellos lo hicieron.
Al pelear y no hacer caso inmediatamente los enviaron directo a las neveras, estas son como una cárcel bastante heladas por eso su nombre cuando pasaron por nuestro lado Paul me envió una mirada que no supe descifrar, el no me caía bien pero su hermana si.
Adele es una chica muy tierna y una de las cosas por las que odio a Paul es que el no la trata como se merece por culpa de sus amigos.
Luego de la pelea Inés y yo nos dirigimos a cambiarnos para la clase de deporte dirigida por el nazi.
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Cuando terminamos nos dirigimos a las duchas. Pero Inés se quedó parada mirando alrededor.
—He ¿que pasa?
—Nada, vamos.
Cuando llegamos a las duchas fui la primera en entrar y luego fue Inés. Cuando ya estaba casi lista Amaia salió de un baño ofreciendo cigarros esto era más común de lo que creen.
Alba una niña que vivía en el internado iba al pueblo a comprar cigarros, condones entre otras cosas para traer aquí.
—Y tu mosquita muerta, ¿no quieres? O es que te va a reñir mucho tu papá.
—¿Que le has dicho?
— Lo que escuchaste que es una mosquita muerta.
—Ya te voy a enseñar yo que es una mosquita muerta hija de puta.
—¿ A si? A ver copia barata que vas a hacer
No soporte más y la agarre de las trenzas que estaba usando.
—Vuelves a molestar a mi hermana y te parto la cara.