Katrina Mendosa, la hija del dueño de uno de los internados más despiadados que hay donde sólo hay jóvenes que nadie quiere o que están allí para no ir a la cárcel, Katrina junto a Inés su hermana melliza son las más odiadas por el internado ya que...
Amaia y Manuel corrían por el bosque para no ser atrapados por sus perseguidores, llegaron a un lugar donde era difícil bajar, Amaia tomo las manos de Manuel para ver si así se les era más fácil pero para mala suerte de la pareja Manuel resbaló y calló por la pequeña quebrada y termino golpeándose la cabeza con una piedra , Amaia gritaba desesperada a Manuel sin respuesta de su parte, Amaia iba a bajar cuando una cosa con una capa negra se acercó a donde estaba Manuel al borde de la inconsciencia pero algo más en particular fue lo que llamó la atención de Amaia, lo que sea que se estaba acercando a Manuel tenía una máscara de cuervo.
Esta persona, cosa o ente llegó hasta Manuel lo cargó en brazos y se lo llevó sin dejar rastro alguno.
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Manuel despertó en un lugar desconocido, un lugar totalmente blanco y lleno de luces. El chico mareado se levantó de la cama.
- ¿Hola? ¿hay alguien ahí?.- Manuel inspeccionaba el lugar con la mirada buscando respuestas.- ¿Oiga? ¡Eh! ¿No hay nadie ahí? ¡Eh! ¿Hay alguien ahí fuera? ¡Quiero salir!.- Manuel comenzó a desesperarse al no obtener ninguna respuesta y trato de encontrar alguna salida entre las paredes.- ¡Eh!.- comenzó a golpear las paredes descontrolado.- ¡Eh! ¡Sacadme de aquí joder! ¡Que alguien me ayude! ¡Socorro!.- Manuel siguió golpeando la pared sin ningún éxito, hasta que en un momento un gas salió de la pared antes golpeada y desmayo a Manuel dejándolo nuevamente en la inconsciencia.
Cuando esté volvió a despertar ya no tenía su ropa sólo el boxer y unas nuevas marcas que relucían en su piel. - ¿Qué me estáis haciendo? ¿Qué mierda me estáis haciendo?.-Manuel sintió unas repentinas ganas de vomitar así que se acercó a la taza de baño que tenía en el cuarto blanco y comenzó a expulsarlo todo luego se sentó al lado de este y comenzó a maldecir nuevamente.- ¡Hijos de puta! ¿Qué me estáis haciendo?
Manuel vio que si ropa estaba completamente limpia y bien doblada en la otra punta de la habitación así que el chico procedió a vestirse. Después de un tiempo Manuel se veía realmente demacrado y sus manos temblaban.
Una extraña polea bajo del techo. -¡Hola! Por favor quiero salir ¿Quién eres?.- cuando la polea llegó hasta Manuel este tomo lo que había dentro, era una caja que contenía una carta la cual decía.
"Si quieres comer escribe está postal di a tus padres que estás bien"
Manuel no sé lo tomo bien obviamente.
- ¡Y una mierda! ¿me oís? No pienso escribir una mierda.- el chico arrojo la caja al colchón y se sentó a llorar. Manuel dibujaba la máscara del cuervo en la pared con el lapicero que le habían otorgado para escribir la postal. Pasaba el tiempo y Manuel estaba cada vez peor, el frio lo consumía incluso llegó a tener que tomar agua del inodoro y cuando ya no puso más, decidió escribir la maldita postal.
- Ya tenéis la puta postal ¡Eh! ¿Y mi comida? ¿¡Dónde mierda está mi comida!?
Cuando la polea volvió a bajar con comida Manuel la tomo y comenzó a comer desesperado.
