Hueningkai esperaba al menor en una cafetería, tal vez haya mucho tráfico, por eso la demora.
Le mando mensaje a Kang, para saber dónde se encontraba.
...
Había olvidado que hoy quedaban de nuevo en la cafetería, mientras corría sentía como su celular vibraba. Se detuvo para leer los mensajes.
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Se maldijo por no haber recordado el día, y si su Hyung estaba enojado(?). Quizás y no, en este tiempo que han convivido ha sido tan amable con él que parece un príncipe.
Claro, Kang lo consideraba un príncipe por su humildad y su belleza tan irreal.
Ya casi al estar cerca de la cafetería, considero si cruzar la calle, los coches venían lejos.
Bueno, no importó mucho de todos modos, él cruzó esas calles.
Hueningkai ya estaba nervioso, no había respuesta de parte del menor.
Iba a volver a escribirle, hasta qué notó la presencia del mismo de quién se estaba preocupando.
—Lo siento mucho hyung—Kang respiraba aceleradamente, su respiración se escuchaba agitada y la frente le recorría gotas de sudor.
Huening se quedó perplejo ante tan repentina aparición del menor—Creí que te había pasado algo malo—confesó el más grande.
—Ah realmente vine corriendo, porque...—Definitivamente Kang no podía seguir hablando un pequeño dolor sintió en su costilla izquierdas, había tragado aire y es que Kang tiene la costumbre de correr con la boca abierta, por qué?. Ni yo lo sé.
—Wow, tranquilo, mejor relájate primero—Huening alzó su mano en señal para pedir la orden, el mesero del café no tardó en llegar con la tablet en manos.
—Buenas tardes queridos clientes, yo soy Yeung y seré el mesero que les atenderá el día de hoy— después de la presentación muy formal, sonrió para seguir diciendo —cuál es su orden?.
Hueningkai veía el menú, un poco decidido y a la vez no, realmente el café tenía mucho que dar y es un gran lío decidir por cuál pedir para comer gustosamente.
Kang miraba y el helado de Chocomenta llamó su atención, nunca había leído sobre un sabor tan extraño en helado.
—Yo pediré un helado de chocomenta—Kang cerró el menú y miro al mesero con su tierna sonrisa.
Huening observó raro al menor por extraño sabor al pedir, seguía observando en el menú hasta que notó la página de bebidas, el pediría una maltead de fresa.
—Yo estoy bien con una malteada de fresa.
—Gustan algo más?—el mesero terminó de teclear en la pantalla del aparato.
—Es todo, gracias—confirmó Hueningkai.
Cuando el mesero se fue, Kang por fin pudo hablar más relajado.
—Realmente disculpe hyung, olvide lo de hoy, me levante tardé—dijo con un poco de tristeza en su voz.
La mano de Huening acarició la del menor, Kang sintió una corriente en su cuerpo, que de pronto le hizo acelerar el corazón y poner sus mejillas rojas.
—Descuida, mejor háblame de tu día, qué tal te fue?—la pregunta la hizo con una sonrisa hermosa, que para los ojos de Kang lo son bastante.
