Entre las sacudidas físicas que acompañaron a mi primera entrevista con el profesor Challenger y las sacudidas mentales que ocurrieron durante la segunda, era yo un periodista bastante desmoralizado cuando volví a hallarme en la calle, en Enmore Park. En mi dolorida cabeza palpitaba un solo pensamiento: el relato de aquel hombre era verdadero, sin duda alguna. Tenía una tremenda importancia y de él saldrían artículos inusitados para la Gazene, cuando obtuviera permiso para publicarlos.
Vi un taxi esperando al final de la calle, salté a su interior y me hice conducir a la redacción.
McArdle se hallaba en su puesto, como siempre.
--¿Y bien? --exclamó lleno de expectación--, ¿cómo fue aquello? Pienso, joven, que ha estado usted en una guerra. No me diga que le ha atacado.
--Tuvimos algunas diferencias, al principio.
--¡Vaya con el hombre! ¿Y qué hizo usted?
--Bueno, después se volvió más razonable y tuvimos una charla. Pero no le saqué nada... nada que pueda publicarse, quiero decir.
--Yo no estoy tan seguro de eso. Ha salido usted con un ojo amoratado y eso es publicable. No podemos aceptar que reine el terror, señor Malone. Debemos abrirle los ojos. Mañana le voy a dedicar un suelto que levantará ampollas. Basta que usted me proporcione el material y yo me comprometo a marcar a fuego a ese fulano para siempre. «Profesor Münchhausen.» ¿Qué le parece como título de cabecera? O «Sir John Mandeville⁹ redivivo». O «Cagliostro¹⁰». En suma, todos los impostores y fanfarrones de la historia. Lo mostraré en mi artículo tal como es: un farsante.
⁹. Viajero y escritor francés del siglo XIV. Autor de Viaje de ultramar.
¹⁰. Alessandro, conde de Cagliostro (1743--1795). Farsante y aventurero italiano que visitó casi todas las cortes europeas. Su verdadero nombre era Giuseppe Balsamo.
--Yo no haría eso, señor.
--¿Y por qué no?
--Porque no es en modo alguno un impostor.
--¡Qué! --bramó McArdle--. ¡No querrá usted decir que cree verdaderamente en esos chismes que cuenta sobre mamuts mastodontes y grandes serpientes de mar!
--Bueno, no sé nada de todo eso y no creo que el profesor sostenga nada de ese tipo. Pero sí creo que ha hallado algo nuevo.
--¡Pero hombre, por Dios, entonces escríbalo usted!
--Es lo que estoy deseando; pero todo lo que sé me lo ha dicho confidencialmente y a condición de que no lo escriba.
Condensé en pocas frases el relato del profesor y añadí:
--Así quedó el asunto.
McArdle parecía sentir una profunda incredulidad:
--Y bien, señor Malone --dijo al fin--, hablemos de la reunión científica de esta noche; de todos modos sobre eso no puede haber secretos. Supongo que ningún periódico informará sobre ello, porque de Waldron han publicado notas al menos una docena de veces y nadie está enterado de que Challenger va a intervenir. Si tenemos un poco de suerte podremos obtener la primicia sobre todos los demás periódicos. De todos modos, usted estará allí y podrá traernos un reportaje bien completo. Le reservaré espacio hasta la medianoche.
Tuve un día muy ocupado y cené temprano con Tarp Henry en el Savage Club, dándole cuenta parcialmente de mis aventuras. Me escuchó con una sonrisa escéptica en su rostro enjuto y rió estruendosamente cuando oyó que el profesor me había convencido.
--Mi querido muchacho, en la vida real las cosas no suceden de ese modo. La gente no se topa con descubrimientos enormes y pierde luego las pruebas. Deje eso para los novelistas. Ese fulano está tan lleno de trucos como la jaula del mono en el zoo. Todo eso es pura palabrería.
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El Mundo Perdido - "Arthur Conan Doyle"
Adventure"El Mundo Perdido" es una novela creada en 1912 por el padre de Sherlock Holmes, Arthur Conan Doyle. El estrambótico, arrollador e hilarante profesor George Edward Challenger, "un cerebro superdotado en un cuerpo de hombre de las cavernas", decide e...