05. Roto

578 69 19
                                    

>Defiendo lo que quiero y lo que quiero es tu sonrisa

Es difícil vivir una vida "tranquila" cuando siempre había estado a la defenciba, cual gato callejero que solo buscaba sobrevivir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es difícil vivir una vida "tranquila" cuando siempre había estado a la defenciba, cual gato callejero que solo buscaba sobrevivir.

Muto le tenia demasiada paciencia, incluso lo dejaba dormir horas extra por las mañanas pesé a tener que ir a reuniones de la ToMan o cosas por el estilo, jamás le exigió dinero y las veces que Haruchiyo intento aportar aportar dinero fue rechazado.

—Tarta de queso y chocolate tibio— todas las noches, cuando el frío empezaba a colarse entre las ventanas del departamento, Muto salía a comprar algún postre y calentaba leche para entibiarla y poder darle algo "caliente" al menor, Haruchiyo siempre esperaba pacientemente sentado en la alfombra de la sala, mirando caricaturas en el televisor.

Y es que eso ya era rutina, un mes conviviendo había sido suficiente para que ambos se acostumbren a la presencia del otro.

Los días eran buenos, poco a poco lograba saber más de Haruchiyo sin la necesidad de hostigarlo, por ejemplo: Muto sabía perfectamente que al menor le gustaba sentir su cabello suave por lo que compro varios acondicionadores hasta dar con uno del agrado del chico, igual era consciente de lo exigente que se había vuelto Haruchiyo al momento de comer pues no aceptaría un omelet de huevo a menos que tuviera forma de gato, mucho menos comería acelgas o brocoli hervido pero aceptaría sin duda unos mochis de Sakura con leche de durazno. También se dio cuenta de cierta expresiones, si Haruchiyo arrugada la nariz al mirar algo era porque le había gustado, si mordía su labio algo le molestaba, jugaba con sus dedos cuando pensaba demasiado, si tenía pesadillas abrazaba la almohada y si tenía buenos sueños dormía boca arriba con los brazos abrazándose a sí mismo.

Eran pequeños detalles que Muto observaba, que lentamente comenzó a amar.

—Mañana tengo que hacer un encargo de Mikey…es divertido, me deja golpear gente y me paga por eso…ahora tendré más dinero y comprare mi casa— con diversión tomó un trozo de pastel, feliz de estar en un lugar donde lo hacían sentir amado.

—¿Sigues con eso de tu casa?

—Si, quiero una casa enorme con jardín— Haruchiyo se podía dar el privilegio de actuar de manera infantil con Muto, sabía que no lo juzgarla y no se reiría de él.

Muto sonrió ampliamente y miró esos ojos que tanto lo hipnotizaban, estar cerca de Haruchiyo lo hacía sentir sereno, ¿Quién diría que un mocoso de 16 años podría ser tan importante para el mayor? Acarició el largo cabello de Sanzu y ambos se miraron por unos breves segundos.

—En cuanto tenga el suficiente dinero, yo mismo te compraré la casa que tanto sueñas, solo espera.

Las mejillas del menor se tiñeron en rojo, aún había alguien en el mundo a quien le importaba cumplir hasta sus más infantiles deseos y eso lo hacía sentir feliz; Su sonrisa empezaba a ser genuina a diferencia de cuando vivía con sus hermanos, el miedo de ser tocado sin aviso alguno seguía presente y solo las cálidas manos de Muto tenían permitido atrapar su cuerpo por las noches cuando temblaba de miedo entre sueños.

Save me [MuSan] ✅️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora