Save me [MuSan] ✅️

09 . Meltdown

"Un poeta es un ruiseñor, que se sienta en la oscuridad y canta para alegrar su propia soledad con dulces sonidos; sus oyentes son como hombres embelesados por la melodía de un músico invisible, que  se sienten conmovidos y ablandados, pero no saben de donde ni porque"         

Percy Bysshe Shelley

Manjiro era su amigo y comandante.

De niños eran cercanos, cómplices de algunas travesuras, solían jugar en la residencia Sano por horas hasta que Takeomi llegara a recogerlo, claro que eso fue antes de que Shinichiro partiera de este mundo.

Ahora que lo pensaba, la muerte de Shinichiro Sano no sólo afecto a la familia Sano, la familia Akashi fue afectada de igual manera.

Shinichiro era genial, el único adulto en el que ponía confiar porque los demás le querían quitar el poco dinero que Takeomi a duras penas le daba, Shinichiro Sano era el único adulto que parecía entender que tanto Haruchiyo, Keisuke y Manjiro solo eran unos niños pretendiendo ser maduros, jamás los juzgo ni les grito cuando sus travesuras llegaban muy lejos.

Era el hermano mayor que deseaba tener, un hermano que no lo viera con odio, un hermano que lo quisiera…un hermano que jamás, ni por todo el dinero del mundo, lo hubiera tocado de manera tan asquerosa como Takeomi lo hizo a petición de Hiro.

—Se que todo esto te agobia, no pretendo arreglar las cosas ahora…solo quería que estuviera bien.

Lastima, era lo único que había en la mirada de Manjiro, justo lo que intento evitar tantos años.

—Gracias— susurró débilmente, apretando con disimulo la cobija negra que lo cubría, ¿Por qué todos lo trataban como si se fuera a romper?

Ya habia pasado una semana desde que la noticia del tragico incidente donde una casa en un barrio humilde se prendio en llamas llevando a un hombre a perder la vida, Ran hizo un excelente trabajo al parecer pues la policía se creyó aquel cuento barato  el problema ahora era que Muto le llevaba la comida a la cama todos los días y a duras penas lo dejaba levantarse para ir al baño, Mikey le daba dulces cada que iba y le pedía perdón hasta cansarse como si se sintiera responsable de lo vivido por Haruchiyo, los gemelos igual se enteraron de todo por culpa de los hermanos Haitani que tal parecía no podían mantener su maldita boca cerrada…Nahoya no dijo nada sobre eso, solo le sonrió y bromeó sobre lo delgado que estaba Haruchiyo "Seguro que si estornudo cerca tuyo te podría romper, ganaría una apuesta entonces" y aunque Muto regaño a el chico, Haruchiyo realmente agradecía que mínimo alguien lo tratara como antes sin aquella mirada llena de pena.

Solo quedaba ver la reacción de Souya.

—San…¿Akashi-san?

—Haruchiyo esta bien— corrigió el de largos cabellos, prefería ser llamado de manera amistosa por Souya que volver a oír su estúpido apellido.