06. Vacío

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>He peleado contra muros pero me tumbó la brisa; no es que sea joven, es que el mundo va de prisa

Su madre solía traer hombres a casa sin importarle en lo más mínimo su presencia, algunas veces bebían tanto que dejaban botellas al alcance del -entonces- menor, fue en una de esas varias noches donde mamá dormía y el tipo huía que Muto probó el ...

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Su madre solía traer hombres a casa sin importarle en lo más mínimo su presencia, algunas veces bebían tanto que dejaban botellas al alcance del -entonces- menor, fue en una de esas varias noches donde mamá dormía y el tipo huía que Muto probó el alcohol por primera vez. Apenas tenía 10 años, el sabor amargo del tequila no fue agradable en ese momento, ¿Quién diría que ahora tendría 2 botellas vacías a su lado? Estúpidos Haitani y sus malas influencias, no debió pedirles ayuda.

—Ve el lado bueno, no tienes que seguir comprando tantas cosas…vas a volver a ahorrar dinero para tus "amigas" y podrás salir de fiesta con nosotros.

—No estás ayudando— soltó molesto el más alto, a veces se cuestionaba su amistad con los Haitani.

—Vamos Muto, no te puedes deprimir por un mocoso que no sabe lo que quiere. Vamos a divertirnos, como antes, ¿Qué quieres? ¿Mujeres? ¿Hombres lindos? Te consigo lo que quieras pero deja de ser un amargado— Rindou solo pensaba en salir, siendo el menor de los 3 tenía "mucho que explorar" y no quería estar encerrado en el departamento de su amigo todo el día viéndolo deprimirse, eso era aburrido.

—Tú solo quieres una excusa para ver a ese chico ¿no?

—Si

—¿Qué chico?— cuestionó con curiosidad Muto, sabía del "amorío secreto" entre los Haitani y los Kawata, un amor no tan secreto, Rindou no paraba de llamar a Souya "su algodón de azúcar" así que decir "ese chico" era nuevo. ¿Se habrán peleado y Rindou está por cometer una idiotez? Tal vez.

—No me mires así, no le soy infiel a nadie— se defendió el Haitani, pues la mirada acusadora de Muto era evidente —Hace unos días pasé por el distrito rojo para comprar…cosas…y escuché a unos tipos hablar, dicen que hay alguien con el nombre de Hiro Nakamura, ese tipo tiene una muñeca rota.

—¿Muñeca rota?

—Así se les dicen, son chicos lindos cuál muñecas pero están rotos, son adictos y venden sus cuerpos por drogas, por eso están rotos. Hace años estuve con uno de esos, era lindo pero al final me robó un reloj y compró cocaina barata, creo que tuvo una sobredosis después y murió. O quizás Hiro lo mató por robar, no lo sé ni me importa, solo sé que ahora tiene un nuevo chico y dicen que es el más lindo de todos, quiero ir a ver.

—Eso es cruel e inhumano…me gusta, vamos— la sonrisa de Ran era extraña, los hermanos Haitani eran extraños en general pues les divertía el sufrimiento ajeno.

Todos unos trastornados mentales.

—Vayan ustedes, yo tengo que limpiar

El dúo de hermanos insistió en que Muto los acompañara pero este se negó, no le interesaba ver a unos adictos joderse más la vida, despidió a los Haitani y se dispuso a arreglar su departamento. Recogió las botellas y ordenó un poco su habitación, el olor a melocotón que impregnada las sábanas de su cama era a causa del jabón que Haruchiyo usaba siempre al bañarse, quería olvidarse del chico por un día pero era prácticamente imposible.

Save me [MuSan] ✅️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora