Dejar ir también es amor. | XueXiao | - 16

-Qué bueno que estés bien-

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🕊️Contenido violento🕊️

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En su último aliento de vida, Xue Yang se arrepintió del tormento provocado a Xiao XingChen. Su apesarada alma buscó a Xiao XingChen, a su lado fue feliz, él era la causa de su alegría y su sufrimiento, por lo tanto, él era su cura. Jamás lo encontró y sólo se hundió más en la miseria y el dolor. Detestó su propia existencia. Harto, se marchó de este mundo...

...Desafortunadamente renació. El bebé Xue Yang era atento al mundo que lo rodeaba, así es, él recordaba su vida pasada. Los malos recuerdos le hacían llorar por las noches, despertando a su madre. Uno de tantos días la mujer salió a caminar con Xue Yang a la espalda, atravesó un camino de montaña. Xue Yang sintió un dolor insoportable en el vientre, su madre gritó de horror y ambos se desplomaron en la tierra. Cuando Xue Yang volvió a ser consciente ya era un alma otra vez. Su madre y él fueron asesinados por un bárbaro que les robó sus pertenencias. Experimentar esta impotencia al peligro siendo un niño lo acongojó.

Talvez fue un accidente renacer, así que su alma buscó nuevamente el camino al descanso eterno...

La próxima vez que despertó, fue nuevamente siendo un bebé. Una mujer de rostro inexpresivo lo cargaba en brazos, ella se detuvo al borde de un risco y miró al recién nacido Xue Yang por última vez...Lo soltó. La figura de la mujer se alejó a gran velocidad. Xue Yang experimentó la caída al vacío y al segundo siguiente su cuerpo se fraccionó en pedazos.

¡El alma de Xue Yang ya estaba totalmente perturbada! Temía renacer, pero tampoco deseaba existir como alma en pena. ¡Comenzaba a volverse loco! Deseó aniquilar su propia existencia.

Como espíritu maligno, fue exorcizado por unos talismanes de un grupo de taoístas que viajaba por un bosque. Sufrió mucho a causa de esos malditos hechizos. Esto debió destruir su alma, pero, como era de esperarse, no se dispersó, en cambio fue forzado a reencarnar para sufrir otra vida miserable.

En esta nueva vida formó parte de un grupo de niños vagabundos, todos fueron capturados por una banda de delincuentes y los encerraron en una casa abandonada. Los hombres arrastraron a un niño hacia afuera, los de adentro escucharon los gritos del pequeño. Xue Yang se asomó a ver por una hendidura en la madera. Un grito estridente estalló desde su garganta, lastimándola en el proceso. Se arrancó la camisa y la desgarró en tiras. Uno de los delincuentes entró. La escena fue devastadora, Xue Yang se colgó de una viga del techo. Pasaba que los hombres iban a abusar de ellos.

Morir como basura ya era desgarrador, ¡pero jamás se resignaría a ser abusado!

—¡Me arrepiento, me arrepiento, yo me arrepentí hace bastante! ¡¿Por qué esta maldición no se detiene?! ¡¿Cuándo se detendrá?! — su alma gritaba en angustia.

Lo peor dio inicio, su castigo por arrebatar su propia vida fue reencarnar en contra de su voluntad y el ciclo de desgracia se perpetuó. Fue abandonado como bebé y los animales salvajes se lo comieron; en otras ocasiones moría de enfermedades que le erizarían la piel a cualquiera, mas nunca perdió los recuerdos de sus vidas pasadas.

Estaba harto de tanto dolor... ¡No estaba obligado a vivir!, si revivía, sólo tendría que segar su vida. Así, un sinfín de veces se cortó el cuello e inútilmente volvía a nacer. Inmerso en la locura, ya no le importaba el dolor de la hoja afilada en su piel y el shock por la falta de sangre.

Sus recuerdos eran todos horribles, los buenos momentos junto a Xiao XingChen ahora eran más un sueño que la realidad.

...

El cielo gris y el viento frío indicaban que una tormenta se aproximaba. Xue Yang de siete años, desnutrido y enfermo, atravesó una amarillenta planicie de grama seca, se acercó a un río con un cuchillo en mano. Cayó de rodillas y acercó la hoja a su delgado cuello.