Extra - Noche de estrellas.

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Xue Yang visitó la montaña de Baoshan Sanren durante una de sus vacaciones anuales. Esta tarde Wei WuXian ayudaba a Xiao XingChen a limpiar el piso de la casa mientras Xue Yang solamente los observaba.

—Tomemos un descanso— sugirió un agotado Wei WuXian, ahora todo un adolescente de trece.

—Está bien.

Wei WuXian sonrió ampliamente y se recostó en el piso de madera.

—Tío, cuéntanos al señor misterioso y a mí otra historia sobre ese amigo tuyo.

—Ey, deja de llamarme señor misterioso.

—¡No interrumpas al tío! Una vez contó que ZiChen cayó en un nido de hormigas, ¡jajaja!

Xue Yang estalló en risas también. Xiao XingChen sonrió con lástima.

—...Fue un accidente, yo lo empujé.

—¡Eso lo hace más gracioso! — Wei WuXian se sostenía el estómago de tanto reír.

Lo que Xiao XingChen no contó fue que los adultos lo castigaron a él y le prohibieron acercarse a Song Lan, pero el mismo Song Lan desobedeció el castigo y siguió de su lado. Inutilizado el castigo, los padres de Song Lan lo disolvieron.

—Parece que le hablas a todos de este amigo, la señora de la montaña también me contó una historia— Xue Yang se sostuvo la quijada con disgusto.

—De los amigos siempre se guardan recuerdos felices...Excepto que yo no supe valorarlo en su momento...— expresó Xiao XingChen.

—...

—¿Qué pasó con ese amigo? — preguntó Wei WuXian.

—...No lo sé.

—¿Dejaron de hablarse?

—...Yo tuve que irme.

—Mmm, ¿y no tienes historias de tu novia? Como mis padres, ellos me cuentan muchas historias de cómo se conocieron.

Xiao XingChen rio con moderación.

—Tus padres están casados.

—¿Y no te casaste?

El hombre de túnica blanca negó con la cabeza, y Wei WuXian no pudo ser más que atrevido.

—¿Nadie quiso casarte contigo?

A Xue Yang le disgustó tal pregunta, en cambio Xiao XingChen lo tomó con humor.

—Quizá sí, hubo alguien, no lo sé, en todo caso yo no estaba en condiciones para hacerlo.

—¿Y ahora lo estás?

—...Creo que la respuesta sigue siendo no.

—¿Pero tú quieres a esa persona todavía?

—...Sí.

Xue Yang reaccionó, sus ojos brillaron de ilusión.

Wei WuXian se sentó de inmediato por el entusiasmo.

—¡Entonces, si te encontraras con esa persona ahora, ¿te casarías?!

Xiao XingChen sonrió con dificultad y negó con la cabeza, Wei WuXian se decepcionó.

—A este punto ya no tiene sentido, ya han pasado varios años.

—¿Y no tienes ganas de verla? — Wei WuXian era implacable.

—Sí, pero...preferiría que no...Creo que le hice mucho daño, no terminamos en las mejores condiciones y no le di la oportunidad de despedirse.

Xue Yang apretó la mandíbula en desacuerdo.

Dejar ir también es amor. | XueXiao | - 16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora