10.-Realidas

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Se sentía como si le hubieran dado una paliza...

Se sentía como cuando iba a luchar con titanes...

Abrió los ojos sintiendo que el sol le llego en toda su cara.

Gruñó molesto.

—Veo que despertaste—su padre dijo con simpatía—el desayuno está listo...

Apretó un poco los ojos, sintiendo como si su cerebro hubiera trabajado horas extras y no hubiera dormido. Se sentó en el sillón donde ayer en la noche había recuperado sus recuerdos. Incluso si todo estaba en orden en su cabeza, sus recuerdos estaban complementados con su yo de ahora. Eso no lo hizo sentir mejor.

Todo estaba tan mal.

Lastimar a Marie, pelearse con Nile y arrebatarle la posibilidad de casarse con ella. Les había robado una vida juntos.

Aún son jóvenes, aun se puede arreglar.

Y Levi...

Su Levi...

Era como ver a otro hombre, había tantos cambios que Erwin no sabía si sentirse melancólico o feliz.

Levi lucia... Radiante.

Amaba a su Levi gruñón, y que odiaba un poco la vida, no soportaba la incompetencia. Amaba al hombre que le había dado esperanza en la guerra.

Pero este Levi...

Seguía siendo un gruñón, pero había una pequeña sonrisa paternal en su rostro relajado. Un humor burlón en sus comentarios, pero también una paciencia infinita a su pequeño hijo. Levi podía responder las preguntas de Jean sin exasperarse como lo haría antes. Limpiaba la cara de su hijo sin hacer una mueca de asco porque el niño se había manchado con algo.

Su rostro no tenía un ceño fruncido, sino que tenía una mirada neutra, y sus ojos brillaban. No había cargas de la guerra.

"Soy un padre muy joven como para perder la paciencia"

Su Levi era un hombre feliz.

Y Erwin no quería romper esa felicidad haciendo que recordara todo sobre la guerra.

—¿Hace cuánto es que recuerdas? —Erwin preguntó con una sonrisa melancólica a su padre. El hombre suspiró

—Cuando tenías 3 años, estabas sosteniendo un libro y te estaba observando... Solo sucedió—su padre se llevó la taza de café a la boca—Quería tanto que no recordaras. Me enteré como moriste por el libro, el titán bestia te mato. Comandante Erwin ¿He? —su padre sonrió con orgullo.

—Solo di órdenes, en realidad nunca hubiera logrado nada sin Levi—Erwin sonrió y bajo la cabeza. —este libro nunca he escuchado de él—Erwin levantó su vista sorprendido.

Su padre suspiro

—Los titanes dejaron de atormentar a la humanidad. Se quiso borrar todo lo que fuera de la época de los titanes. Hubo una purga para estos libros, y este libro perteneció a la familia Arlert. Sé que existían libros sobre los titanes y el retumbar. Pero los escritos que conseguí dicen que la familia Reiss y Ackerman custodian los libros.

—... Te robaste ese libro—Erwin dijo escandalizado. Su padre movió la cabeza negando.

—Los compré. Por una buena suma de dinero, fue la única familia que me lo vendió, incluso así parecían indecisos en vendérmelos. Los Reiss y... Kenny Ackerman me advirtieron que no era mi problema seguir averiguando más, por lo que me detuve... Aunque no lo creas aprendí de mi lección la última vez—Erwin quería mucho referir, pero se mantuvo callado— Pero... Quería saber de ti. Incluso hay un retrato hecho por Jean Kirschtein de ti.

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