— ¡(T/N)!, ¿por qué tan distraido? —Un chico de ojos azules lo miraba curioso.
— Ah, nada, recordaba cosas. —
— ¿Qué cosas? —
— Secreto. — sonrió maliciosamente.
— ¡Oye siempre haces lo mismo, es injusto! —
— No es mi culpa que seas un bebé llorón. —
Sunflower siguió molestando al chico, quien no paraba de avergonzarse, al final el mas alto de ojos azules lo acorralo contra la pared de aquella aula.
Sunflower cayó en silencio, su ojo se iluminó y su rostro se iluminó en un color carmesí.
— (T/N) ya no soy un niño, deja de tratarme como uno. —
Sintió un poco de miedo la verdad, le recuerda a memorias viejas, y pensar que Akaza era el que lo molestaba...
Evitó su mirada y refunfuño un poco.
— Okay. —
El menor sonrió victorioso
Sunflower de todas formas estaba feliz por haber encontrado a su amado de nuevo, otra vez, felices.
Con algunas cosas de por medio pero felices.
La espera valió la pena, incluso si paso un largo tiempo, su amado está aquí, de nuevo en sus brazos.
— Te he estado esperando. — dijo sonriendole un poco, mientras lo miraba directamente a los ojos.
— ¿Umh?, ah, lamento que mi practica haya demorado, es solo que el idiota de Rengoku se quedo encerrado en las duchas y tuve que ayudarlo. —
Sunflower no se refería a eso, pero aun así de todas formas sonrió.
El de mayor estatura rodeo la cara de Sunflower con sus manos, de manera delicada, como aquella vez...
— ¿Puedo besarte? —
— ¿Por qué pides permiso? —
El de mayor estatura se coloreo de rojo, Sunflower rió.
Al final se acerco y unieron sus labios en un suave beso, aquel que no pudieron darse de despedida en aquel entonces
Pero si de bienvenida
Sunflower estaba feliz, todas aquellas primaveras solitarias ya no iban a volver jamás, porque su flor favorita volvió
Y volvió para nunca mas marchitarse.
<3
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;; Gɪʀᴀsᴏʟᴇs Eɴᴀᴍᴏʀᴀᴅᴏs. 🌻 (ᵃᵏᵃᶻᵃˣᵗᵘ)
RomanceSer uno de los primeros 150 demonios de Muzan no siempre sale bien, han pasado más de mil años, sigues viva/o cosa que sorprendió al Padre de los demonios, siendo de sangre Sunflower, una sangre que hace que los demonios sean inmunes al sol, desde q...