Capítulo 19

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<< Los gemelos llegan a Gravesfield. Amity toma una decisión respecto a su imagen >>


El jueves previo al fin de semana del partido, Amity estaba llegando de la escuela, cuando a lo lejos distinguió el auto último modelo que debía pertenecer a Edric.

Emira tenía uno parecido, pero en otro color.

Al parecer los gemelos ya habían llegado a la casa de su Abue.


Y en efecto, en cuanto Amity abrió la puerta dos pares de brazos casi la derriban en un fuerte abrazo.

—¡Mittens! — gritaron los gemelos mientras Amity se ahogaba un poco entre tanto afecto.


Su Abue solo reía de la acción de sus nietos. 

Sus nietos no solían frecuentarla. 

Tener a Amity viviendo con ella fue un segundo respiro, le gustaba lo buena chica que estaba resultando ser y lo mucho que se estaba esforzando en ser ella misma. 

Y justo ahora se sentía inmensamente feliz de que los gemelos también estuvieran aquí, aunque fuera solo por un fin de semana.


Amity se limitó a abrazar igual de fuerte a sus hermanos, los había extrañado mucho.

—¿Cuándo llegaron? — preguntó una vez que los tres se soltaron del abrazo.

—En la mañana de hecho, pero teníamos que bajar algunas cosas y desayunamos aquí también— respondió Em.

—Y cuéntanos... ¿pasó algo interesante en la escuela hoy, hermanita? — dijo Ed con tono mordaz.

—Realmente no, los entrenamientos siguen siendo duros y ya empezaron a darnos temas para los exámenes de la semana que viene— comentó ella.

—Hablaba de Luz— le replicó Edric directamente.

Amity se sonrojó —ah sí... sobre eso, nada aún, hemos estado ocupadas— se encogió de hombros.

—¿Ni siquiera has pensado en algún plan para invitarla a salir? — le preguntó Emira un poco incrédula, sabía que la chica le gustaba mucho a su hermana.

—No, estas semanas son importantes y debemos estar concentradas, puedo decírselo después— replicó Amity.

—¿Tus hermanos saben sobre tu enamoramiento? — le preguntó su Abue, viendo orgullosa en cierta medida a su nieta menor.

—Sí, nos lo contó apenas hace un par de días— le contesto Ed.

—Además, ¿cuándo se destiñeron?, pensé que la apuesta nos obligaba a tenerlo hasta que se cayera naturalmente— dijo Amity buscando cambiar la conversación.


Y al parecer funcionó.


—¡Oh vamos Mittens!, ¿quién lo iba a supervisar? — preguntó Ed sarcásticamente.

—Lo mantuvimos un par de meses, pero se empezaba a ver transparente, así que optamos por quitárnoslo— explicó Em —aunque a ti se te veía bien—.

—También lo valió cuando mamá nos vio por primera vez con ese tono de cabello— comenzó a reír Edric recordando la mirada horrorizada de Odalia Blight al ver a sus tres hijos con el mismo cabello verde.


Amity quedó pensativa por un momento, sus raíces habían crecido y pronto una idea se formó en el fondo de su mente.

Aprendiendo a ser [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora