Capítulo 22

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<< Las chicas siguen siendo un desastre y nos enteramos de algo que le pasó a Willow >>


La tarde con sus padres y los gemelos ese día no fue realmente mala, si consideramos cómo era normalmente la familia Blight.

Sin embargo, Amity pudo notar lo mucho que su Abue disfrutaba teniendo a su familia en casa, así que el esfuerzo valió la pena.


El domingo por la tarde sus padres y los gemelos se despidieron, todavía debían cumplir un par de semanas en la universidad.


Sus padres le dijeron que se volverían a reunir para las fiestas decembrinas, en el nuevo departamento de vuelta en su antigua ciudad.

Alador le prometió a su Abue que mandaría a alguien por ellas cuando tuvieran todo listo.


Por otro lado, su madre no se enojó por su nuevo color de cabello, aunque insinuó en varias ocasiones que mejor hubiese optado por el rubio.


Así transcurrió el fin de semana de la menor Blight.


. . .


El lunes habían comenzado la temporada de exámenes.

Por más que quisieran platicar y divertirse, todo el Hexsquad estaba ocupado estudiando, apenas pudiendo darse un tiempo para comer entre clases.


Después de clases Amity se estaba dirigiendo a la biblioteca, pero se detuvo ante una notificación en su celular.

Vio el aparato con asombro.

Había estado tan desconectada de todo que se había olvidado totalmente de la salida del siguiente volumen de La Buena Bruja Azura, que incluso ya llevaba casi un mes de salido.


Es verdad que tenía que estudiar, pero por otro lado, era su saga favorita.


Al final decidió mandarle un mensaje a Gus preguntándole si en su tienda vendían el volumen que buscaba y obteniendo una respuesta afirmativa.

Le mencionó que incluso podía recogerlo hoy mismo.


Evaluando sus opciones Amity decidió ir primero a la tienda, podía pasar el resto de la tarde en la biblioteca.


Así que dio media vuelta y empezó a andar en dirección a la tienda de comics.


. . .


Llegando a la puerta, abrió y comenzó a saludar a Gus, pero al levantar la mirada reconoció cierto gorro rojo y a cierta chica que estaba comprando exactamente el mismo volumen que ella había venido a buscar.


Los tres se quedaron paralizados sin saber muy bien qué decir.


—Amity, ¿qué haces aquí? — preguntó Luz con una sonrisa nerviosa y poniendo su brazo sobre el mostrador tratando de esconder el volumen que estaba comprando.

Aprendiendo a ser [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora