Capítulo 29

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<< Club de Lectura Azura >>


La siguiente semana Amity llamó a sus padres para avisarles que metería una solicitud para una de las universidades que su padre había sugerido como opción.


Con ese asunto solucionado, ahora podría continuar con su vida normal.

Entre sus clases, algunas sesiones en el rincón de lectura y salir con sus amigos, las semanas pasaban rápido.


Por supuesto, también estaban algunas citas con Luz, aunque no fueran con tanta frecuencia como ella quisiera.

Recuerda perfectamente la timidez de sus primeros encuentros, de ambas sin saber realmente qué hacer o cómo actuar.

Recuerda cómo es que Luz le preguntó si su regalo fue algo bueno o sintió alguna deficiencia en su narrativa.

Amity le mencionó en esa ocasión que había estado tan acertada que daba miedo.

Salían en repetidas ocasiones a practicar skate, tanto así, que Amity ya había aprendido algunos trucos, sencillos, pero importantes en su práctica.

A veces, llegaban a comer o cenar en algunos de los pequeños cafés y restaurantes de Gravesfield.

Es verdad que no tenían nunca muestras tan evidentes de afecto, pero si lo suficiente para que las personas notaran que eran más que amigas.


Luz era una persona increíble.

Amity pasó de cuestionarse constantemente por qué le llamaba tanto la atención, a averiguarlo de primera mano.

Más allá de su amabilidad constante, Luz tenía una extraordinaria capacidad de ver lo bueno en cada persona, no importaba qué.

Esa era una capacidad que dudaba alguna vez poder alcanzar.


Se preocupaba por ella, como cuando consiguió que Miss Lilith hablara con ella sobre su futuro.

Amity solucionó mucho con esa platica, aunque Luz no preguntó más allá, pudo inferir que al fin habían solucionado ese tema. 


Otras conversaciones, mucho más profundas, las tuvieron en su refugio personal: el pequeño despacho de Amity en la biblioteca.

El 'Club de Lectura Azura' pasó de tratarse de un libro que unía a ambas, a convertirse en un espacio seguro, donde podían discutir sobre cualquier tema.

Desde las cosas más banales y cotidianas, hasta sus pensamientos más profundos, experiencias, ambiciones, ideas, opiniones. Todo.

Parecía una especie de pacto silencioso el que tenían ambas, donde no necesitaban demostrar que decían la verdad, donde la verdad debía estar por sobre todas las cosas, y donde no se juzgarían. 


Lugar donde también se incluía otra clase de afecto.

El afecto que las dos amantes no podían profesar en ningún otro sitio que se constituyera como propio.

Si le preguntas a Amity, te diría que la mitad de sus sesiones del 'Club de Lectura Azura', terminaron en largas sesiones de besos en las que participó activa y gustosamente.

Jamás se hubiera imaginado algo así en el pasado, siempre pensó que probablemente nunca llegaría a tal nivel de confianza con alguien.

Luz cambió todo eso, la hacía sentir bien y segura.

Aprendiendo a ser [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora